Por qué el parlamento serbio terminó en una batalla campal con bengalas y humo
El parlamento serbio se transformó en un polvorín luego de que legisladores opositores encendieran granadas de humo y bengalas. Una diputada sufrió un derrame cerebral, mientras que otra, embarazada, resultó herida.
Una sesión del Parlamento de Serbia se transformó en un escándalo cuando diputados de la oposición interrumpieron el debate lanzando bengalas y granadas de humo. El incidente obligó a las fuerzas de seguridad a evitar un enfrentamiento físico más amplio después de que algunos legisladores se trenzaron en una pelea. Los diputados de la oposición se opusieron enérgicamente a una moción oficialista, negándose a aprobar leyes procedentes de un Gobierno cuyo primer mandatario había renunciado.
A una legisladora la empaparon tras arrojarle agua de un vaso y todo se tornó confuso y dramático cuando se informó que una diputada, Jasmina Obradovi, había sufrido un derrame cerebral como consecuencia del incidente y entonces su vida corría peligro. Otra diputada, embarazada, resultó herida, por lo que se acusó a los revoltosos de poner en riesgo su vida y la del bebé por nacer. Legisladores oficialistas denunciaron que los opositores "lanzaron una granada de fragmentación".
El motivo del caos
Este martes estaba previsto que los diputados votasen una ley que aumentaría el financiamiento para la educación universitaria, una de las principales reivindicaciones de los estudiantes que bloquean las facultades desde diciembre, pero los partidos de la oposición insistieron en que la sesión era ilegal y que primero debía confirmarse la renuncia del primer ministro, Milos Vucevic, y de su gobierno.
En la sesión legislativa, después de que la coalición gobernante, encabezada por el Partido Progresista Serbio, aprobara el orden del día, algunos políticos de la oposición salieron corriendo de sus escaños hacia el portavoz del Parlamento y se enfrentaron a los guardias de seguridad.
La renuncia del presidente
Vucevic renunció a su cargo en enero, cuando las autoridades enfrentaban crecientes protestas luego de que la caída de una cornisa de concreto matara a 15 personas en una estación de tren del norte del país en noviembre, un incidente que los críticos atribuyeron a la corrupción desenfrenada.
El parlamento debe confirmar la renuncia del primer ministro para que tenga validez y es por eso que los partidos de la oposición insisten en que el gobierno no tiene autoridad para aprobar nuevas leyes.