EEUU sorprende con un marzo en el que se creó el doble del empleo esperado
El empleo de EEUU vuelve a desconcertar a todo el mundo con un potente dato en marzo: se crearon 228.000 puestos.
El informe oficial de empleo de EEUU retorno a su tradición en los últimos años de desconcertar a todo el mundo con una fuerte lectura de creación de puestos cuando el enfriamiento de la economía es un hecho y el debate gira en torno a una pronta recesión acelerada por las agresivas políticas de Donald Trump. Según el desglose publicado este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo, en marzo se crearon 228.000 puestos no agrícolas, prácticamente el doble de los 110.000-130.000 esperados por los analistas.
La primera conclusión parece clara y se ajusta a lo extraída de las últimas lecturas de crecimiento del producto interior bruto (PIB): la economía de EEUU llega en buena salud al precipicio comercial de Trump.
Según detalló El Economista, los otros datos más observados del informe se han mostrado más acordes al relato que venía imperando recientemente: el mercado de trabajo se está moderando tras el 'calentón' post-pandémica (faltaba mano de obra, subidas de salarios), pero todavía no está sucumbiendo. La tasa de paro ha subido una décima hasta el 4,2% (por el repunte de la población activa) y los ingresos medios por hora se desaceleran dos décimas hasta un aún elevado 3,8% interanual (se estima que para converger hacia el objetivo de inflación del 2% este dato debe caer hasta el 3,5%). En la misma línea, se revisaron a la baja en 48.000 empleos los dos informes de empleo anteriores.
Pero la 'sorprendente' cifra 228.000 nóminas no agrícolas se sitúa encima de la media mensual de 158.000 puestos de los 12 meses anteriores y eso es mucho decir. En marzo, los aumentos de empleo se produjeron en los sectores de laatención sanitaria, la asistencia social y el transporte y almacenamiento. El empleo también aumentó en el comercio minorista, en parte como consecuencia del regreso de los trabajadores tras una huelga. El empleo en la Administración federal disminuyó, acorde a los titulares derivados de la 'misión' del DOGE de Elon Musk, CEO de Tesla, si bien la caída de 4.000 puestos es notoriamente menor que la de febrero (11.000).
La única 'mancha' en el informe, la tasa de paro, tiene su explicación. Como se apuntaba más arriba, el repunte de una décima se debió a un aumento de 232.000 personas en la población activa, que superó el saludable aumento de 201.000 personas en la encuesta de empleo de los hogares (cabe recordar que la cifra de nóminas sale de encuestar a las empresas. No obstante, matizan los analistas de Capital Economics, la caída de los cruces fronterizos en la frontera suroeste y los informes de aumento de las deportaciones mantendrán bajo control el crecimiento de la población activa y, por extensión, la tasa de desempleo.
Todos estos números complican aún más la labor de la Reserva Federal de EEUU. Cuando arrecian las presiones para que el banco central se ponga de nuevo a bajar los tipos de interés ante la amenaza para el crecimiento que suponen las medidas de Trump, este mercado de trabajo aún resistente y los 'testarudos' datos de inflación que siguen entrando complican sobremanera su hoja de ruta. Más si se tiene en cuenta que iniciativas de Trump como la citada restricción de la inmigración pueden crear más inflación al drenar mano de obra. Pese a lo vistoso de la sorpresa en el dato de nóminas, los operadores han seguido descontando cuatro bajas de tipos de la Fed este año y un 50% de que la primera de ellas sea en mayo. El trauma creado por el 'arancelazo' de Trump está opacando al resto de habituales catalizadores de Wall Street", certifica Bret Kenwell, analista de Mercados en EEUU de eToro.
"El notable aumento de puestos de trabajo es una buena noticia en medio de la escalada de la guerra comercial mundial, ya que demuestra que el mercado laboral se mantiene en buenas condiciones a pesar del lastre que suponen los recortes de empleo federales impulsados por el DOGE. Esperamos que los avances en el empleo sigan siendo saludables, aunque más lentos, este año, suponiendo, por supuesto, que los ingresos procedentes de los aranceles anunciados a principios de esta semana reviertan en la economía, evitando una recesión", valora el estratega Thomas Ryan desde Capital Economics.
"Ante el creciente riesgo de un conflicto comercial intensificado y la caída de la confianza económica, las empresas se mostrarán reacias a aumentar sus puestos en los próximos meses. Desde hace tiempo, las empresas se han enfrentado a un fuerte aumento de la incertidumbre, especialmente en el ámbito de la política comercial. El entorno empresarial se encuentra en constante cambio y los costes para las empresas, especialmente para aquellas que dependen de suministros del extranjero, están aumentando. Además, existe una creciente desconfianza entre los consumidores, que recientemente se ha reflejado en una notable desaceleración del gasto en consumo. En esta situación, es probable que las empresas estén menos dispuestas a contratar personal. Por lo tanto, se espera un debilitamiento del mercado laboral en los próximos meses", expone Bernd Weidensteiner, economista de Commerzbank.
Con todo, precisan desde el banco alemán, el período de referencia para el informe de empleo es el periodo salarial que incluye el día 12 de cada mes. Por lo tanto, los datos actuales abarcan la primera quincena de marzo. El presidente Trump no anunció los últimos aumentos drásticos de aranceles hasta el 2 de abril. Por lo tanto, tomará algún tiempo para que los efectos adversos se reflejen en los datos de empleo.
Algunos analistas prevén que la pérdida de empleos relacionada con el DOGE podría superar el medio millón para finales de año, ya que los recortes se extenderán a contratistas gubernamentales, universidades, organizaciones sin fines de lucro y otros sectores adyacentes. Los esfuerzos de DOGE ascendieron a más de 280.000 despidos planificados de trabajadores federales y contratistas durante los últimos dos meses, según la firma Challenger, Gray & Christmas.
Los aranceles también podrían provocar despidos más pronunciados en el sector privado. La automovilística Stellantis, propietaria de marcas como Ram y Chrysler, anunció el despido temporal de unos 900 trabajadores en las plantas afectadas.
"La posibilidad de una caída total del empleo está aumentando. Los hogares están preocupados por el impacto de los aranceles en su poder adquisitivo; las encuestas muestran que también les preocupa la posibilidad de perder sus empleos. La austeridad gubernamental será cada vez más evidente, y los mercados bursátiles están a la baja, lo que lleva a la conclusión de que la confianza del consumidor, sin duda, se deteriorará. El gasto de consumo representa el 70% de la economía estadounidense y si el gasto se estanca eso tendrá consecuencias inevitables para el empleo", sintetiza James Knightley desde ING. En especial, los trabajadores del sector de ocio y hostelería serán especialmente vulnerables a cualquier desaceleración del gasto discrecional del consumidor, rubrica el analista.