Destello de normalidad: una buena para el plan minero de Cornejo

A pocos días de la audiencia pública que indica que la Declaración de Impacto Ambiental de Malargüe Distrito Occidental (MDMO) está cerca, cayó una buena noticia para los planes de desarrollo minero del Ejecutivo provincial. En un destello de normalidad, Kobrea Exploration, una junior canadiense, firmó un acuerdo con la firma local Agaucu para la eventual compra de 7 propiedades en Malargüe.

Hablamos de normalidad, porque es un movimiento habitual en la industria minera, pero también es un movimiento al que Mendoza está poco habituada por las restricciones que tiene y al imperio de 17 años de la Ley 7.722. Estos procesos, muy normales en otras provincias y países, son positivos para el plan de Alfredo Corneo que tiene a MDMO en el centro de la escena.

Este acuerdo de opción exclusiva para adquirir hasta un 100% de participación en 7 propiedades (en caso que la exploración entregue buenos resultados), es lo que se encaminaba a suceder en Mendoza hasta el año 2007, cuando se creó la ley antiminera.

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Ahora, en lo concreto del acuerdo, los canadienses apuntaron a una zona estratégica en la que se está haciendo exploración de cobre en Mendoza. Tal cual ellos mismos destacan en el press release difundido el lunes, están en un área en la que hay proyectos mineros que ya cuentan con una Declaración de Impacto Ambiental y el aval legislativo de la misma. Además, los vecinos también tiene un volumen de información superior al promedio del distrito, por lo que la apuesta es explorar cerca de los que ya deberían tener avances mayores en el momento que le toque entrar a los canadienses.

Con tres de sus siete propiedades rodean lo que es la ubicación de Las Choicas, el Burrero y Adriana, las propiedades de Geometales (Pampa Energía). Además, kilómetros más abajo explorarán áreas que están al oeste de Cerro Amarillo, proyecto que ya tiene 4 pozos perforados en su primera campaña.

Con los siete proyectos abarcan un total de 73.334 hectáreas. Sofi, El Perdido, Mantos de Cobre, Cuprum, Elena, Verónica y El Destino son las áreas que acordaron con Agaucu. Con condiciones de un NSR de 1,5%, en caso de que hayan buenos resultados, el valor a pagar por parte de Kobrean sería de US$1,5 millones por área o US$7,5 millones por el total de las propiedades contempladas en el acuerdo.

En el distrito

Si bien las propiedades que forman parte del acuerdo están dentro del área que contempla MDMO, sólo dos son parte de la primera tanda de 34 proyectos que están siendo parte del informe de impacto ambiental.

La compañía canadiense podría empezar con su primera campaña de exploración en dos de las siete áreas que negoció con Agaucu. Por la ubicación que tienen los proyectos, la mayoría pegados a la frontera con Chile, van a tener una limitación por cuestiones climáticas para poder desarrollar campañar de exploración, las cuales sólo se podrían hacer en las ventanas de buen tiempo que -habitualmente- van de noviembre a marzo.

Por tratarse de una etapa inicial, es difícil tener contempladas a todas las compañías posibles de avanzar en procesos de exploración porque pueden venir de muchos lugares del mundo. Sin embargo, en base a lo que la misma compañía muestra en el desarrollo de otro de sus proyectos en British Columbia, es posible ver -según su propia información- el perfil clásico de una empresa exploradora que tiene muy claros los tiempos y los procesos que debe realizar en su parte de la cadena productiva.

En uno de sus proyectos avanzaron en 2022 en la prospección y en la misma temporada avanzaron con geofísica. Dos años más tarde, durante la temporada 2024 avanzarán con la perforación.

Si bien para la industria estos movimientos son habituales, se hacen a diario, y son muy comunes, para una provincia como Mendoza, con sus restricciones y el status quo, que lleguen inversiones es un punto a destacar.