"Inflexibilidad": por qué la merma en la cosecha no hará subir el precio de la uva
Aunque la regla por excelencia es que cuando un bien es escaso su valor sube, esto no se aplica en el caso de la vitivinicultura. La explicación de un especialista.
A pesar de que el miércoles 15 de febrero el gobierno anunció que Cancillería firmó un trato con Estados Unidos en el que ambos países acordaron una cuota exportable al mercado estadounidense que ronda las 40 mil toneladas anuales, unos días después el gobierno de Mendoza adelantó que pedirá que este año no se imponga el cupo para elaboración de mosto en Mendoza.
La decisión fue tomada después de que el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), a cargo de Martín Hinojosa, entregara el pronóstico de cosecha que calcula una merma de 23% respecto a la cosecha del año pasado en Mendoza.
"Reducir aún más el stock vínico podría afectar negativamente los precios pagados al productor", explicaron desde el gobierno.
La afirmación desconcierta dado que cuando un bien es escaso tiende a subir de precio, pero esto no parece pasar con la uva. Para explicar esta situación, Memo consultó con el economista José Vargas que señaló que "estas medidas de establecer regulaciones o un cupo fue con el objetivo de, entre comillas, equilibrar el mercado". Esto quiere decir que se hizo con el fin de evitar que hubiera excedente de vino que terminara por bajar el precio de la uva.
"Con todas las heladas tardías, el granizo y demás, sabemos que hay una merma importante en el nivel de producción y eso ha afectado considerablemente a la industria y por eso ahora se toma la decisión de eliminar este cupo. Está claro que al haber menor oferta y en peores condiciones de calidad de producto era de esperar que el precio cayera", explicó.
La vitivinicultura, en otro de los ciclos de crisis habituales
En cuanto a por qué no sube el precio de la uva, un productor vitivinícola explicó que "en realidad el precio de la uva es inflexible a la suba porque pierde demanda. En el vino juegan otros factores como el precio de los secos (botellas, corchos) que pesan más que el precio de la materia prima. La inflexibilidad (o inelasticidad) de los precios en la economía tiene que ver con una resistencia de los precios para cambiar rápidamente en respuesta a los cambios en la oferta y la demanda".
"Aunque haya menos materia prima y los productores podamos competir en mejores condiciones, no podemos subir mucho el precio de la uva porque la bodega no va a comprar porque no puede subir demasiado el precio porque va a perder mercado. La gente se vuelca a la cerveza o deja de tomar vino si sube mucho y en el mercado externo dejan de comprarte", agregó.
De todos modos, los precios de la uva que se están manejando ya muestran un alza por encima de la inflación, en algunos casos un 15% en otros casos hasta un 30% si se toma en cuenta el 94,8% que acumuló la inflación en 2022. Ahora, lo que el gobierno espera es que, si San Juan acepta el cupo cero para la elaboración de mosto (que no significa que no se hará sino que no es obligatorio), eso influya para subir el precio de la uva al poner en competencia a las mosteras con las bodegas.