El mendocino que, desde Letonia, colabora con el pueblo ucraniano

Alejandro Héctor Funes es mendocino pero desde ya varios años vive fuera de Argentina. A sus 51 años ha recorrido y vivido en varias de las principales ciudades del mundo porque como se dedica al mantenimiento inmobiliario, cuenta que siempre ha tenido trabajo en todos lados. Ahora, y desde hace siete meses, vive en Letonia.

Este fin de semana estuvo en una ciudad llamada Kuldiga que, luego de Riga, es la segunda más grande de Letonia, un país con alrededor de 2 millones de habitantes en total. En diálogo con Memo, quien se hace llamar 'Alex' en aquel lugar del mundo (porque a los lugareños les es más fácil de pronunciar) contó su experiencia de vida y dio su visión de la guerra en la que Rusia está invadiendo a Ucrania.

"Letonia está pegado al mar Báltico, era un país que pertenecía a la Unión Soviética (URSS), luego se independizó (en 1990) y se integró a la comunidad europea y a la Otán. De ahí empezó a crecer económicamente junto con Europa. Ahora, la diferencia fundamental (respecto a Ucrania) es que no es lo mismo estar en Europa que estar en Rusia", reflejó.

Y siguió: "Letonia siempre fue un país independiente a pesar de que fue conquistado por distintas civilizaciones pero siempre fueron muy pacíficos. Los letones tienen construcciones del año 1.400, mantienen el patrimonio tradicional porque es su historia. Incluso, hablan su propio idioma, que es el letón y yo lo estoy aprendiendo".

Para Alejandro, que se dedica a realizar tareas de electricidad y a las construcciones en seco, los letones son gente maravillosa. "He vivido en Estados Unidos, en África, México pero nunca conocí a gente tan buena. Son súper inteligentes, pacíficos, silenciosos, imitan a los noruegos en el perfil bajo, no les cae bien la gente soberbia. Existen 3 tipos de culturas aquí, principalmente: los letones, que son bálticos; los nórdicos, que son por ejemplo los noruegos y los eslavos", narró.

Su vivencia sobre la guerra Rusia Ucrania

Yendo específicamente a la vivencia que Funes tiene sobre la actual guerra, muy cercana al país en el que vive, remarcó que los letones son gente que sabe de guerra: "No la vieron por televisión, son comunidades que han perdido muchos familiares y la han pasado muy mal. De hecho, hay muy pocos hombres porque se han muerto en guerras y hay muchos jóvenes integrando el ejército".

-¿Cómo fue cuando comenzó la guerra?

-Cuando comenzó la de Rusia y Ucrania la gente comenzaba a caminar con la cabeza gacha, en silencio. Había un ambiente de preocupación y de tristeza porque ellos saben del dolor de la guerra. Estaban muy callados, tenían miedo de que les tocara de vuelta. Un duelo nacional parecía, fue ese el primer impacto que tuve.

Luego, apareció el sentimiento de solidaridad y ayuda al pueblo ucraniano, está lleno de banderas de ese país y la gente usa escarapelas. Es un apoyo permanente. Yo me saqué una foto con un muchacho ucraniano que tenía un cartel que decía algo así como "Antes que la guerra, mejor démonos un abrazo".

La gente acá busca hacer colectas de comida y de todo lo que sea necesario para enviar a Polonia, por donde ingresan los recursos para los refugiados de Ucrania. Obvio que estábamos asustados al principio. Pero luego llegó la Otán al puerto de Riga, representada por barcos ingleses. Ellos están protegiendo nuestras fronteras, las que tiene Letonia con Bielorrusia. Ahí todo se tranquilizó y la gente se solidarizó con el pueblo ucraniano.

-¿Cuál fue tu experiencia ayudando a construir redes de camuflaje para los ucranianos?

-Fue este fin de semana que estuve en Kuldiga. Fui a esa localidad y me impresionó la ciudad, es todo igual. Quería conocerla, fui al casco viejo y vi que los pescadores donaron sus redes de pesca. Las mujeres cortaban tiras de color verde, marrón y negro.

Ponían unos yuyos en una olla y convidaban té para soportar el frío. También había música para alegrar un poco el día, es una banda que anda como en un carrito con instrumentos. Eso animaba la tarde mientras trabajaban haciendo esas redes camufladas que enviarán a la guerra.

Todos colaborando estaban y yo me puse a trabajar con ellos. Se habían organizado en turnos para que no se cortara la movida. Parece simple la tarea pero no lo es. Fue una experiencia muy linda porque no sólo es solidaridad si no es un aporte. Fue muy emocionante para mí, sentí que di mi granito de arena.

-Desde allá, ¿Qué perspectivas de que haya una posible pronta solución al conflicto se percibe?

-Es entendible que Letonia quiera que Ucrania siga siendo independiente, porque eso también les da seguridad a ellos. Les da garantía de que están cubiertos, a pesar de que Bielorrusia está acá pegada. Desde mi humilde punto de vista, creo que Rusia la mayor preocupación que tiene es porque no quiere que pongan bases de la Otán.

Y Ucrania quiere ser independiente porque no quiere ser pertenecer al régimen del Kremlin. Entonces, me parece que en las mesas de negociación que están realizando van a concluir en que no se van a integrar a la Otán, ni la Otán a ellos y todo va a terminar en santa paz. Desde 2014 que están bombardeando ciudades pequeñas y nadie decía nada. Ahora estalló todo porque el presidente ruso, Vladimir Putin, quiere que Ucrania sea de ellos. Pero nunca imaginó que tendría tanta resistencia. Para mí no va han llegar a Kiev. Mi mayor deseo es que haya paz.