Cómo se construyó en tiempo récord la escuela en el predio de Godoy Cruz
Leonardo Bravin es miembro de Vision Building Tech, una empresa de construcción que utiliza métodos tecnológicamente superadores para lograr construcciones a una velocidad asombrosa. Beneficios, ventajas y oportunidades que plantea esta nueva técnica con la que el club Godoy Cruz edificó una escuela en tres meses.
Que una escuela se construya en 60 días parece una utopía. O al menos así sonaba hace no mucho, cuando las construcciones de establecimientos educativos demoraban mucho tiempo. En el predio de Godoy Cruz en Coquimbito, la empresa latinoamericana Vision Building Tech edificó un colegio en un tiempo récord y mostró las posibilidades que ofrecen nuevas tecnologías al momento de construir. Leonardo Bravin, uno de los responsables de la firma, habló con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Ariel Fernández Lavilla en "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y comentó no sólo acerca de la metodología técnica sino también de los beneficios y las oportunidades que aparecen a raíz de los avances tecnológicos.
"Esta escuela es un proyecto que nos pareció muy importante llevarlo a cabo a través del presidente Godoy Cruz que nos contactó, Alejandro Chapini y toda la comitiva directiva. Se construyó en el predio que tiene Godoy Cruz en Coquimbito, nos pareció muy interesante porque el planteo que hace el club no solamente es de preparar jugadores para que sean futuros futbolistas, sino también entregarles una parte de todo lo que es tan importante como es la educación. Uno pasa a las ocho de la mañana por ese predio y ve alrededor de doscientos chicos entrenando, de los cuales de tantos chicos llegarán uno o dos a jugar en primera. El motivo por el que Godoy Cruz se lanza a construir esta escuela es para darle una preparación y que puedan terminar la escuela secundaria aquellos que no puedan llegar a jugar en primera y no solo prepararlos como futbolistas, sino también prepararlos como personas que tengan un título secundario que les permita el día de mañana poder conseguir trabajo", comentó Bravin.
Leo Bravin, el argentino que integra socialmente construyendo casas en Centroamérica
El mendocino contó que el desafío fue planteado en diciembre de 2024 y que la idea era que estuviera lista para comenzar este ciclo lectivo, por lo que la empresa se comprometió a entregarla en 60 días: "Nosotros trabajando con esta tecnología llevamos casi 30 años. Las primeras viviendas que se hicieron en el mundo las construimos en Mendoza, en Maipú también. Tomamos el compromiso de terminar la escuela en 60 días, tiene alrededor de 850 metros cuadrados, cinco aulas, hay una zona de sanitarios y de duchas para los chicos cuando terminan de trabajar, un SUM y después las dependencias de las directoras, salas de profesores. Tomamos este compromiso, comenzamos la obra de realizar las plateas, que es lo tradicional que se hace en cualquier construcción y el 28 de enero nos llegaron desde Canadá los materiales sobre la tecnología con la cual estamos trabajando, que es un encofrado perdido, porque la escuela es de hormigón armado con un encofrado perdido".
El constructor comentó que esta metodología es una construcción tradicional no convencional: "Comenzamos a montar la escuela el 28 de enero. Tuvimos que hacer varias obras complementarias, pero los chicos ya están tomando clases. La escuela está terminada y está funcionando, se entregó la semana pasada. El acto inaugural lo va a hacer el club, va a ser el próximo 9 de abril al mediodía, en el predio de Godoy Cruz. Hemos hecho varias escuelas en Mendoza. Después, por motivos de los problemas económicos y cambios de dólar, nos trasladamos a trabajar a Centroamérica, donde se comenzó a trabajar con nuestra tecnología en el tema de viviendas sociales, escuelas y centros de salud. Básicamente hemos construido alrededor de 2300 unidades en un año en Panamá".
Bravín.
Sobre el sistema de construcción, Bravin lo comparó con el juego "Lego" y señaló que las piezas encajan perfectamente: "Esto es un encofrado que está hecho con una extrusión de PVC, con 12 aditivos que le confieren una cantidad de aptitudes que son muy buenas a lo que está destinado a viviendas sociales y a escuelas por el nulo costo de mantenimiento. Este material se va colocando como un machimbrado, se va armando toda la estructura de escuelas, se coloca toda la armadura horizontal y vertical de hierro, lo cual haría un tabique de hormigón armado y luego se rellena todo de hormigón. Una vivienda de 50 metros cuadrados, cuatro personas la montan en cinco horas. Esto tiene todos los muros, marcos, premarcos de ventana y luego todo eso se rellena de hormigón y se coloca la cubierta de techo, que hemos trabajado con todo tipo de cubierta".
