Por un corrupto de Senasa, podría no haber frutas en Mendoza
El funcionario no controló una carga de pomelos que, luego de que se distribuyera desde el Mercado, se descubrió que tenía larvas. Ahora Senasa les impone a los puesteros condiciones que no pueden cumplir.
Por un inspector del Senasa que no hizo bien su trabajo, en Mendoza podría haber escasez de cítricos, además de que decenas de puesteros del mercado de Guaymallén, se pueden quedar sin trabajo.
La situación insólita se dio a raíz de que un cargamento de pomelos proveniente de Salta no fue correctamente inspeccionada y, desde el mercado en Guaymallén, se envió al sur de Mendoza y otras provincias de la Patagonia. Al legar a los destinos, descubrieron que los pomelos estaban infestados con larvas de Mosca del Mediterráneo.
Así lo contó José Filmus, uno de los puesteros que fue afectado por esta situación que ahora deriva en que los mendocinos no puedan traer más cítricos.
"Aunque se investigó y se llegó al inspector de Senasa que no controló ni fumigó la fruta, ahora el Senasa se puso muy rígido diciendo que nosotros ahora no podemos comercializar al sur de la provincia ni al de la Argentina a no ser que hagamos una burbuja con los cítricos", explicó.
El problema es que, para cumplir con esa normativa, no solo el distribuidor tiene que cubrir un costo mucho más alto, sino que además no tienen la infraestructura ni la logística necesaria, porque una "burbuja" implica espacios y cámaras frigoríficas para grandes cantidades de fruta que no es la que acostumbran a comprar y luego distribuir los puesteros.
En cuanto al Iscamen, Filmus explicó que, si bien es el organismo que controla el tránsito de la fruta dentro de Mendoza, en este caso, que viene de otra provincia, lo que controla es que tenga el visto bueno del Senasa, por eso se dejó pasar esa carga de pomelo.
En resumidas cuentas, por un error de un funcionario de su propio organismo, con esta medida, Senasa cierra un nodo de distribución de fruta muy importante que es Mendoza para el oeste argentino.
Para Filmus, es una disputa política: "El Senasa está dirigido por una persona que es contraria al color político del gobierno de Mendoza, por eso ahora nos ponen esto a nosotros pero en el Litoral no tienen ningún problema para mandar el cítrico al sur. Hay proveedores del litoral que ahora están abasteciendo a clientes nuestros", precisó.
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Frente a esta situación, los puesteros distribuidores del mercado de Guaymallén tomaron la decisión de "no pedir nada al litoral", es decir, que no van a comprar cítricos hasta que se revierta esta exigencia de la burbuja y quede como era hasta ahora, es decir, que los controles los haga Senasa, que es su función.
"Por un tiempo naranja y mandarina no va a haber", alertó Filmus, a la vez que dijo que mañana tienen una reunión con el Presidente de Iscamen para ver si ellos pueden ayudar, "pero es muy difícil que el Senasa se ponga de acuerdo con Iscamen, ayer tuvieron una reunión virtual y Senasa no da el brazo a torcer", advirtió.