A la espera del acuerdo del FMI, el desconcierto se alimenta por la falta de precisión
Los inversores no solo esperan los detalles de acuerdo sino también los resultados de elecciones de octubre. Escribe Rodolfo Cavagnaro.
El gobierno pudo superar una dura instancia política al conseguir la aprobación en Diputados del DNU por cual se autorizaba la renegociación del acuerdo con el FMI sin ningún tipo de detalles. Esta instancia, además de ser el requerimiento de una ley sancionada por iniciativa del exministro Martín Guzmán, era importante para encarar la parte final de la negociación.
Lo que queda ahora es definir el monto, la forma de desembolso, el destino y la tasa de interés y confirmar los plazos de devolución. Por supuesto, no son temas menores y debería estar definidos para que los trate el Directorio en la Asamblea de primavera. Por esta razón es que Javier Milei se jugó en una entrevista con un medio de Estados Unidos afirmando que el acuerdo estaría listo para fines de abril.
Por algunos trascendidos se ha podido saber que el acuerdo podría alcanzar a un desembolso del unos US$ 25.000 millones, de los cuales unos us$14.000 millones serían para cancelar deuda con el mismo FMI y el resto pasaría a engrosar las reservas del Banco Central, como forma de cancelar unos títulos que le había entregado el Tesoro años antes.
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Otro dato que se filtró sería que el plazo sería 10 años, aunque durante los primeros 4 años no habría que pagar capital, solo intereses. Muchas veces los plazos se fijan como indicativo, pero, siendo sinceros, Argentina no podría cancelar esa deuda de capital más intereses en 10 años, pensando la carga de obligaciones que aún tiene con el sector privado.
En cuanto a la tasa de interés, se había especulado sobre el monto, pero el martes, en la Comisión, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, les dijo a los diputados que la misma sería de 5,63%, mucho más baja de lo que el país conseguiría en el mercado. De todos modos, para ser un organismo internacional, la tasa sigue siendo alta.
Si bien no está confirmado, fuentes del Gobierno dejaron entrever que el ministro Caputo y el presidente del BCRA, Bausili, podrían viajar a esta reunión anual del FMI. Dado que en la misma el Directorio podría aprobar el acuerdo con Argentina, no sería descartable la idea que viajen para apuntalar la negociación.
La reacción de los mercados
La tensión generada por la negociación con el FMI estuvo dada por las dudas acerca de cambios en la política monetaria y cambiaria, es decir, hay quienes dicen que el organismo exigiría una devaluación, algo que el gobierno niega totalmente. La aprobación del decreto por la Cámara de Diputados tranquilizó un poco a los mercados, pero subsistes dudas acerca de los detalles que analizamos antes, pero no tiene confirmación.
La mayor duda reside en la futura paridad cambiaria. ¿Decidirá el gobierno salir del crawling peg? ¿Qué régimen lo reemplazará? ¿Habrá libre flotación o bandas cambiarias? Estos interrogantes son los que siguen dando pie a múltiples especulaciones. Lo cierto es que si el gobierno devalúa lo que genera es una reacción que hace que en poco tiempo todas las variables se ajusten a la misma tasa y en tres meses estamos en misma situación de atraso cambiario, pero con un pico inflacionario.
Qué deuda podrá pagarse con los fondos que vengan del FMI
Las especulaciones dieron pie a que el dólar blue tuviera muchas oscilaciones, con un pico que lo llevó a $1290 para, después de la aprobación del decreto, disminuir un poco hasta $1260. No obstante, los dólares financieros, que es por donde operan la mayoría de grandes jugadores, se mantuvieron por encima de $1290. Tanto en MEP como el CCL mostraron que la tensión se mantiene.
A raíz de estos rumores se vio cómo los exportadores bajaron sus liquidaciones, a la espera de novedades, y los importadores se lanzaron desesperados sobre las reservas del Banco Central para conseguir divisas y asegurase el precio por el mayor tiempo posible. Esto generó que el BCRA haya tenido que vender más de us$1000 millones en la semana para satisfacer la demanda, con pocas intervenciones en el CCL para frenar la suba de los precios.
Lo es casi seguro es que el gobierno no tomará medidas de liberación del tipo de cambio antes de las elecciones, salvo que tuviera un colapso en las reservas y se viera obligado a liberar para que el mercado se encargue de nivelar. Hoy Milei no quiere correr riesgos, pero debe preservar el ambiente monetario, manteniendo el superávit fiscal y la emisión cero, de manera que haya la menos cantidad de combustible en su momento.
Lenta marcha de la economía
Mientras tanto, la economía va recuperando muy lentamente su ritmo en algunos rubros, mientras el gobierno sigue con su esfuerzo por eliminar regulaciones. A medida que se van conociendo, resulta increíble el sistema que habían creado para darle de comer a grupos mafioso que se adueñaron del Estado. No obstante, el nivel de respuesta es lento porque el nivel de crédito para producción sigue siendo lento y aún muy caro para las empresas.
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El INDEC publicó esta semana el índice de precios mayoristas, que arrojó un 1,6%, como resultados del aumento de 1,7% de los productos nacionales y de un 0,5% de los importados. En los productos nacionales sigue impactando la actualización de tarifas, que ahora, incluso se actualizan por sistemas indexados, lo que asegura que no bajarán nunca.
El ritmo de la economía sigue lento y, aunque haya previsiones de crecimiento del 5% hay que pensar que se hace desde una base muy baja, después de tres años de caída del PBI. El problema es que, de mantenerse por más tiempo el cepo, no vendrán nuevas inversiones.
Incluso podemos decir que, aunque saquen el cepo las inversiones vendrán según sea el resultado electoral de octubre. Si son positivas para el gobierno, podría esperarse que mejore el flujo, pero si no lo es, no hay que esperar inversiones. El INDEC publicó los indicadores de empleo del último trimestre, que dieron negativos comparados con el mismo periodo de 2023, pero que desde la caída del primer trimestre han venido creciendo.
El empleo crece, pero de menor calidad y con mucha precariedad. Sigue creciendo el número de monotributistas, sigue creciendo el subempleo y sigue creciendo la gente que, teniendo empleo, necesita tener otro ingreso adicional. Para que el empleo crezca hacen falta inversiones.