La felicidad en las organizaciones: un camino hacia el bienestar y la productividad
Escuchá y leé qué significa la felicidad en las organizaciones y los Estados. Una entrevista de Gabriel Piconero y Anabel Angileri en el programa EntornoPyme por Radio Post 92.1.
Cada 20 de marzo se celebra el Día Internacional de la Felicidad, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2012 con el objetivo de reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y su importancia en las políticas de gobierno y desarrollo. La idea de medir la felicidad como un factor de progreso ha sido impulsada por países como Bután, pionero en la implementación del Índice de Felicidad Nacional Bruta, un enfoque que prioriza la calidad de vida por encima de los indicadores puramente económicos.
El ámbito laboral y empresarial, así como las organizaciones gubernamentales, están en constante evolución. En este contexto, el bienestar y la felicidad de los empleados han pasado a ocupar un lugar central en las estrategias organizacionales. Durante décadas, el éxito de una empresa se ha medido principalmente en términos de rentabilidad, crecimiento y productividad. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que la satisfacción y el bienestar de los colaboradores influyen directamente en el rendimiento, la creatividad y la sostenibilidad de las organizaciones.
El concepto de "felicidad organizacional" no es nuevo, pero en los últimos años ha cobrado una relevancia sin precedentes.
Países como Bután han sido pioneros en la incorporación de la felicidad como un indicador clave de desarrollo. En 1972, el entonces rey Jigme Singye Wangchuck introdujo el concepto de Felicidad Nacional Bruta (Gross National Happiness), estableciendo que el bienestar de los ciudadanos debía estar por encima del crecimiento económico. A diferencia de los indicadores tradicionales, como el PIB, este modelo evalúa aspectos como la salud, la educación, la cultura, el medio ambiente y la buena gobernanza.
Este enfoque ha despertado el interés de diversas organizaciones y gobiernos en todo el mundo. En el ámbito empresarial, algunas compañías han comenzado a adoptar modelos de gestión centrados en el bienestar de sus equipos, promoviendo una cultura que prioriza la salud mental, la equidad y la conciliación entre la vida laboral y personal.
Como afirmó Gaspar Contreras, director de Alianzas Estratégicas para América Latina en la World Happiness Foundation en una entrevista en EntornoPyme, programa conducido por Gabriel Piconero y Anabel Angileri y emitido por Radio Post FM (92.1 Gran Mendoza; 100.1 Zona Este; 96.7 La Paz; 96.9 Luján) los sábados entre las 10 y las 12 horas: "No se trata de una visión romántica de la felicidad; hablamos de estrategias concretas que impactan en la productividad y en la calidad de vida de las personas".
Gaspar Contreras con Luis Gallardo, presidente de la fundacion World Happiness Foundation y el intendente de la Ciudad de Mendoza Ulpiano Suarez.
En Argentina no existe una medición específica de felicidad organizacional o social, aunque sí se monitorea el ranking mundial de felicidad, que se publica cada 20 de marzo. Este índice mide el bienestar subjetivo de los ciudadanos y posiciona a los países de acuerdo con la percepción de su calidad de vida. En nuestro país, los resultados han fluctuado en los últimos años, pero se mantiene dentro de la media mundial.
Desde el ámbito empresarial, la felicidad no debe percibirse como un concepto abstracto o ligado exclusivamente a la motivación personal, sino como un factor clave para la productividad. Existen experiencias concretas de organizaciones que han apostado por este enfoque y han logrado resultados positivos.
En Mendoza el año pasado, se realizó el Primer Congreso Internacional de Felicidad, en el que se abordaron estrategias para aplicar este concepto en la gestión pública y privada. La premisa fundamental es que la felicidad debe ser una política organizacional y no simplemente una cuestión subjetiva.
Gaspar Contreras junto al ex ministro de educación de Bután, en Brasil.
Algunas ciudades han logrado posicionarse como referentes en la gestión del bienestar ciudadano. Medellín, en Colombia, ha transformado su imagen a través de políticas de bienestar enfocadas en la paz y la reinserción social. En Brasil, Río de Janeiro y Curitiba han desarrollado estrategias para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
En el caso de la ciudad de Mendoza, ha sido destacada por sus iniciativas en este ámbito, mientras que en Chile, Quillota se ha convertido en un modelo a seguir gracias a su enfoque en el bienestar social, impulsado por la gestión del alcalde Luis Meya.
La empresa y el bienestar organizacional
El liderazgo también juega un rol crucial en la promoción del bienestar organizacional. En un contexto donde las jerarquías tradicionales están siendo reemplazadas por modelos colaborativos, es fundamental que los líderes adopten una postura cercana pero firme. "Hoy el liderazgo no es una cuestión jerárquica, sino de cercanía y firmeza", explicó Gaspar Contreras en la entrevista. Un claro ejemplo de esta práctica es Marcos Galperín, fundador de Mercado Libre, quien mantiene una relación directa con sus empleados a pesar de ser el empresario mejor valorado de Argentina.
Sin embargo, el bienestar organizacional no solo debe enfocarse en los empleados, sino también en los líderes. La soledad del liderazgo es un problema creciente en el mundo empresarial. Mientras que las empresas invierten en la salud mental y el bienestar de sus trabajadores, pocas se preocupan por el impacto emocional y psicológico que recae sobre los directivos. "¿Quién cuida al que cuida?", planteó Contreras, señalando la importancia de generar redes de contención para los líderes empresariales. "Si el líder no está bien, difícilmente su equipo lo esté. Debemos acompañar a quienes llevan adelante las organizaciones", agregó.
En muchas ocasiones, estos líderes se enfrentan a niveles elevados de estrés y carga laboral sin recibir el apoyo adecuado. Este fue uno de los temas abordados en el Congreso Internacional de Felicidad, donde se planteó la necesidad de crear redes de contención y espacios de acompañamiento para quienes están al frente de las organizaciones.
Para muchas empresas, la clave está en adoptar una visión integral de la felicidad, que incluya tanto a empleados como a líderes. Existen casos de éxito de organizaciones que han incorporado el bienestar como parte de su cultura empresarial. En Mendoza, por ejemplo, un importante empresario hotelero ha implementado un sistema en el que los miembros de su familia deben pasar por todos los sectores de la empresa antes de asumir roles directivos, fomentando así una comprensión profunda de cada área y promoviendo una cultura organizacional basada en la empatía y el compromiso.
La felicidad en las organizaciones no es un concepto accesorio, sino un pilar fundamental para el desarrollo sostenible de las empresas y las comunidades.
Desde la implementación de políticas públicas hasta el fortalecimiento del liderazgo y la cultura empresarial, es necesario seguir explorando y aplicando estos principios para construir entornos de trabajo más saludables y productivos.
Como dijo Gaspar Contreras en EntornoPyme, "Un individuo que no está bien, no produce, no genera comunidad, no crea relaciones. La felicidad no es un lujo, es una necesidad".
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