Ethereum es ahora una "cripto verde": qué cambio aplicó
Apuesta a un nuevo modelo, diferente al minado, para que se mantenga con mucho menos consumor energético.
Hasta ahora mantener Ethereum funcionando suponía un gasto de energía de unos 72.000 gigavatios hora al año. Eso para "minar" los diferentes tokens y validar en la cadena de bloques, lo que equivale al gasto de energía de un pais como Austria.
Sin embargo, ahora Ethereum apuesta a ser verde y el 15 de septiembre sus responsables completaron la "fusión", una transición que lleva ocho años planificada y que ha cambiado el mecanismo que usan los usuarios de Ethereum para garantizar su correcto funcionamiento.
Con este proceso, aseguran que el coste energético se ha reducido en un 99,9%. Según cálculos de la consultora Crypto Carbon Ratings Institute, ahora consumirá 2 gigavatios hora al año.
Para poder generar nuevos tokens o registrar una operación en su cadena de bloques pública se necesitaba lo que en el mundo cripto se conoce como minado.
Según El Mundo, lo que plantea Ethereum es un modelo conocido como prueba de participación, el cual no se basa en resolver cálculos complejos que requieren tener cientos de ordenadores trabajando a pleno rendimiento durante días resolviendo problemas criptográficos, sino que los propios usuarios de la red ganan el derecho a validar una determinada transacción delegando algunas de las monedas o tokens que ya poseen como garantía.
Aunque en un modelo de prueba de participación hay todavía una prueba computacional, la dificultad de ésta varía en base a la cantidad de las monedas delegadas y el tiempo por el que se delegan, simplificando enormemente el proceso de minado y reduciendo, por tanto, el consumo.
Hay ventajas e inconvenientes para ambos modelos y en ambos casos alguien con malas intenciones puede comprometer la red si consigue tener un papel importante dentro del proceso de consenso.
Ahora la duda es si el ejemplo motivará a otras divisas a seguir un camino parecido. Sobre todo a Bitcoin, que consume entre 90 y 145 teravatios hora al año, equivalente al consumo energético de un país como Suecia.