Por qué en Mendoza hoy es el Día de la Prevención Sísmica
Esta fecha se conmemora desde el año 2018, a través de la ley 9052, dado que el 20 de marzo de 1861 se registró el mayor terremoto de la historia de la Provincia de Mendoza, que destruyó y devastó la capital provincial.
Cada 20 de marzo se conmemora en Mendoza el Día Provincial de la Prevención Sísmica, debido al mayor terremoto de la historia ocurrido en la provincia.
1861: Un 20 de marzo Mendoza fue epicentro de una de las mayores catástrofes de su tiempo
La iniciativa fue tras la aprobación en 2018, de la Ley 9052, fecha elegida como recuerdo de la catástrofe ocurrida en 1861 que destruyó y devastó la capital provincial causando la muerte de alrededor de 5.000 personas.
La mayor parte de las edificaciones se desmoronaron, incluyendo al Cabildo (Casa gubernamental en la Época colonial) y la Basílica de San Francisco.
Mendoza se encuentra en una zona de elevada peligrosidad sísmica, a partir del marco de la teoría de tectónica de placas. Estudios realizados por el Cricyt y la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCUYO han demostrado que el 80% de la población mendocina no tiene una clara percepción del riesgo sísmico.
¿Qué es la prevención sísmica?
La prevención son las medidas y acciones dispuestas con anticipación con el fin de evitar o impedir la ocurrencia de un evento adverso o de reducir sus efectos sobre la población, los bienes, servicios y el medio ambiente.
Volver a empezar: el papel de la educación tras el terremoto de 1861
Todos debemos asumir la seguridad preventiva como una norma de vida para saber actuar ante este tipo de siniestros. Aunque todavía no se pueda predecir la ocurrencia de los terremotos a fin de disminuir las víctimas, los conocimientos científicos y tecnológicos disponibles en la actualidad son suficientes para prevenir aquellos efectos desastrosos. Sin embargo, esto será posible si toda la población posee un adecuado grado de conocimiento sobre su comportamiento frente a eventos de esta naturaleza, que le permita actuar con racionalidad. Por eso, el sano juicio aconseja adoptar medidas preventivas tendientes a proteger de la acción sísmica tanto la vida humana como todo lo que el hombre construye para su confort. Para ello todo el ambiente creado por el hombre debe poseer un diseño adecuado, tanto en el aspecto edilicio como en el urbano, y una construcción segura.
Complementariamente la población debe tomar conciencia que la prevención sísmica es responsabilidad de todos, motivo por el cual debe prepararse para actuar ante una emergencia sísmica.