El semáforo con 16 pantallas que causó caos en Barcelona

En un cruce muy transitado, el Ayuntamiento de Barcelona puso señales para organizar el tráfico de ciclistas. Sin embargo, el resultado final terminó siendo muy confuso.

Aunque las calles existen desde hace más de 2.000 años, recién en 1868 llegó el primer semáforo para poner orden a las intersecciones cargadas de autos y peatones. De hecho, esa es su misión principal: regular el tráfico. Y una de las razones por las que puede cumplirla a la perfección es porque es simple: avanzar, frenar, precaución. ¿Y si en vez de tres señales fueran 16? En Barcelona, sin querer, lo pusieron a prueba, y no salió bien.

La circulación en las calles no solo tiene en cuenta a autos y personas, sino que las bicicletas también juegan un papel importante y también necesitan estar reguladas. De hecho, en la Ciudad de Buenos Aires ya hay hasta una avenida "compartida" por bicicletas, autos y colectivos.

Para ordenar el tránsito de las bicicletas, Barcelona implementó un sistema de semáforos que cuenta con ocho señales cada uno. Se aplican en cruces importantes y marcan cuándo un ciclista puede avanzar, girar a la derecha o girar a la izquierda. En el caso del cruce de la ronda Sant Pere y la calle Méndez, por ejemplo, un semáforo indica si las bicicletas pueden girar a la derecha (con dos luces, roja y verde), seguir adelante (otras dos luces, también roja y verde) o girar a la derecha (una luz amarilla que indica un "circule, pero ceda el paso al peatón"). Entre las luces y las tres señales de giro, son ocho pantallas que ve el ciclista.

El problema fue que, justo al lado de ese ya complicado semáforo, se instaló otro del mismo tipo, que regula el tráfico de bicicletas que viene desde otra calle. De esta manera, quien pasa por el cruce de Sant Pere y Méndez se encontrará con un total de seis direcciones y diez órdenes. La situación sorprendió a usuarios de las redes sociales, que inmediatamente se hicieron eco del semáforo "tetris" que confunde a Barcelona.

Todo legal

Ante el revuelo en redes, medios locales contactaron rápidamente al Ayuntamiento de Barcelona en busca de una respuesta a tan curioso semáforo. La respuesta fue que, con la instalación de esas señales, pretenden que la circulación sea más ligera y que sólo hay que prestar un poco más de atención cuando se llega hasta él.

"Se da el cruce de dos carriles bici bidireccionales en un punto que no tiene chaflán, no estamos inventando nada, simplemente se indican todas las opciones posibles", respondieron por su parte fuentes municipales a La Vanguardia, remarcando que "el semáforo cumple la normativa, como todos los que se instalan en la ciudad".

Por otro lado, ciclistas dijeron a El País que la mayoría de ciclistas habituales del lugar se acostumbrarán a la nueva señal, que ya sirvió de punto de atracción a los curiosos dispuestos a fotografiarlo y publicar el novedoso semáforo en las redes sociales.

Esta nota habla de: