Abrió "La María", inversión de un mendocino que se fue y que deja un legado en Chacras
Abrió el nuevo hotel de lujo en Chacras, ubicado en Darragueira 1551.
Ernesto Villarruel se fue en los agitados días del 2001 a probar suerte a Estados Unidos y comenzó lavando autos. La perseverancia lo llevó por el camino hacia su constitución como emprendedor y hoy posee su propia empresa vinculada a la construcción allá. Sin embargo, sus raíces están aquí. Y junto a su esposa, María Aguinaga, "La María", aquella que se apasionó profesional y comercialmente con la pastelería, emprendieron un proyecto de alto nivel y notable personalidad: construir un hotel en Chacras de Coria, pero no cualquiera: uno de lujo, con características únicas y capaz de satisfacer a turistas de alto poder adquisitivo y exigentes.
Así nació "La María", un hotel boutique, 5 estrellas, ubicado en Darragueira 1551, de Chacras de Coria, Luján de Cuyo. Este viernes 15 de marzo fue inaugurado, finalmente con la presencia del gobernador Alfredo Cornejo y muchos invitados especiales.
Cornejo acompañó el acto de los inversores privados.
El nuevo hotel boutique tiene una superficie total de 2300 m2 y la cubierta, de casi 900 m2. Los arquitectos del proyecto fueron Renzo Amici, Iván Radrizzi, Francisco Rodríguez Rolfi y Trinidad Conalbi y el interiorismo estuvo a cargo de María Laura Lacroix.
Muchos de ellos este viernes se pararon frente a los invitados y se emocionaron al ver la obra terminada y una nueva etapa que ya empezó recibiendo a los primeros pasajeros. La tarea de puesta a punto del hotel quedó en manos de una experta que "los deja andando y se va", tal como describen a Belén Graffigna.
El estilo constructivo se denomina 'Santa Fe' y tiene su origen en Estados Unidos. Es un tipo de arquitectura orgánica, inspirada en el desierto, en la que se combinan el lujo y la calidez y -como explicó el arquitecto de la obra- no tiene una sola pared directa, sino que todo exhibe una sinuosidad que lo hace un espacio muy particular.
Despiden con reconocimiento a Patricia Serizola, creadora de bodega Anaia
Todas las habitaciones -que llevan nombres de grandes escritores- poseen equipamiento de alta gama y sistema domótico para el control de luces, cortinas y temperatura. Además, spa con tinas de madera artesanales, sauna y cava. 7 incluyen piscina individual y 4, sauna húmeda. El servicio de gastronomía es la carta, hay seguridad las 24 horas, así como generador eléctrico y tanques de agua propios. Un espacio para practicar yoga y una gran cava con una selección de vinos, curada por el sommelier Claudio Laciar, completan una experiencia 100 % wellness".
La inauguración
María y Ernesto, los propietarios.
