La foto de los rugbiers uruguayos en Mendoza, un día antes de estrellarse en Malargüe
El impacto que ha causado la película de Netflix "La sociedad de la nieve", basa en el libro de Pablo Vierci y realizada por J.A. Bayona con la asistencia del mendocino Alejandro Fadel, despertó la aparición de numerosas imágenes de la época.
Verlos así, llenos de vida, contentos por su incursión a Chile en octubre de 1972, eriza la piel. La foto de un grupo de los rugbiers uruguayos fue tomada en la Avenida San Martín de la Ciudad de Mendoza un día antes de que la nave que los transportaba rumbo a Chile se precipitara en el Valle de las Lágrimas, en Malargüe, dejando sin vida a gran parte de los pasajeros, heridos a muchos que luego murieron a lo largo de los 72 días de espera del rescate y con milagrosamente vida a los que ya son conocidos por todos y que retrata la nueva película "La sociedad de la nieve".
Santiago Montiveros recordó en el diario Mendoza Post la charla con Carlitos Páez en la que contó qué hicieron en Mendoza ese día de la foto.
"La sociedad de la nieve": explotan los grupos de fanáticos del accidente de los uruguayos
Rememoró allí una nota publicada por Memo: "Durante 71 días, además de buscar la manera de aguantar en un territorio no apto para la vida, los uruguayos repasaron en sus mentes, una y otra vez, dos cosas: la última comida caliente que habían disfrutado antes de subir al avión y la cama en la que descansaron la noche previa a iniciar la etapa final del viaje. No es una suposición, sino parte del relato de Carlos Páez, sobreviviente del 'milagro (o tragedia) de los Andes', en una entrevista con el autor de esta nota, años atrás".
Además de haber sido el lugar en el que impactó el avión de la Fuerza Aérea Uruguaya, Mendoza fue el sitio en el que los 40 jóvenes y allegados disfrutaron de la última comida caliente y descansaron cómodamente por última vez en mucho tiempo. Sin embargo, ni en la película norteamericana de 1993 ("Viven") ni en la producción española que se estrenó recientemente en Netflix ("La sociedad de la nieve"), se hace mención a aquello: en ambas reconstrucciones, hay una conexión directa entre Montevideo y la cordillera, sin mencionar la "escala" mendocina.
- Ustedes en la noche del 12 de octubre se quedan por razones climatológicas en el Gran Mendoza.
- Sí, nos quedamos en Mendoza y lo que recordamos en los siguientes 70 días fue Mendoza, porque fue la última comida, el último restaurante, las últimas personas que habíamos visto. Mendoza fue para nosotros un referente, porque estuvo bien presente.
El plan de vuelo original establecía partir aquel 12 de octubre desde Montevideo y ese mismo día aterrizar en Santiago de Chile. Sin embargo, por las condiciones climáticas en la cordillera, y las limitaciones del avión -un Fairchild FH227 con una posible altitud máxima que dificultaba el cruce de los Andes en condiciones climáticas desfavorables-, generaron una escala en El Plumerillo, para pasar la noche en Mendoza y al otro día, el 13 de octubre de 1972, partir hacia Chile.
- ¿Te acordás qué hicieron aquella noche del 12 de octubre en Mendoza?
- Fuimos a comer a un restaurante que se llamaba "Avenida", que era de un uruguayo, Manuel Iglesias. Recuerdo que le cantamos el himno y el tipo se emocionó y no nos dejó pagar, lo que nos vino bárbaro porque queríamos guardar la plata para Chile (el restaurante "Avenida" se encontraba en av. San Martín, entre Rivadavia y Montevideo). En el momento, yo tenía 18 años y habíamos conseguido 70 dólares para ir a Chile, por lo que no queríamos gastar nada. Nos quedamos un día en Mendoza, en donde lo pasamos bárbaro. Me acuerdo que me tomé una botella de vino y me caí en una acequia. Y ahora vemos menos acequias de las que recuerdo de aquella época.
Ese 13 de octubre de 1972, el avión partió de El Plumerillo rumbo al sur, con la idea de cruzar hacia Chile en una zona más baja de la cordillera. Este "plan" se muestra en la película "La sociedad de la nieve", pero no se menciona la escala en el Gran Mendoza. La aeronave iría hacia Malargüe, giraría al oeste rumbo a Chile y luego de pasar Curicó, iría rumbo al norte para llegar a Santiago. El problema, y la causa del accidente, fue que los pilotos se confundieron y, por la poca visibilidad, pensaron que habían cruzado Curicó cuando, en realidad, no lo habían hecho. En otras palabras, giraron hacia el norte en medio de picos montañosos que los sorprendieron, cayendo en lo que luego se bautizaría "Valle de las Lágrimas", en Malargüe, a un par de kilómetros de la frontera con Chile.
Otro dato que contó en aquella entrevista Carlos Páez, es que los zapatitos rojos que muestra la producción norteamericana (una reconstrucción más "romántica" que la película española) fueron comprados en un comercio mendocino y eran de otro color. En "Viven" ("Alive" en inglés), el personaje que interpreta a Nando Parrado, antes de partir junto a Roberto Canessa en busca de ayuda, le entrega un zapatito pequeño a uno de los compañeros que se quedó en el avión con la esperanza de que volverían a juntar ese par de escarpines, lo que finalmente ocurrió.
- ¿Los zapatitos rojos que aparecen en la película "Viven" los compraron en Mendoza?
- Sí, los compró Nando (Parrado) en Mendoza. Los compró para un sobrino porque no sé si era el cumpleaños o qué. En realidad eran azules, pero en la película los pusieron rojos porque se veía mejor como color.
Más allá de la historia particular de Carlos Páez y su caída a una acequia, la última cena en el restaurante mendocino, en el que los estudiantes descubrieron que el dueño era compatriota y comieron gratis tras cantar el himno, bien podría aportar más a la reciente película que algunas escenas de "relleno", como la del aeropuerto de Carrasco.
El juez apasionado por la Tragedia de los Andes que logró conservar parte del avión
La escala del avión en El Plumerillo, las condiciones meteorológicas que la motivaron y las experiencias vividas por el grupo en la Ciudad, completarían una historia que desde 1993 el cine cuenta de forma incompleta, porque entre Montevideo y la montaña, estuvo Mendoza y pasaron cosas que los supervivientes recordarían en los momentos más duros de sus vidas.