Si tenés una de estas míticas sillas, conservás una pieza de museo
Desde la "Generación de los séniors" hablan de la existencia de un "diseño silver". En su web, dieron cuenta de esta nota, que puede moverte a reconocer que lo viejo no necesariamente pierde valor. Ni vos ni tus sillas. Mirá.
Fueron creadas hace más de medio siglo y todas forman parte de la historia del diseño internacional. Estas sillas son piezas de coleccionista, están en los museos y nos recuerdan que el diseño "silver" está más de moda que nunca.
1. Silla 214 de Thonet. La madera era curva
En 1850, el constructor de muebles alemán Michael Thonet incorporó una nueva técnica a sus productos manufacturados: el curvado de la madera maciza en caliente. Podía así fabricar en serie más mobiliario y ampliar la exportación de su estilo clásico que ya adquiría fama en Europa tras decorar en su totalidad el Palacio Liechtenstein de Viena. Unos años más tarde, en 1859, lanzaría al mercado uno de sus modelos de sillas más populares, la 214, que aún hoy se comercializa. Sin apoyabrazos, con respaldo abierto y una estética clara y reducida, este tipo de asiento permitió, por primera vez, el empaquetado de hasta 36 sillas desmontadas en una caja de un metro cúbico, lo que permitió su exportación mundial.
La silla Wassily o Modelo B3 trae en su espalda la leyenda de que fue diseñada por el pintor abstracto Wassily Kandinsky, que en 1925 -año de su lanzamiento- era profesor de la Escuela de la Bauhaus. Pero no, sus creadores fueron Marcel Breuer y Marcel Bouvier que, en agradecimiento de su maestro, hicieron un duplicado para su oficina personal. Su diseño fue una revolución en la época por la utilización de tubos de acero, una estructura de acero niquelado y cromado, y un asiento y respaldo que podía presentarse en cuero, lona o tela.
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3. Banco Batlló. El legado de Gaudí
El arquitecto español más internacional y afamado de la historia, Antoni Gaudí, también diseñó mobiliario para vestir todos sus edificios modernistas. Uno de ellos es el banco Batlló, que también se puede encontrar como silla y que aún hoy produce la empresa de mobiliario BD, con toda la riqueza de detalles con la que en su día se fabricaron los originales. Se trata de elemento en roble macizo barnizado diseñado en 1906 para el comedor principal de la Casa Batlló del Paseo de Gracia barcelonés.
4. Lounge Chair y Ottoman. Más fotogenia
La primera vez que vimos en televisión esta silla diseñada por Charles y Ray Eames en 1956, fue en el programa de la NBC que lideraba la mítica actriz Arlene Francis, seis años más tarde. Desde entonces, se ha convertido en el objeto de la firma Vitra más habitual en las pantallas: desde películas como Iron Man (2006) o Closer (2004) a series como Gossip Girl (2007) o Frasier (2003), entre otras. Con el Ottoman (reposapies) a juego, es uno de los grandes muebles del siglo XX. Tapizado de diferentes maneras, con carcasas de madera y un marcado estilo gótico, es la silla favorita de James Bond, del Doctor House o Bill Gates.
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5. Silla Panton. Oda al ‘pop art'
Fue la primera silla de plástico moldeado. Creada en 1959 por el diseñador danés Verner Panton, su idea era crear un silla apilable creada en un solo bloque. Producida por Vitra en siete colores, es uno de los iconos más visibles del movimiento pop art, y forma parte de colecciones de museos como el MoMA de Nueva York, el Design Museum de Londres o el Designmuseum Danmark de Copenhague. En la película El lobo de Wall Street (2014), de Martin Scorsese, aparecía en varias escenas en el despacho de Leonardo Di Caprio.
6. Silla Barcelona. Un trono de 1929
Sus proporciones armónicas y su estilo escultórico ha convertido a esta silla en uno de los objetos más relevantes del diseño en el siglo XX. Creada por Lilly Reich y Ludwig Mies van der Rohe para el pabellón alemán de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, fueron utilizadas como tronos para los reyes de España en su visita a dicho evento. A la venta, en la actualidad, por la firma Knoll, en su origen fue producida en acero inoxidable pulido con asiento y respaldo en cuero de piel de cerdo. En la película American Psycho (2000), el histriónico protagonista Patrick Bateman, encarnado por Christian Bale, las luce orgulloso en color blanco en su elegante apartamento.
7. Silla Tulip. El futuro desde los sesenta
La obsesión del diseñador finlandés Eero Saarinen fue siempre la misma: construir una silla que no tuviera cuatro patas. El resultado lo consiguió en 1956 con la Tulip, una pieza realizada en su origen en casi de una pieza de fibra de vidrio, pero que después tuvo que producirse en aluminio para que no se doblase. Con un aspecto monocromo intencionado, hoy la vende la casa Knoll y sigue siendo un símbolo del futurismo de los años sesenta. De hecho, una versión de esta silla fue utilizada en la saga de Star Trek a finales de esa década. Unos prototipos que llegaron a venderse por más de 18.000 dólares la unidad.
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8. Silla 051 Capitol Complex. Desde India
En los inicios de la década de los cincuenta, India encargó al arquitecto Le Corbusier que creara una nueva ciudad de la nada: Chandigarh. La urbe incluía viviendas, edificios comerciales e institucionales. Allí creó el famoso Complejo del Capitolio, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Para decorar este magno edificio gubernamental, Le Corbusier llamó a su primo, Pierre Jeanneret, que se encargó de crear mobiliario ad hoc inspirado en la cultura de aquel país. Así nació la silla 051 Capitol Complex, un objeto en madera de roble o teca maciza con asiento de caña vienesa cuyo sello era una V invertida en los soportes laterales. Hoy, esta silla ha vuelto a recuperarse por la firma Cassina, en una versión en roble negro natural y teñido.
9. Zig-zag chair. Bailar sentados
Cuando el arquitecto holandés Gerrit Rietveld diseñó en 1934 esta sorprendente silla, estaba introduciendo un nuevo modelo de construcción y hasta una forma de sentarse. Cuatro paneles que se doblan secuencialmente, desde arriba hasta abajo, y que provoca un elegante baile que, aunque parezca inestable de un primer vistazo, resulta rotunda, segura y firme. Distribuida en la actualidad por la firma Cassina, está realizada en madera de cerezo y de fresno natural y también se puede encontrar teñida en rojo, azul, amarillo, blanco y negro.
10. Eames Plastic Chair. El arcoíris era esto
El prolífico matrimonio formado por Charles y Ray Eames son los responsables de muchos de los muebles que aún hoy vemos en nuestras casas. Un ejemplo es esta silla, lanzadas en 1950 como la primeras de plástico de producción industrial en la historia del mueble. "Conseguir más de lo mejor para más gente y por menos", era la frase que los arquitectos y diseñadores repetían tras lanzar una nueva creación, y con la Plastic Chair lo cumplen a rajatabla. Producida hoy por la casa Vitra, los Eames aprovecharon al máximo las ventajas de la resina de poliéster reforzada con fibra de vidrio para crear una silla dinámica, rígida, agradable al tacto y que se podía fabricar en serie. Hoy las conocemos hasta en 14 colores.