Bravin comentó que han construido alrededor de 50 millones de metros cuadrados en Latinoamérica y que trabajan en una construcción social verdaderamente orientada a la parte social: "Cuando uno habla de vivienda social, lo primero que piensa son materiales de baja calidad, viviendas de muy poco metraje, lo cual a partir de los seis o siete meses, comienzan todas las fallas en agrietarse, en humedad, donde el propietario no tiene los fondos necesarios para poder arreglar esa casa. Quien se queda con la hipoteca de esa casa, después de un año, dos años, recibe una casa en pésimo estado. Cuando uno habla de vivienda social, la mayoría de las empresas se olvidan de la parte social y es la construcción de la vivienda, nosotros en la parte social trabajamos con gente, quizás también hasta futuros adjudicatarios y lo hacemos participar en la construcción de su vivienda, lo cual dignifica a la gente, están construyendo su propia casa y no es un obsequio del Estado lo que le están dando, sino que se están esforzando por tener su casa. Esto ha tenido un resultado sumamente bueno, muy importante, porque hemos hecho seguimientos en obras donde se ha realizado esta metodología de trabajo, donde hemos pasado después de cuatro o cinco años y la mayoría de los chicos, que ya son más grandecitos, te dicen ‘esta casa la construimos con mi mamá'. Lo dicen con orgullo, han hecho crecer sus casas, las mantienen en perfecto estado y no pasa como en algunos lugares donde se les regala la casa, la gente sale de la villa, entra a las viviendas, las desmantelan, se llevan los materiales y vuelven a vivir a las villas".
El miembro de Vision Building Tech comentó que han retornado a la Argentina después de 12 años y que mientras tanto trabajaron en diferentes países de Centroamérica: "Yo creo que la tecnología siempre es sumamente importante, lo vemos absolutamente en todos los temas: telecomunicaciones, en el tema de construcción, lo importante es qué hacer con esa tecnología. Argentina siempre ha sido muy especial en el tema de las importaciones, esta desestabilidad siempre que hay con el tema de una cantidad de dólares que teníamos, no sabíamos con cuál importar, con cuál salir. Nosotros elegimos este porque lo que traemos equivale a un 20% del valor final de la vivienda. El otro 80% es todo Compre Nacional, mano de obra nacional. Lo que se está importando es una cantidad muy pequeña en dólares, pero que es lo que nos permite reducir a una cuarta parte el plazo de ejecución de obra. Hoy se están haciendo licitaciones, donde se están haciendo 30 casas en 300 días, nosotros en Panamá estamos haciendo alrededor de 80 casas mensuales totalmente terminadas".
En referencia a los costos, marcó que la diferencia radica en reemplazar los ladrillos por hormigón y que la gran diferencia radica en los tiempos de ejecución de obra: "Esta escuela estaba prevista con un plazo de ejecución de un año y se terminó en 60 días. Esos 10 meses restantes que está la empresa constructora trabajando, pagando obreros, seguros, la inestabilidad que existe en Argentina, cualquier cambio ejerce una modificación del tema dólar, lo cual le aumentan los precios. Hemos llegado a que hoy las empresas constructoras en vez de tener mayor cantidad de arquitectos e ingenieros, tenga mayor cantidad de abogados para reclamos de mayores costos y cosas que son ciertas, pero se termina pagando alrededor de un 70 o un 80% más de lo que es el costo oficial de la vivienda. Nosotros en algunos países hemos renunciado a los mayores costos, es decir, nos comprometemos en terminar una obra con el valor inicial que parte esa obra. No hacemos modificaciones, no tenemos reclamos. Si hay atrasos de obra, lo asume directamente la empresa. Desde el momento que construimos esta escuela, realmente ha ido una cantidad enorme de gente a visitarla y nadie lo puede creer".
A su vez, Bravin comentó que la empresa tenía una planta en La Plata y que en 2005 se desvalijó, por lo que los inversores canadienses perdieron la confianza. Sin embargo, ya están trabajando nuevamente en el país y señaló los beneficios de este tipo de construcción: "Las ventajas son básicamente costos de mantenimiento: no vas a tener fisuras, no vas a tener grietas. Podés tener exactamente la misma terminación que vas a tener en tu casa de ladrillo, los mismos niveles de terminación. Los costos se reducen, casi en un 15-20% directo sobre la construcción de la obra. Y las desventajas que nosotros hemos encontrado en el país son que no se asumen las nuevas tecnologías como un instrumento para dar soluciones inmediatas a gente que hoy requiere vivienda. El ejemplo que yo te pongo de Panamá, de construir 80 módulos habitacionales en un mes, permite a la gente reemplazar el pago del alquiler en condiciones muy bajas, que están alquilando viviendas muy inestables, y empezar a pagar la cuota de su casa. Esto permite que no haya atrasos en los pagos y le entregás la vivienda a la gente ya con un valor estable".
A su vez, marcó la inestabilidad económica de Argentina y que los gobiernos sostienen leyes de obra pública demasiado antiguas y no han adoptado nuevas tecnologías: "Existen una enormidad de sistemas constructivos. Nosotros hemos trabajado en toda América Latina, podría decir que el 70-80% ya no se trabaja con el bloque de ladrillo, se trabaja con nuevas tecnologías o sistemas constructivos, lo cual permite generar, por ejemplo, mano de obra que no tenga ningún tipo de conocimiento en el tema de construcción tradicional. Es sumamente fácil, se necesitan cuatro personas. En lugares como en la selva en Costa Rica trabajamos con los indígenas para armar tres centros de salud de 600 metros cada uno en 60 días, indígenas que jamás habían trabajado con el sistema, pero hoy tienen sus centros de salud. Capacitamos a la gente y después los ofrecemos a las empresas constructoras para que ellos sigan trabajando".
Sobre las empresas que demoran mucho tiempo en finalizar una obra y terminan generando ganancias a partir de las prórrogas, Bravin señaló que el propio sistema argentino las ha empujado a eso: "En Argentina somos sobrevivientes siempre de la economía, indudablemente pasa eso. Es muy difícil para una empresa constructora poder diagramar una obra a dos años y pensar que no van a haber modificaciones en esos dos años. En dos años en la Argentina cambia la vida, para bien o para mal. En este momento el gobierno lo que ha hecho es facilitar el ingreso de muchos materiales que reducirían enormemente estos plazos de ejecución, facilitarían a las empresas constructoras no solamente la rapidez de ejecución, sino la mano de obra".
En esa línea, señaló: "Se ha perdido el albañil de 20 o 30 años atrás, esa mano de obra desapareció. Cada vez es mucho más difícil encontrarla, cada vez hay más problemas en las ejecuciones de obra que están mal hechas. Hay una frase que dice que la tecnología es sumamente importante, pero mucho más importante es el uso que se le da a esa tecnología. Creo que hoy, con estas aperturas de mercado que plantea el gobierno de Milei, creo que las empresas van a tener que empezar a mirar un poco afuera y los gobiernos darle cabida a todo estos materiales que realmente funcionan hace años y funcionan perfectamente bien".
Bravin marcó que las personas que construyeron la escuela no tenían ningún tipo de conocimiento previo en este tipo de construcciones y que podrían entregar cinco escuelas en un año, además de marcar que las construcciones son sismoresistentes: "Nosotros hemos construido en el Caribe una enormidad de viviendas, hoteles cinco estrellas, vivienda clase media, vivienda clase alta. Son las únicas que se han mantenido en pie porque es una estructura monolítica de hormigón. Desde la platea de hormigón, desde las bases, arrancan pelos de hierro que se insertan dentro de todos los muros y se forma una estructura monolítica de hormigón, la cual ha soportado sismos, el más grande creo que fue en el 2010 en Chile, donde hicimos en Colina 1.500 viviendas. Al día siguiente del terremoto llamé al alcalde para ver cómo había estado todo y me dijo ‘acá te estamos esperando'. Cuando llegamos vimos una comparativa que realmente nos llamó la atención: todas las viviendas que tenían hechas con esta tecnología se mantuvieron todas en pie y las que estaban hechas con bloque estaban todas rajadas. El alcalde de ese momento me dijo ‘vamos a construir Chile con esto'".
Finalmente, Bravin marcó que se puede trabajar con diferentes grosores y alturas y resaltó la importancia de que el gobierno cambie algunas metodologías de llamados a licitaciones para que ingresen nuevas tecnologías: "Se puedan reducir y tener un ahorro muy importante en fondos que el Estado tiene que destinar a viviendas y escuelas. Esta experiencia con Godoy Cruz ha sido muy buena, ha ido gente del gobierno a verla, les ha interesado mucho y creo que puede ser un puntapié inicial para que podamos volver a Mendoza y empezar a trabajar", concluyó.