Seis economistas analizan el impacto de la pandemia en la economía de las mujeres

Cinco mujeres y un varón, todos especialistas en el rubro económico, realizaron su análisis sobre el informe "Desafíos de las Políticas Públicas frente a la Crisis de los Cuidados. El impacto de la pandemia en los hogares con niñas, niños y adolescentes a cargo de mujeres".

La Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género y Unicef, publicaron recientemente un extenso informe denominado "Desafíos de las Políticas Públicas frente a la Crisis de los Cuidados". Allí, el principal foco de la investigación realizada por Roxana Maurizio y Mora Straschnoy, es "El impacto de la pandemia en los hogares con niñas, niños y adolescentes a cargo de mujeres".

Por la extensión del documento, desde Memo tomamos las principales anunciaciones y análisis que realiza para luego ponerlos a consideración de seis especialistas en economía, cinco de ellos mujeres y uno, varón.

Entre los principales lineamientos que aporta este trabajo, que también está respaldado por el ministerio de Economía de la Nación, determina que la crisis generada por la pandemia de covid-19 reforzó las desigualdades económicas preexistentes y tuvo un impacto asimétrico sobre los/as trabajadores/as informales, especialmente las mujeres y los/as jóvenes, que perdieron empleos e ingresos.

Con lo cual, indica la investigación, se acrecentaron las tareas de cuidado y domésticas y eso repercutió directamente en las niñas, niños y adolescentes. En este contexto, los hogares con NNyA a cargo de una mujer (monomarentales) han sido los más afectados por la doble crisis: la económica y la crisis de los cuidados.

Así, se analiza también que en Argentina, antes de la pandemia, 5 de cada 10 mujeres participaba en el mercado de trabajo. Pero, hacia el segundo trimestre de 2020 -cuando los contagios iban en aumento y las medidas de aislamiento eran más estrictas-, las que participaban en el mercado laboral eran 4 de cada 10.

En el momento de mayor cierre de la economía argentina, incluso, la tasa de participación económica de las mujeres cayó 8,2 puntos porcentuales (pp), dejándolas en un nivel comparable al de dos décadas atrás. Con lo que más de 1 millón y medio de mujeres salieron de la actividad.

En cifras concretas, siempre según el documento mencionado, la tasa de desocupación pasó de 8,9% a 11,7% para la población en general, y de 9,5% a 13,1% para las mujeres. Sin embargo, ese aumento no refleja con claridad la totalidad de las personas que se quedaron sin trabajo. Muchas de ellas no fueron contabilizadas como desocupadas no encontrarse buscando activamente un empleo.

En este sentido, el trabajo da cuenta de dos fenómenos que se retroalimentan: menos mujeres en el mercado laboral significa menos ingresos en los hogares, más pobreza y, por ende, más pobreza entre NNyA. Además, menos espacios de cuidado y falta de acceso a la educación, se traducen en mayores desigualdades en el futuro acceso al trabajo y, por ende, también mayor pobreza.

Asimismo, se refleja que uno de los determinantes clave que explican el acceso al trabajo o los ingresos de los hogares es el nivel educativo de las personas adultas a cargo de los mismos. Y citan como ejemplo que las mujeres jefas de hogares con NNyA sin secundario completo enfrentaron una mayor pérdida de empleo que aquellas en iguales condiciones sin NNyA a cargo.

Como análisis general, desde la visión con la que está realizado el trabajo (proveniente, en parte, de un ente gubernamental), se indica que "la perspectiva de género y de niñez en el análisis del impacto de la pandemia sobre el tejido social y productivo permite romper con un círculo de pobreza y desigualdad, mejorar la calidad de vida de la sociedad en su conjunto y dotar al Estado de herramientas más eficaces para cerrar brechas de género".

Los análisis de las economistas y el economista

Ahora bien, con el extracto de contenido del informe ya sobre la mesa, los distintos expertos realizaron su análisis para Memo. Así, entre las personas consultadas, hubo miradas académicas, otras empresariales, algunas más técnicas y, por supuesto, no faltó la visión estatal, justamente porque en su título el documento refiere a los desafíos que deben enfrentar las políticas públicas.

Carina Farah

Docente e investigadora.

Seis economistas analizan el impacto de la pandemia en la economía de las mujeres

La docente e investigadora mendocina, Carina Farah, explicó que todo surge "justamente de asimetrías estructurales que vienen ya instaladas entre varones y mujeres desde hace siglos. Lo que hoy se conoce como ‘piso pegajoso' se traduce en estos indicadores. Frente a la pandemia, cuando ha sido necesario ponerle más horas al trabajo reproductivo en el hogar y a las tareas de cuidado, son las mujeres las que lo hacen", comenzó manifestando.

Profundizando, Farah marcó que cuando crece el desempleo crece mucho más entre las mujeres jóvenes, que son las que tienen hijos en edad escolar y están empezando a insertarse en el mercado laboral. "Esa inserción es en tareas más precarizadas y con salarios que están por debajo del promedio. Esto termina, como corolario, en un aumento de la pobreza, sobre todo en los hogares de mujeres con niños a cargo y por lo tanto en los menores de edad", indicó.

En su análisis, la crisis de la pandemia viene a profundizar cuestiones que están instaladas y que responden a la cultura. "Muchas veces, desde el feminismo, cuando se habla de patriarcado es justamente por estas estructuras que se terminan traduciendo en impedimentos económicos o en trabas para que las mujeres puedan tener una inserción igualitaria", reflexionó.

Ahondando en el concepto de piso pegajoso, dijo que es un fenómeno bastante particular que se da dentro de los hogares cuando hace falta que alguien se haga cargo de tareas de cuidados. Y ejemplificó: cuando los hermanos más grandes tienen que cuidar de los más chicos, la que se queda suele ser una hermana y el hermano sale a buscar trabajo para recomponer ingresos.

"Esta asimetría hace que esa chica que se tuvo que quedar a cuidar a sus hermanitos después, cuando pueda salir a buscar trabajo, ya tenga menos calificaciones que su hermano que salió antes. Esto le hace más difícil la inserción, sobre todo en tareas con remuneraciones más altas y terminan prestando servicios domésticos", definió.

Para Farah, el camino para terminar con "la pobreza en les niñes, es empezar por la situación de las mujeres. Desde hace muchos años se viene correlacionando el nivel de educación de los hijos con el que lograron alcanzar sobre todo sus madres. Eso responde a patrones culturales, ya que en hogares heteroformados, suele ser la mujer la que se queda con los hijos".

En su conclusión, es muy importante "apuntar a las políticas de género, sobre todo de inserción laboral, de reducción del desempleo, de aumento de la actividad económica, de capacitación y de educación para empezar a romper estos paradigmas y que eso se traslade en cambios estructurales para la vida de les niñes".

Lucía Cirmi Obón

Directora Nacional de Políticas de Cuidado. Docente en temas de economía feminista. Magister en Política Social.

Seis economistas analizan el impacto de la pandemia en la economía de las mujeres

Desde Buenos Aires, el contacto realizado por Memo fue con Lucía Cirmi Obón. Actualmente, es la Directora Nacional de Políticas de Cuidado. Pero también es docente en temas de economía feminista y magister en Política Social.

"El Indec hizo una encuesta el año pasado y evaluó que en 7 de cada 10 hogares en donde se incrementaron las tareas de cuidado por el covid, sólo las mujeres tomaron esa nueva responsabilidad. Muchas reportaron luego ansiedad, insomnio, depresión. El resultado final es que la tasa laboral terminó cayendo para las mujeres", empezó.

Para la funcionaria nacional, según los indicadores laborales muchas mujeres se salieron del mercado de trabajo. "Pero lo que pasó en realidad fue que muchas tuvieron que dejar trabajos o se quedaron sin trabajo, pero tuvieron que trabajar de cuidar gratuitamente adentro de sus casas. Lo cual no pasó tanto con los hombres", estableció.

En tal sentido, afirmó que el impacto es muy negativo porque no sólo se quedaron sin ingresos si no también con el tiempo ocupado en cuidar. "Por eso es muy importante una política como la tarjeta Alimentar. Por supuesto que la generación de empleo es necesaria, pero no es suficiente porque hay muchas personas cuidando en este contexto y no todas pueden salir a trabajar. Así que es importante que la política social incluya al trabajo pero la exceda también", reafirmó.

A su vez, Cirmi Obón adelantó que ya están trabajando en un anteproyecto de ley "madre" para un sistema de cuidados "que es la respuesta de los estados nacionales a esta problemática. Para que no exista más esa carga sobre las mujeres, necesitás que haya más infraestructura pública, o sea más lugares donde apoyarse para el cuidado, más personas, más políticas de tiempo y de recursos. Y además, también distribuirlo igualmente con los varones".

Asimismo, la economista marcó que los varones son los grandes ausentes pero no sólo en los hogares monoparentales. "Muchas veces no sólo no están si no que tampoco pasan alimentos (lo cual es una gran problemática que recorre todo el país) y cuando están, tampoco se involucran con esas tareas por la misma educación patriarcal. Todo el sistema no espera que sean ellos los que cuidan. Cuando un hombre pide el día en el trabajo para quedarse a cuidar al hijo porque está enfermo le preguntan, ¿y tu mujer adonde está?. Hay algo ahí a transformar y que sólo se puede revertir con política pública", se explayó la directora de Políticas de Cuidado.

Para cerrar, destacó que le parece muy importante que toda la población tome en cuenta que hay un problema distributivo que antecede al problema educativo. "Tus posibilidades de terminar estudios dependen de tu economía. Por eso son tan importantes las políticas como Progresar. Cuando no están resueltas las cosas en tu casa, es más difícil estudiar. El mensaje más peligroso es creer que las personas no estudiaron porque no se esforzaron lo suficiente. Hay muchas barreras sociales de exclusión. Pero la brecha en los cuidados antecede a la brecha salarial, a la feminización de la pobreza y a la violencia de género", concluyó Cirmi.

Paula Pía Ariet

Economista y directora de Gestión Consultores.

Seis economistas analizan el impacto de la pandemia en la economía de las mujeres

"Este doble rol que tenemos las mujeres fue para muchas muy difícil: de repente trabajar en tu casa y además, en el mismo escenario, ser maestra o cuidadora. La posibilidad de concentración en una tarea era compleja. Con lo cual, se generó un estrés en cualquiera de los roles y más en la mamá, porque fue la que más colaboró en el proceso de educación de los chicos en casa", marcó para empezar Paula Pía Ariet.

La economista, analizó que al haber caído tanto el poder adquisitivo de la familia, muchas personas que no trabajan necesitaron incorporarse al mercado laboral y ahí fue donde la vida familiar se vio afectada.

Con una mirada bastante más positiva que sus antecesoras, marcó justamente que la posibilidad de trabajar desde casa fue positivo para muchas mamás que solamente estaba cuidando a sus hijos. "Como toda crisis genera oportunidad, en una empresa de transporte, por ejemplo, dieron una capacitación para que mujeres se inserten como conductoras de camión", graficó.

Así, la también directora de Gestión Consultores analizó que el hecho de que muchas mujeres salieran de la actividad laboral tiene que ver con la caída en la actividad económica. "Hay una correlación directa, mientras más actividad comercial tengas, existe crecimiento económico. Cuando hay menos, decae y eso está vinculado 100% con la cantidad de empleo. Se ha producido un fuerte deterioro en la cantidad de empleo en el mundo y mucho más marcado en la Argentina. Los indicadores de empleo dicen que el informal y el privado cayeron significativamente, no así el estatal y el informal", estableció.

Sobre la dicotomía pandémica salud versus economía y/o viceversa, Ariet remarcó que si bien la situación sanitaria es compleja "hay que generar todas las condiciones para que aprendamos a vivir con esto. En el mundo, la correlación es directa, si cerrás la economía automáticamente cae el empleo y el crecimiento del país", cerró la economista local.

Alejandro Trapé

Profesor de Política económica argentina y director del Centro de investigación y vinculación económica. Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Cuyo.

Seis economistas analizan el impacto de la pandemia en la economía de las mujeres

Para Alejandro Trapé en el informe existen algunas incongruencias. "La informalidad, justamente por no estar registrada, no puede medirse. Sólo se estima. Tampoco puede saberse si en la informalidad hay más hombres o mujeres (en la construcción la mayoría son hombre y en el servicio doméstico, mujeres). Es probable que exista una mayor proporción de mujeres en la informalidad, pero es una intuición solamente. Por supuesto que si es así, sus ingresos fueron muy afectados", comenzó marcando como postura disruptiva respecto a las anteriores.

Seguidamente, el profesor de la UNCuyo reconoció que la mujer se encarga mayormente de los cuidados del hogar y que las complicaciones derivadas de tener los niños en casa recayeron sobre ellas: "Esto deriva de una sociedad machista hacia adentro (además de serlo 'hacia afuera'), donde en el hogar se asigna esta tarea de cuidado -bien de niños o bien de adultos mayores- a las mujeres".

En cuanto al dato del informe que estipula que "más de 1 millón y medio de mujeres salieron de la actividad", el economista marcó que si bien puede ser cierto "no tengo el comparativo para los hombres, ya que también su tasa de participación cayó. En realidad depende mucho de los tipos de tareas que debieron paralizarse".

Respecto al acceso a la educación, Trapé evaluó que se trata de una "profundización de la desigualdad porque las mujeres que tienen secundario completo seguramente antes de la pandemia tenía mejores empleos y salarios que las sin tal nivel de educación. Con la pandemia estas últimas son más golpeadas por los despidos. Nuevamente, lo mismo pasa con los hombres", remarcó.

Para el final, el investigador resaltó que la perspectiva de género mejora y potencia todo tipo de políticas. "La distinción salarial y de empleo entre hombres y mujeres no tiene ningún fundamento ético ni económico, más allá de una severa deformación social como es el machismo. Es cierto que hay actividades que las mujeres realizan mejor (por su percepción, su sensibilidad, su enfoque, sus destrezas) y otras que las realizan mejor los hombres (por su fortaleza física). Sin embargo, son las menos, la mayoría de las tareas pueden ser realizadas por ambos", terminó Trapé.

Ana Paula Poblete

Licenciada en Economía, egresada de la Universidad Nacional de Cuyo.

Seis economistas analizan el impacto de la pandemia en la economía de las mujeres

"El enfriamiento de la actividad económica que trajeron consigo las medidas sanitarias implicaron tanto un aumento de la tasa de desocupación, como una retracción de la tasa de actividad femenina. Hubo muchas mujeres que perdieron su empleo y al buscar uno nuevo no lo encontraron (en el primer caso), o pasaron a ser registradas como ‘inactivas' (en el segundo)", expresó como introducción la economista Ana Paula Poblete.

Siguiendo, marcó que lo señalado se explica, entre otros factores, en el contexto de casi paralización de la actividad económica que desalentaba la búsqueda de empleo y en la demanda de cuidados en el hogar que se exacerbó ante la virtualidad escolar y el cierre de espacios (en su modalidad presencial) de contención educativa y social.

"Aun las que no perdieron su empleo, sufrieron la sobrecarga de la ‘doble jornada', superponiendo el trabajo del ámbito privado con las tareas del hogar, cuya demanda se amplió dramáticamente durante las medidas de ASPO/DISPO", remarcó la licenciada.

Además, Poblete dio cuenta de que la pandemia profundizó desigualdades preexistentes, relacionadas con el reparto de las tareas del hogar que, en general, implica una sobrecarga de responsabilidades de cuidado sobre las mujeres. "También con los sectores en los que participan mayoritariamente las mujeres en el ámbito privado, muchas veces altamente precarizados. Por ejemplo, el empleo doméstico, a pesar de estar regulado", deslizó.

En cuanto a la salida, para revertir estas situaciones de desigualdad, definió que es necesario que las mujeres tengan "la posibilidad de trabajar más horas en tareas remuneradas del sector privado, ya sea mejorando el reparto de responsabilidades del hogar y/o con políticas de Estado que tiendan a la desfamiliarización de las tareas de cuidado. Por ejemplo, a través de la ampliación de la oferta de jardines maternopaternales estatales", cerró la economista.

Belén Paz

Economista. Se desempeña en el Instituto de Trabajo y Producción de la Universidad Nacional de Cuyo, en el que funciona el Observatorio Laboral.

Seis economistas analizan el impacto de la pandemia en la economía de las mujeres

"Primero que nada, lo que dice el informe respecto al covid, la caída en la tasa de actividad, el aumento del desempleo y cómo esto ha tenido mayor impacto en los niños y las mujeres, es algo que se ha observado en América Latina en general. Allí, los sectores más afectados fueron servicio doméstico y restaurantes y hoteles. En cuanto al sector público, la administración y los servicios de salud, tuvieron un menor impacto en cuanto a pérdidas de empleo. Pero, al ser educación y salud los primeros en la línea de batalla, empeoraron las condiciones laborales. Y claramente son tanto educación como salud, son sectores que están feminizados", comenzó explicando Paz.

Con un análisis más técnico que sus predecesores, la economista agregó que la contracción del cuentapropismo fue mucho más grande que la que se produjo en el empleo asalariado. "A su vez, dentro de la categoría asalariados particulares y donde la mayoría son mujeres, también hubo una mayor caída: alrededor del 32%", indicó.

En el caso de la profesional del Observatorio laboral de la UNCuyo, los datos que aportó -además de su análisis, estuvieron más focalizados en Mendoza. "Aquí la situación es igual de grave (que en Argentina y América Latina): fue el segundo aglomerado del país que tuvo una mayor retracción del empleo privado registrado en empresas de 10 personas o más, llegando al -4,7% y acumulando ya 30 meses consecutivos de caída del empleo privado formal", puntualizó.

También, aseguró que observando el aumento de la tasa mendocina de desempleo por género, no se ve que las mujeres hayan sufrido un mayor aumento que los hombres. "No obstante, la brecha sigue existiendo; las mujeres presentan una mayor tasa de desempleo que los varones. Lo que da cuenta de las dificultades a la hora de acceder al mercado de trabajo y también de cómo eso condiciona a la hora de acceder a los ingresos para el hogar. El porcentaje de mujeres que se encuentran en la informalidad es mayor al de varones", subrayó.

Por último, Paz detalló que en Gran Mendoza para 2020 las asalariadas no registradas fueron el 43% y los varones el 38%. Tasas, en ambos casos, bastante superiores a las que se presentaron a nivel país: mujeres (28%) y varones (29%).

"La Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) también habla de pensar las estrategias de reactivación económica con una mirada feminista, de la sostenibilidad de la vida y de que enfocados en educación, salud, servicios de cuidado se puede llegar a revertir todos estos indicadores", cerró la economista mendocina. 

Esta nota habla de: