La Guardia Costera de Trinidad y Tobago mató a un bebé venezolano en una balsa de inmigrantes
La Guardia Costera de la excolonia británica reconoció en el texto haber "disparado a los motores" de la embarcación, aunque no su responsabilidad en la muerte del bebé, informó la cadena de noticias BBC.
Un bebé de un año que viajaba junto a su madre desde Venezuela hacia Trinidad y Tobago murió por disparos de la Guardia Costera trinitense contra una embarcación que transportaba a inmigrantes venezolanos, episodio que generó un pedido de investigación "exhaustiva" por parte del Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
"Se descubrió una migrante ilegal adulta que sostenía a un bebé y que indicó que estaba sangrando", añadió un escueto comunicado de la Guardia Costera.
La mujer fue estabilizada y trasladada a un centro de salud local, pero "lamentablemente, se encontró que el bebé no respondía", agregó la comunicación oficial.
La Guardia Costera de la excolonia británica reconoció en el texto haber "disparado a los motores" de la embarcación, aunque no su responsabilidad en la muerte del bebé, informó la cadena de noticias BBC.
La madre resultó herida de bala entre su pecho y la clavícula y se encontraba estable en el hospital Sangre Grande en la isla de Trinidad a la espera de un traumatólogo que confirmara la gravedad de sus lesiones, dijeron fuentes médicas.
Poco después, Venezuela pidió una investigación "exhaustiva" para "esclarecer los hechos".
"El gobierno venezolano extiende sus más sinceras condolencias a los familiares del infante, al tiempo que exhorta a las autoridades de Trinidad y Tobago a realizar una investigación exhaustiva que permita esclarecer los hechos en torno a este fatal incidente en el que, lamentablemente, perdió la vida un niño venezolano", indicó la Cancillería venezolana en un comunicado.
La nota señaló que la Cancillería activará "los protocolos binacionales necesarios para consolidar la dinámica de seguridad transfronteriza que preserve el buen entendimiento" entre ambos países.
El bebé, identificado como Yaelvis Santoyo Sarabia, murió en brazos de su madre, Darielvis Sarabia, durante maniobras de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago para interceptar la embarcación en la que viajaban.
Según las autoridades trinitenses, la embarcación procedente de Venezuela se negó a detenerse ante una voz de alto por lo que agentes de la Guardia Costera hicieron disparos en "defensa propia", pues alegan que temieron por las vidas de la tripulación ante una posible "embestida".
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, conversó con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, para trasmitir el "pésame" a la familia del bebé "y a la comunidad venezolana en general", de acuerdo con un comunicado publicado por su oficina y citado por la agencia de noticias AFP.
Rowley llamó a los venezolanos a "no arriesgar sus vidas" y "las de los demás en los ilícitos y peligrosos cruces" hacia Trinidad y Tobago.
La lancha salió la noche del sábado desde Delta Amacuro, un empobrecido estado de mayoritaria población indígena, donde se calcula que zarpan entre seis y diez embarcaciones diarias con emigrantes, contó el activista de derechos humanos Orlando Moreno.
Las salidas clandestinas han dejado al menos un centenar de muertos y desaparecidos desde 2018, como resultado de una peligrosa travesía en embarcaciones precarias y con sobrepeso que cruzan los 120 kilómetros de trayecto marino que separan a ambas naciones.
Naciones Unidas estima que más de 5 millones de venezolanos han emigrado desde 2015 forzados por la aguda crisis en su país y que unos 25.000 viven en Trinidad y Tobago, país caribeño de 1,3 millones de habitantes que sostiene que tiene registrados a 16.000.