Gustavo Bulgach, argentino en Los Ángeles, contó el horror de lo que se vive en la región
El argentino Gustavo Bulgach cuenta los días dramáticos que se viven en Los Ángeles y cómo la comunidad trabaja incansablemente para combatir la catástrofe.
La situación en el estado de California es crítica y miles de personas debieron ser evacuadas de sus hogares debido a los incendios que arrasan con todo a su paso. Gustavo Bulgach, músico argentino que vive en Los Ángeles, habló con "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y contó cómo se viven estos momentos de tragedia y catástrofe.
"Mañana va a tomar una semana desde que comenzó, la tormenta fuerte de viento fue el martes pasado, como desde las 5 de la tarde hasta el miércoles a la noche. Eso fue lo que realmente detonó toda esta tragedia, el viento corría entre 60 y 150 kilómetros por hora", contó Bulgach.
El músico comentó que California es parecido a Mendoza y señaló que el viento Santa Ana tuvo un impacto que nunca había visto: "Este viento visita la costa oeste una o dos veces por año, todos los años y viene del desierto. La semana pasada vino con una furia que nunca se había visto antes y ese viento corriendo por los cañones de las montañas de Santa Mónica, no se sabe si eso fue lo que prendió, si se cayó un cable de luz o qué pasó".
Además, comentó que hay varias ciudades que se han visto afectadas, como Pacific Palisades, Pasadena o Sylmar: "Esos fueron los tres primeros fuegos y cada uno de los fuegos son grandes como la ciudad de Manhattan o más. Hay que pensar que es montaña más que nada, y esta vez se ha llevado poblaciones de mucha gente y es una desgracia de una proporción gigante. Pero comparando con las víctimas fatales que hay, a mí me parece que en toda esta tragedia hemos sacado lo mejor de lo peor: podría haber sido mil veces peor".
A su vez, comentó que el martes pasado se realizó una evacuación de casi 40 mil personas en menos de un día y que los fuegos esporádicos comenzaron a partir del jueves: "Ahí se prendió cerca del cartel de Hollywood y se prendió del otro lado. Los bomberos vinieron por cientos de miles, creo que hay 250 mil bomberos ayudando de brotaciones de distintos países y distintos estados, la cantidad de fuerza humana es increíble, los aviones hidrantes, todo. Pero hasta que no terminó la tormenta de viento desaforada, ni los bomberos ni nadie pudo hacer nada. Eso fue lo que costó las víctimas fatales de las casas y los barrios al principio. Todo lo que vemos nosotros del horror de las llamas, de los fuegos, de las brasas y el humo, eso ocurrió hasta el jueves. Del jueves en adelante no hay nuevos fuegos y los que están, están siendo contenidos de a poco, pero están siendo contenidos".
El músico intentó graficar lo que se vivió en las jornadas de viento intensas: "No puedo explicarles con palabras el horror que era: un viento que se movían en las casas. Yo vivo a como 8 kilómetros de ahí, en un barrio que se llama Venice, y el viento que había en mi casa, se movía la casa durante un día y algo. Con mi mujer dijimos ‘no lo podemos creer, esto es inusual'. Desde mi casa se veía todo rojo el cielo, se veían las llamaradas de brasas que volaban de forma horizontal y vertical, el humo levantaba las brasas y las transportaba cien o doscientos metros hacia otros lugares. Si esto no hubiese sido una tormenta de viento tan violenta, por ahí no hubiese sido tan terrible la tragedia".
A su vez, Bulgach resaltó el efecto humano para colaborar y poder sobrellevar la catástrofe: "En California se sabe que tenemos un clima muy virgen y que esto ocurre: terremotos, fuego, lo que sea. La gente que vive en California, inconscientemente sabemos que en cualquier momento se viene lo que se vino. Y el factor humano y el factor organización son increíbles. El Rose Bowl, que es un estadio de fútbol, el Dodger Stadium y todos los centros grandes comunitarios están rebalsados de voluntarios, de gente que dona cosas. Ese factor humano es realmente increíble: latinos, tailandeses, chinos, todas las comunidades participan porque aquí no ha quedado nadie sin estar afectado. Estás afectado directamente porque se te quemó la casa o te afecta porque a tu familia se le quemó la casa o a alguien conocido. Nosotros estamos desde el martes con dos familias de los Pacific Palisades que tuvieron que evacuar: una familia perdió todo y la otra familia el sábado a la noche se enteró que la casa está en pie".
Acerca de los evacuados, Bulgach comentó que Airbnb está pagando una semana a cada uno de los damnificados y remarcó la importancia de la movilización de la gente: "Las donaciones de ropa, de comida, de carpa, para no dejar a nadie afuera. Está haciendo frío en California: ahora por ejemplo son las 3:20 de la tarde hay 5 grados, hasta que no salga el sol no va a subir y seguramente hoy suba a 20 como mucho. Y está la alarma de los vientos desde hoy a la tarde hasta el miércoles".
Por otro lado, señaló que hay muchas personas que fueron evacuadas, algunas en forma preventiva: "Acá han evacuado de más, porque no se sabe dónde el fuego va a dirigirse, han hecho un mapa de evacuación un poco exagerado, pero más vale prevenir que curar. La cantidad de muertos podría haber sido por miles porque el fuego viajaba a una velocidad que es imposible de explicar. Tenemos pensado, si esto sigue igual, que el miércoles a la tarde terminen de apagar los últimos fuegos y comiencen la tarea de reconstrucción o no sé lo que harán".
Además, señaló que no se piensa en hipótesis sobre el origen de los incendios: "En este momento toda teoría conspirativa está en contra de la unidad de la gente y de consolar a los damnificados. Poner dedos en quién tiene la culpa o quién no tiene la culpa, primero que no está probado y segundo que lo único que genera es una tensión social que en este momento nosotros en California no lo necesitamos".
Finalmente, señaló que cualquier hipótesis es válida y concluyó comentando el horror vivido: "Todo lo que imaginan no es suficiente, es la mitad de lo que realmente ocurrió. Cuando un desastre natural de esta magnitud ocurre y se desencaja de esta manera con esa ferocidad, no hay nada que hacer: no hay estructura humana, no hay prevención. Lo que hay que hacer es inmediatamente después de la tormenta salir a ver qué ocurrió y a ver cómo lo arreglamos. Hay una combinación de viento, fuego, humo, brasas, baja humedad, la gente muere asfixiada porque no es el fuego lo que te quema, es la situación que es realmente increíble", concluyó.