Entre pesimistas y optimistas, el promedio de inflación anual es de 48%

Desde la Fundación Ideal todos los meses realizan un informe con las "Proyecciones macroeconómicas y la evolución del sector monetario y financiero". Allí, los principales números que se desprenden son los vinculados a la inflación, a los precios mayoristas y a distintas variables de la economía.

Así, para desglosar las cifras concretas, conocer el impacto que esto tiene en los mendocinos y saber si, en este contexto previo a las elecciones, habrá algún cambio (positivo o negativo) en las proyecciones, la consulta fue con el economista en jefe de Ideal, Alejandro Bianchi.

El dato concreto, respecto a la inflación, es que en junio se situó en un 3,2%, y se estima que el 2021 cierre en 48%, aumentando significativamente respecto al 36% del 2020.

"Estos no son cálculos nuestros si no que es un informe basado en el Banco Central y en las proyecciones que hacen las principales consultoras y economistas del país. De todo eso, tomamos un promedio. Ese promedio arroja que la inflación de junio se ubicó en el 3,2 % y no bajará en lo que queda del año. Se va a mantener cerca del 3% cada mes de aquí a fin de año; o sea, bastante alta", comenzó analizando Bianchi.

Y siguió: "Lo cual, termina cerrando en un 48% anual. Es justamente ese el promedio que nosotros obtuvimos, entre el rango de los más pesimistas, que la ubican en un 52%, y el de los más optimistas, que la sitúan en un 43%".

Desde la mirada del profesional, la evaluación es negativa. Se trata de un "mal dato porque el año pasado terminó en 36%. La inflación en 2018 cerró en 48% y en 2019 en el 54%. Después ha estado en el 37% pero analizando lo que son los últimos diez años si bien ya lo hemos vivido, sí va a ser un dato muy alto el de este 2021", subrayó.

-¿Cómo afecta la inflación mendocino de a pie?

-Todos sabemos que la inflación va por ascensor y los sueldos por escalera. Con ello, siempre los sueldos y el poder adquisitivo se están quedando por detrás del aumento de precios. Los salarios demoran en subir así que cuando tenemos estos picos inflacionarios se ven muy afectados. Se dice mucho también que la inflación termina afectando a los más desprotegidos, a los que más lo necesitan. Es decir, tiene un efecto distributivo que hace que los sectores más vulnerables de la sociedad sean los más perjudicados.

Además, afecta todo el aparato económico que ya que genera una inestabilidad muy grande y una falta de proyección enorme. Dificulta toda la estimación y el cálculo económico en las empresas por ejemplo. También produce inseguridad, lo cual afecta a las decisiones de posibles inversiones.

-¿Cómo inciden las elecciones en la inflación?

-Se estaba esperando que se bajara la inflación, que el Gobierno nacional aplicara una política más agresiva para intentar lograrlo. Claramente, al gobierno ahora más que nunca le interesa que baje pero se está mostrando la incapacidad para concretarlo. Hace unos meses se esperaba que bajara más, sobre todo cerca de las elecciones.

Nación está tratando con todos los medios de los que dispone bajarla y no lo consigue. Por ejemplo, está tratando de tener calmado el dólar oficial, de no subir tarifas, está todo al servicio de que baje y sin embargo sigue siendo alta. Creo que esa es la principal preocupación.

Encima las medidas que está tomando son transitorias porque se mantiene el tipo de cambio oficial lo más estancado posible pero la inflación sigue siendo del 3% mensual, en algún momento tendrán que ajustar. Lo mismo pasa con las tarifas, se siguen quedando atrás. Eso genera más subsidios, más gastos y en algún momento el Estado no tiene más dinero para solventarlo. O sea, son medidas que se toman hoy pero que no tienen proyección real de duración e impacto.

-Dentro del informe de Ideal, también establecen que los precios mayoristas alcanzaron una inflación interanual del 66% en mayo. ¿Cuál es la proyección para lo que resta del año?

-No hay proyecciones pero sí es un indicador muy fuerte para proyectar la inflación. Venían con una inflación que se desaceleró mucho al principio de la pandemia, eso ayudó a tener unos meses calmos y ahora han empezado a acelerarse pero muy rápidamente desde hace siete meses. Eso nos da la pauta de que no puede haber una desaceleración muy fuerte de la inflación minorista y mete presión a esos precios.