OpenAI y Google buscan que Trump autorice el uso de contenido de autor para entrenar a sus AI

En un intento por mantener el liderazgo de Estados Unidos en el negocio de la Inteligencia Artificial (IA), OpenAI y Google han solicitado a la administración de Donald Trump permisos especiales para entrenar sus modelos con datos protegidos por derechos de autor.

"El gobierno federal puede garantizar la libertad de los estadounidenses para aprender de la IA y evitar ceder nuestro liderazgo en IA a la República Popular China, preservando la capacidad de los modelos estadounidenses de IA para aprender de material protegido por copyright", señalaron los creadores de ChatGPT, el emblema de la IA generativa. Estas declaraciones se alinean con recientes comentarios emitidos por Google.

La solicitud se produce en el marco del Plan de Acción de Inteligencia Artificial, una iniciativa impulsada por Trump tras su regreso a la Casa Blanca. Su propósito es reforzar el dominio de las empresas estadounidenses en un sector en auge, especialmente tras el ascenso de DeepSeek, una startup china que, con su modelo R1 lanzado en febrero, ha revolucionado la industria gracias a su balance entre eficiencia y costos de desarrollo, representando una amenaza para las tecnológicas de EE.UU.

El plan gubernamental no solo contempla inversiones estratégicas para potenciar el sector, sino también el uso de contenido protegido por derechos de autor para entrenar modelos de IA. Este aspecto ha reavivado el debate sobre el uso de datos con copyright en la creación de modelos de inteligencia artificial. ¿Han respetado los desarrolladores de IA las normativas de propiedad intelectual? La cuestión sigue sin resolverse, mientras los litigios entre autores y empresas tecnológicas avanzan sin un desenlace claro.

Un llamado a flexibilizar las normativas

A través de un comunicado citado por The Verge, OpenAI propuso una estrategia que busca equilibrar la protección de los creadores con el liderazgo de Estados Unidos en IA. La organización de Sam Altman argumentó que es "imposible entrenar modelos de IA sin utilizar materiales con derechos de autor".

Google también se pronunció en la misma línea, defendiendo las normas de copyright que permiten excepciones de uso legítimo y minería de texto y datos. "Estas excepciones han sido fundamentales para que los sistemas de IA aprendan del conocimiento previo y de datos disponibles públicamente, impulsando avances científicos y sociales", señalaron desde la compañía.

Sin embargo, como destaca Engadget, estas solicitudes reflejan una doble vara en la industria. Mientras las tecnológicas estadounidenses buscan autorización para emplear contenido protegido en el entrenamiento de sus modelos, han denunciado a DeepSeek por presuntas infracciones de propiedad intelectual al utilizar información de ChatGPT en su modelo R1.

La administración de Trump ha pedido a la industria privada su opinión para definir políticas que fortalezcan la posición de EE.UU. como potencia en IA. Resta por ver si OpenAI y Google lograrán obtener los permisos especiales que solicitan y si este movimiento afectará el debate global sobre el uso de datos protegidos en la inteligencia artificial.

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