Juan Carlos de Pablo y la luz de alerta por el acuerdo con Fortescue
Para el reconocido economista hay una cuestión clave referida a las condiciones que le tiene que dar el gobierno nacional a la compañía para que se instale finalmente en la Argentina.
El reconocido economista Juan Carlos de Pablo publicó este jueves un artículo en el diario La Nación en el que pone una luz de alerta en el acuerdo entre el gobierno nacional y la minera Fortescue para instalar una planta de hidrógeno verde en Río Negro.
"¿Qué ven algunos australianos que nosotros no?", dice el artículo en el que destaca que la empresa "piensa invertir US$8400 millones, a lo largo de 0 años" y señala con especial atención que "Agustín Pichot, representante de la empresa para América Latina, afirmó que primero hay que acordar 'las condiciones'".
De Pablo se pregunta qué puede haber llevado a la firma australiana a considerar invertir en Argentina, a la luz de las malas condicioens económicas del país. En ese sentido, se mueve entre tres opciones.
1.-La operatoria comenzará cuando las actuales autoridades ya no estén en el gobierno.
2.- Desesperado por mostrar alguna buena noticia, el actual gobierno se está arrodillando delante del potencial inversor.
3.-La producción de hidrógeno verde no tiene más remedio que ubicarse en lugares donde existe un insumo, de imposible o costosísimo traslado en bruto.
Para el especialista lo tercero es lo más plausible, pero la concreción del proyecto depende de lo segundo, es decir, como dice Pichot, de "las condiciones". Recalcó, en ese sentido, dijo que "una inversión extranjera nos conviene a los argentinos si aumenta el producto nacional no el interno".
Por eso, explicó, más allá del anuncio, la clave está en las condiciones bajo las cuales se llevará adelante el acuerdo y la posterior inversión, porque -según De Pablo- pone en duda cuál podría ser el real aporte "si, para que se instalen los australianos, el gobierno argentino les tiene que dar condiciones laborales que no existen para el resto".
"Bienvenidos dicen quienes no son economistas; mostrame las condiciones y después hablamos decimos los profesionales de la economía", concluye.