Unos 30 restaurantes ofrecerán comida tradicional mendocina en sus cartas
El enoturismo fue lo primero que posicionó a Mendoza. Ahora viene el tiempo de su gastronomía. Pero nada se puede hacer sin compromiso de todos los sectores e, inclusive, de la sociedad en forma individual.
Hace muchos años Perú descubrió la forma de que el turismo que tenía a Machu Picchu como destino exclusivo dentro de su territorio se volcara al resto del país. Fue cuando apuntó a consolidar uno de sus valores ahora distintivos: la gastronomía. Nadie niega hoy que Perú tenga las mejores cartas de comida del mundo, entre la oferta criolla y el sincretismo logrado con sus corrientes migratorias, tanto asiáticas como europeas. Ese es un magneto que atrae a millones de visitantes y, de hecho, muchos hasta hacen escala uno o dos días en Lima cuando viajan a otras partes del planeta, solo para disfrutar de alguna comida en sus cada vez mejores restaurantes.
Eso es lo que quiere hacer Mendoza. La vitivinicultura trajo al turismo enológico. En algunos casos, el turismo "salva" la escasez de recursos que deja una industria en crisis y, de hecho, también al resto de la economía, ya que los servicios (y entre ellos los vinculados a la actividad turística) representan el mayor ingreso de Mendoza junto al petróleo. Pero la industria del vino con sus problemas frente al cambio climático no puede considerarse eterna, de allí la necesidad de diversificar las opciones de atracción turística.
Una vez terminada la Vendimia, de hecho, el Ministerio de Cultura y Turismo presentará el plan que ha sido discutido con los diversos sectores vinculados a la gastronomía y el hospedaje y de arranque serán unos 30 los restaurantes que tendrán su primera carta con opción de comidas locales.
La idea que fuera anticipada a Memo por la titular del área, Mariana Juri, tiene ejes transversales que involucran la inclusión económica de diversos sectores.
Por ejemplo:
- Una respuesta de los restaurantes a una demanda señalada por los visitantes en materia de disponibilidad de productos autóctonos y platos tradicionales en las cartas.
- Elaboración de productos de temporada, que fomenta la compra a pequeños productores, a aquellos que se esmeran en darle calidad a sus cultivos especialmente, y que además abarata los costos por no ser ni importados ni de otro período del año.
- Se servirán en vajilla elaborada por artesanos mendocinos, basados en las características de la tradición y la historia, generando una demanda y, por consiguiente, una oportunidad para trabajar y vender este tipo de elementos.
"Cada uno de esos platos van a ser servidos en vasijas que están preparando desde el Mercado de Artesanías", señaló Mariana Juri en su diálogo con Memo.
Asimismo, restará seguir trabajando para que en los restaurantes esté la posibilidad de pedir de postre fruta local en fresco, como la uva, duraznos, ciruelas, cerezas, peras, damascos, o en platos preparados con ellos. E inclusive se ha hablado de iniciar una campaña de rescate de los higos, de algún modo menospreciados, pero con gran potencial para su consumo solo o acompañados por frutos secos del Valle de Uco, por ejemplo.
En esa misma línea, se buscan formas de estimular la presencia de la dulcería local en los desayunos de hotel y en los cafés, bares, drugstores de toda Mendoza. En muchos municipios se estimula la elaboración artesanal con los controles de calidad y bromatológicos adecuados y hoy en día no es fácil encontrar la opción de untar una tostada con alcayota, membrillo, tomate, zapallo o arrope, como sucedía años atrás.
El trabajo recién empieza y hasta que el proyecto se ponga en marcha definitiva hay tiempo para que más sectores sumen su punto de vista y apoyo.
Como señalan desde el sector turístico y gastronómico, es tan bueno debatir el tema como cerrarlo con conclusiones y medidas concretas que realizar. Y eso podría empezar a ocurrir más temprano que tarde.
Hasta tanto ello ocurra, desde Memo queremos encontrar y difundir los locales en donde se pueda desayunar con dulces y productos de Mendoza: