Una revolución solar está ocurriendo en todo el mundo
Un informe del Banco Mundial que pone de relieve a la "energía barata" que ofrece el Sol en todo el mundo.
La abundancia de energía solar barata fue una vez un sueño lejano. Hoy en día, una revolución solar está ocurriendo en todo el mundo, y las personas, economías enteras y el planeta se ven beneficiadas.
En la última década, más de 1000 millones de habitantes obtuvieron acceso a la electricidad, muchos de ellos a través de la energía solar.
John Masha Ngowa es una de estas personas. Su peluquería en Kilifi, Kenya, no tenía luz eléctrica. Un día, un anuncio publicitario sobre energía renovable fuera de la red llamó su atención.
"En el aviso se mostraba que existía electricidad solar. Opté por escogerla porque no teníamos luz en nuestra casa ni en nuestra tienda", contó Ngowa.
El proveedor de energía le regaló una máquina de afeitar eléctrica como parte del paquete de servicios. "He usado energía solar para cargar la máquina de afeitar. Pude conseguir la rasuradora y un trabajo".
"También he podido aumentar las horas de atención al público, ya que puedo trabajar hasta altas horas de la noche".
En Kenya, más del 90 % de la electricidad se genera a partir de energía renovable, incluida la energía solar. El objetivo del país es llegar al 100 % para 2030.
Hacia un futuro más limpio
Anivel mundial, se espera que la energía solar supere al carbón (i) como la mayor fuente de energía disponible de aquí a 2027. Junto con la energía eólica, la energía solar se ha convertido en la forma más barata para satisfacer la creciente demanda de electricidad (i).
"La energía solar representa un cambio transformador en los ámbitos del clima y el acceso a la energía, y muchos países en desarrollo tienen algunos de los mejores recursos solares y eólicos del mundo", dijo Demetrios Papathanasiou, director global de Energía del Banco Mundial.
Papathanasiou se muestra optimista con respecto a la capacidad de los países de todo el mundo para aprovechar los avances de la energía solar y lograr beneficios extraordinarios, al mismo tiempo que reconoce que muchos países en desarrollo enfrentan obstáculos para obtener el financiamiento necesario que les permita aumentar las inversiones en energía solar.
"Existe la tecnología para suministrar energía solar limpia y barata a millones de personas que aún viven sin electricidad. La comunidad internacional debe intensificar el apoyo para ayudar a los Gobiernos a preparar planes de transición, fortalecer sus instituciones que son el pilar del sector eléctrico, preparar proyectos iniciales y mitigar los riesgos que pueden mantener los costos fuera de su alcance".
África es clave para superar el déficit energético
De los casi 675 millones de personas que aún no tienen acceso a electricidad en todo el mundo, más del 80 % -unos 567 millones- vive en África subsahariana.
De aquí a 2030, las minirredes solares (i) podrían generar electricidad ininterrumpida de alta calidad para 380 millones de personas. Esto sucederá si los Gobiernos y el sector eléctrico trabajan juntos para reducir los costos y superar los obstáculos al financiamiento, como los riesgos tecnológicos, políticos y regulatorios, y la incertidumbre sobre la asequibilidad del servicio.
Lo mismo se aplica a la energía solar convencional.
Hasta hace poco, en la República Centroafricana, un país afectado por conflictos (PDF, en inglés), no se habían realizado grandes inversiones en energía renovable.
Sin embargo, próximamente, un nuevo parque solar que contará con almacenamiento de energía en baterías (i) generará electricidad para 250 000 personas en la capital, Bangui. El parque solar sustituirá más del 90 % de la energía actualmente producida a partir de diésel y aportará más de USD 4 millones anuales a la empresa de suministro eléctrico de la ciudad. La planta de 25 megavatios (MW) también contribuirá a una reducción de emisiones netas de 670 674 toneladas de CO2.
La central es financiada con donaciones del Banco Mundial e inversionistas privados. Es el primero de varios proyectos destinados a expandir la energía limpia en el país, que incluyen soluciones de energía solar a gran escala; minirredes y sin conexión a la red para hogares, instalaciones públicas como escuelas y hospitales, y otros usos, entre ellos bombas de riego y refrigeradores.
Se espera que, para 2030, más de la mitad de la población de la República Centroafricana tenga acceso a la electricidad, en comparación con solo el 18 % en la actualidad.
Con el fin de acelerar el desarrollo del parque solar, el Banco Mundial apoyó directamente al país en la adquisición de recursos y suministros para superar los obstáculos en un entorno complejo y frágil.
