Tarjetas prepagas en Argentina: cómo las usa cada generación

La Generación Z lidera la digitalización de pagos, mientras que los mayores aún prefieren el plástico físico.

 El ecosistema fintech en Argentina sigue evolucionando, y las tarjetas prepagas se consolidan como un medio de pago cada vez más popular. Según el informe semestral GP Insight de Global Processing, las transacciones con este tipo de tarjetas crecieron un 39% en 2024 respecto del año anterior, con un aumento del 234% en el volumen operado. Pero más allá del crecimiento general, lo que realmente marca la diferencia es cómo cada generación usa estos medios de pago.

Datos generales de Global Processing

Datos generales de Global Processing

Generación Z y Post Z: los reyes de lo digital

Los nacidos entre finales de los 90 y principios de los 2000 han hecho de las tarjetas prepagas un pilar de su vida financiera. Su preferencia por lo digital se refleja en que el 60% de sus transacciones ocurren en el mundo no presente, es decir, en compras online, suscripciones a plataformas y débitos automáticos. Además, son los principales impulsores de las tarjetas virtuales, cuyo uso creció un 75% en 2024.

Los rubros que más consumen son gaming y entretenimiento (27%), seguido de servicios profesionales (14%) y streaming (14%), lo que demuestra su afinidad con la tecnología y los servicios digitales. También destacan en el uso de pagos contactless, que representan 5 de cada 10 transacciones con tarjetas prepagas.

Generación Y (Millennials): el equilibrio entre lo digital y lo físico

Los Millennials, nacidos entre los 80 y mediados de los 90, han adoptado la digitalización, pero aún mantienen ciertos hábitos tradicionales. Usan tarjetas prepagas tanto en compras online como en tiendas físicas, combinando pagos contactless con el uso de tarjetas físicas en supermercados y gastronomía.

Si bien recurren a tarjetas virtuales para suscripciones o pagos digitales, siguen utilizando los métodos de pago más tradicionales en el comercio físico. En comparación con la Generación Z, tienen un menor porcentaje de transacciones en el mundo digital, pero siguen la tendencia creciente hacia pagos sin contacto.

Generación X y Baby Boomers: el plástico sigue siendo clave

A medida que aumenta la edad, la preferencia por los pagos físicos se hace más evidente. Las generaciones X y Baby Boomers siguen apostando por las tarjetas presentes, utilizando chip, banda magnética y contactless en puntos de venta físicos.

Además, aunque representan una menor cantidad de usuarios de tarjetas prepagas, los Baby Boomers registran el ticket promedio más alto, lo que indica que, aunque realicen menos compras, suelen gastar más por transacción. Su principal uso de las tarjetas prepagas está ligado a supermercados, combustible y gastronomía, priorizando rubros esenciales sobre compras digitales.

Un futuro sin efectivo, liderado por los jóvenes

El informe deja en claro que el camino hacia una economía digitalizada está siendo liderado por la Generación Z y los Post Z, quienes han convertido las tarjetas prepagas en una herramienta esencial para su vida financiera. Mientras tanto, los Millennials acompañan el cambio con una adopción híbrida, y las generaciones mayores siguen optando por métodos más tradicionales.

"Las generaciones más jóvenes están impulsando la transformación digital en los pagos, con una clara inclinación por los débitos automáticos y las compras online. En cambio, las generaciones mayores mantienen su preferencia por las tarjetas físicas, lo que refleja cómo los hábitos de pago evolucionan según las necesidades de cada grupo", concluyó Patricia Furlong, CEO y presidente de Global Processing.

Tarjetas prepagas en Argentina: cómo las usa cada generación

Con estos datos, queda en evidencia que el uso de tarjetas prepagas no solo está en expansión, sino que también está redefiniendo el comportamiento financiero de cada generación. Mientras la Generación Z avanza hacia un modelo de pagos 100% digital, las generaciones mayores aún sostienen el uso del plástico, marcando un contraste en la forma en que cada grupo encara la evolución del dinero.


Esta nota habla de: