Gustavo Lázzari: "El 2022 va a ser el peor año de los últimos 20"
Además, el empresario y economista señaló que Argentina "llegó a un punto de inviabilidad" y que el gobierno de Alberto Fernández "le apunta al iceberg". Entrevista con Memo.
Este jueves, el economista Gustavo Lázzari llegó a Mendoza para exponer en el "Panel empleo y trabajo" del 5° Foro Industrial que organizó la UIM (Unión Industrial de Mendoza). Su charla se tituló "El desafío de sostener y generar nuevas fuentes de trabajo". Luego de tal ponencia, dialogó con Memo e hizo un repaso de la situación política económica del país.
Primero que nada, el también empresario pyme, aclaró que todos sus dichos son de manera personal y no están vinculados con las distintas cámaras industriales con las que está vinculado.
-¿En qué consiste "El desafío de sostener y generar nuevas fuentes de trabajo"?
-La Argentina necesita un shock de oferta, que es bajando impuestos y desregulando el mercado laboral. Por un lado, en el tema de la industria del juicio, para todos los trabajadores incluso los del Estado. No hablo de sacar los juicios porque el artículo 14 bis es clarísimo en cuanto a defensa del empleo. Pero sí se debería definir más claramente qué es ‘arbitrario', sacar las multas de la ley de empleo de la década del 90', que eso es lo que infla la demanda y distorsiona todo.
Eso no corresponde al despido ni a lo que dice la constitución de proteger a un trabajador en caso de despido arbitrario, si no que responde a fórmulas econométricas mal calculadas para que las demandas sean muy grandes. Lo cual, incrementa el pasivo contingente de las empresas, el honorario esperado del abogado que lleva la demanda y los riesgos. Con ello, al trabajador no le conviene más laburar, al abogado le conviene pleitear y a la empresa le cuesta horrores conseguir un crédito.
Ese es un esquema perverso, tóxico y lo que genera, como primera conclusión, es que no se demanda más empleo. Por eso, hay 10 años consecutivos de pérdida de empleo y no se generan puestos de trabajo en el sector privado.
Lo más grave de esto es que para una persona de 80 años no es nada porque hace tiempo que ya se jubiló. Pero, para un pibe de 30, 10 años es la mitad de su vida productiva y del tiempo que tuvo para tomar conciencia de lo que pasa en el mundo. Cuando tenés 30 y llevás 10 sin encontrar empleo privado, querés emigrar. Lo único que querés es correr. Sería de locos quedarse.
-¿Cuál sería, entonces, la salida a este problema?
-Es muy grave la normativa. Por eso, lo que proponemos es eliminar las multas de la ley de empleo, reducir la conflictividad y definir qué es un despido arbitrario porque no todos lo son.
Además, para los nuevos trabajadores, que son los 7 millones de informales a los que hay que poner en blanco, los 2 millones de desocupados, las 400.000 personas que cumplen 18 años cada año y se incorporan al sistema, debe haber un impuesto de trabajo que no supere el 15%. Porque ni industria ni el propio Estado ni nadie pueden pagar el 931.
Están mal los impuestos de trabajo, son muy altos. Como no puedo tocar la estructura que ya está porque es mucho lío, hagámoslo sobre la nueva. Con lo cual, el costo fiscal es igual a cero. Y que no me vengan con excusas porque no hay costo fiscal.
Esa es la medida para trabajo pero tiene que ir acompañada de una baja de impuestos para que vuelvan los negocios a la Argentina. Y de una desregulación brutal de la actividad económica. Basta de pedirle permiso al Estado; el que pide permiso niega su libertad y eso está mal. Tengo libertad de trabajar, lo dice la constitución, vos (en referencia al Estado) andá a llorar a la Iglesia. Si no te gusta, es tu problema.
Me parece que todo eso puede destrabar el músculo privado de 60 mil empresas que intentan poder seguir trabajando y no lo logran. Y se pueden, así, crear más también: en un lapso de 5 a 10 años hay que crear dos millones de empresas en Argentina. Eso es lo que te saca a la gente de la pobreza, lo que te va a ayudar a salir de la hambruna y de la malaria que estamos teniendo.
Pero si no lo hacemos, el escenario no es más de lo mismo; es violencia, es un mal final y es conflicto social. Porque la Argentina está en una situación límite; sin tiempo y con un problema atroz de contención social. Para mí no hay muchas opciones.
-Usted es candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires. ¿Por qué tomó esa decisión?
-Sí, me metí en política para apoyar a Ricardo López Murphy. Para que entre a la Cámara de Diputados, que seguro así será. Él está cuarto, yo 12 pero para mí lo importante es que él, que profesa todo lo mismo que yo pienso, esté en el Congreso. Va a estar lindo el Congreso que viene.
-Hay una crisis política económica grande desde su punto de vista...
-Argentina llegó a un punto de inviabilidad y el Gobierno nacional apunta al iceberg. Está haciendo todo lo posible por alejar inversiones, para que directamente no haya inversión privada. Después de las elecciones va a venir un tsunami contra el inversor privado.
Ya empezó con el control de precios que es la medida más estúpida de los últimos 4 mil años pero la siguen aplicando. Va a fracasar porque no es la medida adecuada para solucionar el problema y porque está mal implementada. No sólo pusieron el termómetro en la heladera, también la apagaron.
Este Gobierno (conducido por Alberto Fernández) es una cosa bizarra, se esfuerza por hacer todo mal. No sé si quiere perder o qué pero estoy hondamente preocupado porque viene un 2022 tremendo. Va a ser el peor año de los últimos 20.
Hay un libro que se llama "4.000 Años de Controles de Precios y Salarios" y muestra los fracasos que ha habido en este sentido a lo largo de la historia humana. El agravante es que justamente son 4 mil años los que demuestran que son medidas que fracasan y ¡las siguen aplicando! Es para consolar a la propia tropa lo que han hecho pero no van a controlar ningún precio y la inflación va a seguir. La gente va a pagar impuestos inflacionarios. Es como el caramelito antes de la elección para sus propios seguidores.
-Tema inflación, ¿en cuánto cerrará este año y cuál es la proyección para 2022?
-Este año cierra entorno al 50% y el que viene es peor, porque puede haber corrección cambiaria. Con lo cual, 2022 va a ser un año dificilísimo. Espero que el gobierno reflexione, se ponga las pilas porque si no habrá mucho sufrimiento en los sectores privados, las clases medias que van a ver sus ingresos diezmados por la fuerte inflación que se viene.