Derribar los obstáculos para la energía solar
A pesar de ser una tecnología prometedora, el avance de la energía solar ha sido lento y difícil. Se han necesitado décadas para superar las dudas en torno a la adopción de esta nueva tecnología.
Muchos países se han visto atrapados en opciones de energía con altas emisiones de carbono, gastando hasta seis veces más (i) en subsidios para el consumo de combustibles fósiles que los compromisos asumidos en el marco del Acuerdo de París para combatir el cambio climático.
Las políticas y regulaciones adecuadas pueden ayudar a reducir los costos del desarrollo de la energía solar, atraer financiamiento más barato y alentar la inversión privada. Pero la asistencia oficial para el desarrollo también debe aumentar, y las instituciones multilaterales de desarrollo, incluido el Banco Mundial, tendrán que hacer más.
El Banco Mundial ha adoptado diversas medidas para superar los obstáculos, proporcionando a menudo asesoramiento estratégico y financiamiento esencial para poner en marcha proyectos en el sector.
Hace 25 años, los primeros proyectos de energía solar del Banco Mundial respaldaron el desarrollo de una nueva tecnología -la energía solar concentrada- en Egipto, India, México y Marruecos, y se financiaron con donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
En 2016, el Banco Mundial se unió a otros bancos de desarrollo y entidades de financiamiento para respaldar uno de los proyectos de energía solar más grandes del mundo: la planta de energía solar concentrada de Ouarzazate en Marruecos, una de las pocas en el mundo que utiliza tecnología de avanzada para almacenar energía solar y proporcionar un suministro permanente de electricidad. Hoy en día, el innovador complejo genera suficiente energía para que casi 2 millones de personas puedan cocinar y alumbrar sus hogares, al tiempo que se compensa 1 millón de toneladas métricas de gases de efecto invernadero al año (i).
El Banco Mundial también apoyó el parque de energía solar fotovoltaica de Benban, en Egipto, el cuarto más grande del mundo. IFC (i), la institución del Banco dedicada al sector privado, reunió a un consorcio de 11 instituciones financieras internacionales para invertir USD 653 millones (i) en 13 centrales en el marco del parque solar. El Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (i) (MIGA) del Banco Mundial también proporcionó USD 210 millones en seguros contra riesgos políticos a prestamistas e inversionistas privados para ayudar a sacar adelante el proyecto de Benban.
Pero primero, Egipto formuló una nueva estrategia energética e implementó reformas en el sector de la energía, con la ayuda del Banco Mundial, para eliminar progresivamente los subsidios a los combustibles fósiles y reducir la dependencia del país de dichos combustibles. Entre 2015 y 2017, Egipto aprobó una nueva ley de energía renovable e incentivos para el desarrollo de la energía solar y ayudó a hacer realidad el parque solar de Benban.
En la actualidad, Benban genera de 1500 a 1800 megavatios (MW) de energía al año, suministrando electricidad a más de 900 000 hogares, y reduciendo 1,7 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de las centrales eléctricas convencionales todos los años.
Políticas que impulsan el progreso en materia de energía solar
Con el fin de cosechar los beneficios de la energía solar, India fijó una ambiciosa meta en 2015: 100 gigavatios (GW) de capacidad de generación de energía solar para 2022. El Gobierno comenzó a proporcionar incentivos para el desarrollo de la energía solar y facilitó, al mismo tiempo, el financiamiento en condiciones concesionarias, incluso para los parques solares que, a su vez, abarcaban el gigantesco parque de energía solar de gran magnitud en Rewa, Madhya Pradesh. También adoptó políticas para atraer al sector privado. El financiamiento del Banco Mundial y de los Fondos de Inversión en el Clima (CIF) ha multiplicado por más de 20 (i) la inversión comercial en el proyecto Rewa.
"Las políticas públicas son importantes para eliminar el riesgo de los proyectos de energía renovable", dijo Ajay Mathur, director general de la Alianza Solar Internacional, con sede en India.
"En primer lugar, hubo todo tipo de garantías; En segundo lugar, existía un acuerdo de compra de energía con Delhi Metro Rail, y tercero había un terreno donde los desarrolladores casi podían venir y aplicar el modelo ?conectar y usar'. Este tipo de medidas de política concretas es muy importante para el desarrollo de la tecnología solar en India y en otros países".
Crear mercados de energía solar
El Banco Mundial también proporcionó USD 648 millones en financiamiento con descuento para ayudar a poner en marcha la instalación de paneles solares conectados a la red en techos de edificios comerciales e industriales en India, y alentó a varios estados del país a adoptar regulaciones que impulsen la instalación de granjas solares en las techumbres de los edificios. El mercado de paneles solares en techos aumentó de 454 megavatios (MW) en 2016 a 11 gigavatios (GW) en 2023.
