Chile transformará agua de mar en potable a un ritmo de 21.000 litros por segundo
en la actualidad el vecino país tiene una capacidad instalada de producción de 6.653 litros por segundo, en 10 plantas desalinizadoras.
En medio de la crisis hídrica que se vive en muchas partes del mundo, se buscan alternativas para el abastecimiento de agua para las poblaciones. En ese contexto, y con una de las sequías más importantes de su historia, un reciente catastro oficial realizado en Chile revela la existencia de nuevos proyectos públicos y privados para desalinizar agua de mar.
No se trata de algo nuevo en el vecino país, pero si aparece fuerte como alternativa para el caso de la emergencia que se vive. En los últimos cinco años hubo boom en la construcción de plantas desaladoras para uso minero y consumo humano en gran parte de la zona centro-norte del país.
De acuerdo a Pulso, en la actualidad el vecino país tiene una capacidad instalada de producción de 6.653 litros por segundo (l/s), en 10 plantas ubicadas principalmente entre Antofagasta y Atacama. Mientras el 76% de dicha producción se destina a la minería, el 24% restante es para consumo humano.
Según la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables (GPS) del Ministerio de Economía, en este momento existen proyectos en desarrollo por 14.584 litros por segundo adicionales, con lo que se espera totalizar una capacidad instalada de 21.237 litros por segundo en los próximos años y así, más que triplicar la actual producción.
A las ya consolidadas plantas de desalinización para mineras en la zona norte, como las de BHP Escondida en Antofagasta y la de CAP en Atacama, se han sumado en los últimos años nuevos proyectos que están en construcción y otros que ya han sido aprobados ambientalmente.
Quebrada Blanca 2 de Teck en la región de Tarapacá y la de Trends en la región de Atacama, cuya capacidad de producción de agua desalinizada bordea los 1.750 litros por segundo.
Para María Molinos, vicedecana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica, y experta en temas de agua y energía, las plantas desalinizadoras en Chile son una buena opción dentro de un menú de alternativas de gestión hídrica. "La desalinización puede ser la solución a casos puntuales, concretos, donde se requiere agua en determinados sitios, pero no puede ser la única solución", afirma la especialista.
El costo aproximado hoy de desalar agua de mar en Chile es de un dólar por metro cúbico, pero los expertos creen que podría seguir bajando en el futuro, de la mano de los menores valores de la energía que se utilice para la producción de agua desalada.
En la actualidad, el costo energético representa entre el 30% y hasta el 50% del costo operacional total de una planta, con lo que se convierte en la variable más importante a la hora de pensar en reducir el precio del agua.
Si bien las plantas son una realidad en el norte, en la zona central y especialmente en la Región Metropolitana, donde no están cerca de la costa, la situación es más compleja. El propio gobernador metropolitano, Claudio Orrego, no descartó la semana pasada un racionamiento de agua potable para Santiago este año.
Bajo este crítico escenario, ha vuelto el debate sobre la viabilidad de una planta desaladora para abastecer la Región Metropolitana (RM). Para el superintendente de Servicios Sanitarios (SISS), Jorge Rivas, es adecuado preguntarse en este momento si la zona central necesitará en el mediano plazo disponibilidad de agua más segura a través de una planta desalinizadora, pese a sus altos costos actuales. Los principales problemas son la distancia y que se debe levantar una enorme cantidad de esa agua a 500 metros y hasta 1.000 metros.
Molinos coincide en que aún los costos de tener una planta para la capital son elevados y se debe evaluar su impacto ambiental, pero desde el gobierno señalaron que no existen en este momento planes para construir una planta.