Un año de una guerra que nadie nunca imaginó posible

El 24 de febrero de 2022 Rusia invadía Ucrania y el mundo se horrorizaba y se conmovía. Una guerra absurda que, en la era de las redes, nos toca de cerca pero también nos anestesia.

Este 24 de febrero se cumple un año desde el primer bombardeo ruso sobre Ucrania. Hace un año, a pesar de que había amenazas por parte de Putin y de que se veían las imágenes satelitales de la artillería rusa tomando posiciones de ataque, nadie creía que Putin realmente fuera a iniciar una guerra. 

Tampoco nadie creía, mucho menos Putin, que Ucrania resistiría. Los consejeros de guerra de Putin le habían asegurado que en pocos días, menos de una semana, las fuerzas rusas habrían tomado Kiev y no habría más guerra. Nunca llegaron al centro administrativo de Ucrania. 

El Primer bombardeo a Ucrania se pudo ver incluso por televisión

El Primer bombardeo a Ucrania se pudo ver incluso por televisión

Nadie nunca se imaginó que esta guerra absurda podía sostenerse durante un año y hoy, occidente le rinde homenaje a Ucrania por el coraje de enfrentar esa guerra. Edificios iluminados con los colores de la bandera ucraniana en todo el mundo, videos con palabras de todos los cancilleres europeos, el himno ucraniano en el piano de todas las embajadas británicas, cientos de tuits de personas de todos los países del mundo honran hoy al pueblo ucraniano. 

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, envió un mensaje a los ciudadanos, como hace cada día desde el comienzo de la guerra. "Fue un año de dolor, tristeza, fe y unidad. Y este año, nos mantuvimos invencibles. ¡Sabemos que 2023 será el año de nuestra victoria!", aseguró el mandatario que, aunque durante los primeros días de la invasión rusa, aseguraban que había dejado Ucrania, siempre estuvo en su país. Su primer viaje al extranjero fue días antes de Navidad, cuando fue a Estados Unidos. 

La invasión rusa a Ucrania bombardeó la sensación de falsa seguridad que había en occidente, nadie creía que pudiera haber una guerra en un país Europeo en este tiempo de redes sociales y de información inmediata. Todo el mundo se quedó despierto hasta altas horas el 24 de febrero del año pasado, sin poder creer los videos, las fotos, los posteos que mostraban el comienzo de la guerra. 

Ahora, 1100 Londres, 0800 Montevideo, el Reino Unido observa un minuto de silencio en conmemoración de un año de horror en Ucrania provocado por una invasión sin razón de Rusia. Mis colegas en Embajadas por el mundo tocan el himno nacional de Ucrania para mostrar nuestro apoyo. pic.twitter.com/DlDhxMWa8R— Faye O'Connor (@FayeOConnorFCDO) February 24, 2023 Los ministros de Asuntos Exteriores de los países de la UE grabaron un vídeo en el que cada uno de ellos describía Ucrania en una palabra. Eso es lo que pasó https://t.co/eMBCrKv42B— Tte.Dan %uD83E%uDE96 (@kozako01) February 24, 2023 El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, envió un mensaje a los ciudadanos, como hace cada día desde el comienzo de la guerra. "Fue un año de dolor, tristeza, fe y unidad. Y este año, nos mantuvimos invencibles. ¡Sabemos que 2023 será el año de nuestra victoria!", aseguró el mandatario que, aunque durante los primeros días de la invasión rusa, aseguraban que había dejado Ucrania, siempre estuvo en su país. Su primer viaje al extranjero fue días antes de Navidad, cuando fue a Estados Unidos. La invasión rusa a Ucrania bombardeó la sensación de falsa seguridad que había en occidente, nadie creía que pudiera haber una guerra en un país Europeo en este tiempo de redes sociales y de información inmediata. Todo el mundo se quedó despierto hasta altas horas el 24 de febrero del año pasado, sin poder creer los videos, las fotos, los posteos que mostraban el comienzo de la guerra. La masacre de Bucha, uno de los peores ataques sobre civiles por parte de los rusos

La masacre de Bucha, uno de los peores ataques sobre civiles por parte de los rusos

Tal vez lo peor es que hoy, un año después, ya es una noticia más. otro hecho sangriento, otra masacre, otro horror al que nos fuimos acostumbrando los que estamos muy, muy lejos del frente.   

 


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