Otros países siguen su ejemplo, entre ellos Nigeria, donde se prevé que un proyecto de instalación de paneles solares en techos residenciales reduzca las emisiones en 13,9 millones de toneladas (i).
El programa Más Energía Solar (i), implementado por el Banco Mundial e IFC, trabaja con los Gobiernos para agilizar el desarrollo de la energía solar y reducir los costos. Este programa permitió a países como Zambia y Senegal generar energía solar a precios asequibles.
Uzbekistán (i) ha recibido apoyo del programa desde 2019. Con la asistencia del Banco Mundial e IFC, el Gobierno atrae inversión extranjera mediante alianzas público-privadas (APP) transparentes y competitivas, con el fin de alcanzar su ambicioso objetivo de generar el 25 % de la electricidad a partir de fuentes renovables de aquí a 2026.
En agosto de 2021, se puso en marcha la primera planta de energía solar de gestión privada del país (i). Puede producir más de 270 gigavatios-hora (GWh) de electricidad anuales, una cantidad suficiente para suministrar luz eléctrica a más de 31 000 hogares y evitar la liberación de unas 160 000 toneladas métricas de emisiones de gases de efecto invernadero al año. Esta APP respaldada por el Banco Mundial e IFC ha allanado el camino para proyectos multimillonarios de mayor envergadura en el sector de energía renovable en Uzbekistán, que actualmente están siendo ejecutados por inversionistas extranjeros de prestigio.
"La primera APP de energía solar ha establecido un punto de referencia para los precios de la energía solar en Uzbekistán, uno de los más bajos en Asia central en este momento. En asociación con el Banco Mundial e IFC, las autoridades están reproduciendo este éxito para atraer a actores privados de alta calidad que desarrollen y financien proyectos más ambiciosos de energía solar y energía eólica en distintos lugares del país", dijo Shukhrat Vafaev, director general de la Agencia para las Reformas Estratégicas que depende del presidente de Uzbekistán, y gobernador suplente del Grupo Banco Mundial. "Producirán más energía verde, ayudando a satisfacer la demanda de electricidad de la creciente economía y población de Uzbekistán, y mejorarán nuestra seguridad energética".
La próxima frontera para la energía solar
En última instancia, ampliar la energía solar solo puede ser transformador si se han sentado las bases del sistema de energía eléctrica, como las líneas de transmisión y las instituciones, para apoyar una transición hacia las energías limpias.
Las redes eléctricas, las empresas de suministro de electricidad y las instituciones públicas que las respaldan requerirán grandes transformaciones y cuantiosas inversiones en muchos países en desarrollo. Sin embargo, desde la crisis financiera y el inicio de la pandemia, no se ha invertido lo suficiente en redes de transmisión y distribución de electricidad.
Y el crecimiento acelerado de la energía solar también conlleva la necesidad de una mayor capacidad de almacenamiento de energía para asegurar un suministro constante (sin importar donde vivan los usuarios del servicio); de lo contrario, la energía solar no se puede aprovechar adecuadamente. La única forma de añadir más energía solar fotovoltaica a las redes es si hay suficiente capacidad de almacenamiento para satisfacer la demanda y la producción de electricidad.
La mayoría de los sistemas de almacenamiento de energía desarrollados hasta la fecha pueden no ser adecuados para las condiciones específicas de los países en desarrollo. Pero en el sureste del desierto de Marruecos, un centro de investigación construido por la Agencia Marroquí para la Energía Sostenible está creando nuevas formas de almacenar energía solar (i) y superar obstáculos como redes deficientes o la falta de equipos de monitoreo y control. El Programa de Asistencia para la Gestión del Sector de Energía (i) (ESMAP) del Banco Mundial se ha unido a varias empresas del sector privado para respaldar y ampliar el centro de investigación.
"Cada vez es más evidente que el despliegue de la energía renovable en el mundo depende de la ampliación de todas las formas de sistemas de almacenamiento y de la inversión en redes eléctricas resilientes. Es la frontera que hay que cruzar para lograr cero emisiones netas y el acceso universal a la energía limpia para 2030", dijo Papathanasiou.
La innovación, la determinación, las políticas inocuas para el clima y las inversiones han ayudado a la energía solar a estar a punto de convertirse en la fuente de energía dominante en el mundo. Al eliminar los obstáculos que aún existen para la energía solar y otras formas de energía renovable, el mundo puede lograr un futuro más verde, sostenible e inclusivo.