Commodities y (menor) crecimiento: el retorno de los factores de demanda

Los datos de julio y agosto indican que la desaceleración continuó.

Balanz

- Las preocupaciones sobre una menor demanda en el próximo año producto de la desaceleración económica global vienen filtrándose en las materias primas en los últimos meses.

- Durante buena parte del año, los factores de oferta fueron fundamentales a la hora de explicar los elevados retornos en las materias primas, principalmente en energía y granos.

- El mayor grado de homogeneidad en los commodities estaría quedando atrás y hacia adelante los riesgos a la actividad económica empiezan a pesar mucho más para las materias primas.

- En este reporte analizamos las dinámicas de crecimiento global y las proyecciones económicas a lo largo de las distintas geografías para luego entender que rol van a jugar en los precios de las materias primas.

- Aunque a menor ritmo que en la primera mitad del año, el crecimiento económico global sigue en una senda de desaceleración.

- A principios de año, la economía global mostraba un crecimiento cercano al 4%, mientras que en junio la tasa de expansión interanual del PBI se situaba en 0.5%. Los datos de julio y agosto indican que la desaceleración continuó.

- Buena parte del deterioro en el crecimiento global puede encontrarse en el estallido de la guerra en Ucrania y las incertidumbres derivadas del conflicto, mientras que la estricta política de Covid cero en China junto con el coordinado ajuste global en la política monetaria y las condiciones financieras más restrictivas también hicieron mella en el crecimiento.

- La pérdida de impulso en la actividad económica se está traduciendo en expectativas de menor crecimiento en 2022 (y en 2023.)

- Las expectativas de crecimiento económico para el próximo año todavía tienen (amplio) espacio para ser revisadas a la baja.

- El hecho de que Europa se dirige a una recesión hacia fines de 2022-principios de 2023 es cada vez más aceptado, aunque la magnitud de la posible contracción en actividad va a depender en buena parte de cuan frío vaya a ser el invierno ante el prospecto de restricción de oferta energética por parte de Rusia.

- Por otro lado, el elevado grado de coordinación en la política monetaria es un riesgo para el crecimiento económico global, particularmente si la inflación sigue mostrando señales de resiliencia como lo viene haciendo.

- Nuestro análisis nos sugiere que, sacando de lado los factores de oferta, los prospectos de menor crecimiento tendrán un impacto en los precios de las materias primas, en particular en energía y granos. Los metales preciosos parecerían tener un rol de mayor resiliencia en el escenario actual, con lo que pueden jugar un rol relevante a la hora de pensar la exposición a commodities.

Desaceleración económica e implicancias para las materias primas 

Las preocupaciones sobre una menor demanda en el próximo año producto de la desaceleración económica global vienen filtrándose en las materias primas. Durante buena parte del año, los factores de oferta fueron fundamentales a la hora de explicar los elevados retornos en las materias primas, principalmente en energía y granos. El mayor grado de homogeneidad en los commodities estaría quedando atrás y hacia adelante los riesgos a la actividad económica empiezan a pesar mucho más para las materias primas. En este reporte analizamos las dinámicas de crecimiento global y las proyecciones económicas a lo largo de las distintas geográficas para luego entender que rol van a jugar en los precios de las materias primas. Nuestro análisis nos sugiere que, sacando de lado los factores de oferta, los prospectos de menor crecimiento tendrán un impacto en los precios de las materias primas, en particular en energía y granos. Los metales preciosos parecerían tener un rol de mayor resiliencia en el escenario actual, con lo que pueden jugar un rol relevante a la hora de pensar la exposición dentro de las materias primas. 

Crecimiento económico global: Panorama incierto (y con baja visibilidad)

Aunque a menor ritmo que en la primera mitad del año, el crecimiento económico global sigue en una senda de desaceleración. A principios de 2022, la economía global mostraba un crecimiento cercano al 4% (Gráfico 1), mientras que en junio la tasa de expansión interanual del PBI mundial se situaba en 0.5%. Buena parte del deterioro en el crecimiento global puede encontrarse en el estallido de la guerra en Ucrania y las incertidumbres derivadas del conflicto, mientras que la estricta política de Covid cero en China junto con el coordinado ajuste global en la política monetaria y las condiciones financieras más restrictivas también hicieron mella en el crecimiento.

Los datos de julio muestran un crecimiento global cercano a 0%, mientras que los índices de órdenes de compra de gerentes de manufacturas (PMI por sus siglas en inglés) sugieren que el menor crecimiento se habría extendido en agosto. A nivel global, el índice de PMI compuesto -incluye el componente de servicios y manufacturas- se ubicó por debajo de 50 puntos en el mes pasado (Gráfico 2), moviéndose a terreno contractivo producto de la fuerte desaceleración observada en el sector de servicios en Estados Unidos, cuyo indicador se contrajo a 43.7 en agosto desde 52.7 en junio. De hecho, el índice PMI compuesto para mercados desarrollados se ubicó en 46.9 puntos en agosto, con el componente de servicios en 46.8 puntos, mientras que el de manufacturas se situó en 50.3. Por el lado de mercados emergentes, la normalización de la situación en China en los últimos meses fue un factor clave para estabilizar los indicadores de actividad, aunque la incertidumbre respecto a la dinámica de crecimiento en la mayor economía de Asia sigue siendo elevada. A diferencia de países desarrollados, el PMI de servicios de emergentes se ubicó en 54.9 puntos el mes pasado, mientras que el de manufacturas lo hizo en 50.2 puntos, ambos en terreno expansivo. 

Commodities y (menor) crecimiento: el retorno de los factores de demanda

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