Gustavo Lázzari, Lacha: "Lo más importante es dejar atrás un lastre de décadas"
Señaló el economista Gustavo Lázzari: "Lo más importante, lejos, del día es que tras dejar atrás un lastre de más de una década, el Gobierno puede retomar con aceleración y fuerza la agenda de baja de costos impositivos, laborales, regulatorios, etc".
El ministro Luis "Toto" Caputo anunció la tercera fase del plan económico. Lo hizo, dice Gustavo "Lacha" Lazzari, "con audacia y sorpresa".
En su tradicional newsletter, Lazzari, uno de los economistas que más conoce a Javier Milei, analiza los últimos sucesos económicos de Argentina.
Sobre el acuerdo con el FMI, Lacha -hombre de Mataderos e hijo de la entrañable "Lita", destaca esto:
- - Estiramiento de los plazos de pago
- - Aporte de fondos frescos tanto del FMI, como organismos y repos del orden de US$ 32.000 millones de los cuales US$ 19.600 son inmediatos (dentro de los próximos 60 días).
- - Los fondos inmediatos se destinarán a "fortalecer las reservas", lo que quiere decir que el Tesoro recomprará los bonos que tiene en el activo el BCRA
- Con ello, aumenta el activo del BCRA y se reduce la exposición de deuda del Tesoro.
- - Dado que cotiza debajo del valor nominal, la reducción del valor nominal de la deuda del Tesoro en manos del BCRA será mayor. De ahí que se habla que no constituye un "aumento en el stock de deuda").
- - El acuerdo también supone objetivos de acumulación de reservas.
- - Las bandas de flotación se establecieron en $ 1.000 la inferior y $1.400 la superior. Si toca $1.000 el BCRA compra (con la novedad que los pesos que emitiera para esas compras no serán reabsorbidos) y si toca $ 1.400 vende (absorbiendo pesos). "Al establecer las bandas y tener reservas líquidas para intervenir es de esperar que el valor del dólar esté bien debajo de los $1.400", dijo. No obstante, el lunes manda el mercado.
Lacha, a fondo
El economista Gustavo Lázari celebró la eliminación de las restricciones cambiarias y destacó el optimismo que generó en los sectores productivos y comerciales. Por Rivadavia AM 630 sostuvo que la medida representa "la salida del último grillete que le quedaba a la economía" y que, si bien no implica automáticamente "felicidad", sí permitirá que el sistema funcione con mayor fluidez.
"Los que hacemos negocios todos los días detrás de un mostrador no cuestionamos los precios de mercado. Se aceptan o no. Pero el precio es clave porque nos permite tomar decisiones. Con el cepo, estábamos forzados a precios artificiales. Ahora eso se terminó", afirmó Lázari, marcando un cambio de paradigma. Según explicó, con un tipo de cambio determinado por la oferta y la demanda, la noción de "devaluación" pierde sentido: "Devaluar es que el gobierno fije un nuevo valor por debajo del anterior. Pero ahora el precio lo pone el mercado. Por eso hablo de fluctuación, no de devaluación".
Lázari argumentó que la primera reacción del mercado puede implicar un aumento del tipo de cambio, pero eso no debe ser leído como un fenómeno inflacionario automático. "El precio del dólar va a moverse porque ahora refleja lo que realmente vale. Si el viernes estaba a $1.070 y el lunes abre a $1.190, eso no es una devaluación sino una corrección. El precio ahora es libre y refleja la realidad", explicó.
Consultado sobre el impacto en la inflación, aclaró que habrá variaciones en los costos de importación, pero que los empresarios deberán absorber parte de la volatilidad sin remarcar automáticamente. "No se pueden hacer listas de precios todos los días. Habrá que trabajar con márgenes de rentabilidad más amplios, pero esperar a ver cómo se estabiliza el dólar", recomendó.
En cuanto a los alimentos, señaló que el costo de los insumos se calcula con el dólar de exportación, no el oficial. "El dólar de exportación ronda los $1.170. Si el oficial sube un poco más, eso no justifica grandes aumentos en precios de góndola. Hay que tener cuidado con eso", advirtió.
Lázari también subrayó que liberar los precios "siempre es tranquilizador" y que la inflación no está directamente relacionada con el tipo de cambio, sino con la emisión monetaria. "Mientras no se emita dinero a lo loco, la inflación va a bajar. Lo que hay hoy son subas estacionales, como en el precio de las verduras, que se explican por las lluvias y el mal estado de los caminos rurales", dijo. En ese sentido, fue crítico con la desinversión en infraestructura: "Hay rutas que parecen bombardeadas. Y los caminos rurales, cuando llueve, desaparecen. Eso encarece los alimentos, no el dólar".
Sobre las tasas de interés, descartó una suba para desalentar la compra de dólares. "No creo que aumenten las tasas. No hace falta. Hay muchos dólares y van a aparecer más, sobre todo del sector privado. El fondo monetario es el que menos aporta. El campo y el ahorro informal tienen mucho para inyectar si hay confianza", afirmó.
Finalmente, criticó el ruido político que rodea a las decisiones económicas. "Hay que putear un poco menos. El ruido no ayuda al negocio. La economía necesita calma, no declaraciones altisonantes. Hay que dejar que el mercado encuentre su equilibrio", concluyó.