Cayó un 10% el consumo de yerba mate respecto al año pasado

En estos primeros nueve meses, los consumidores argentinos prefirieron en mayor medida los paquetes de medio kilo, cuya cuota de mercado aumentó del 55,53% al 56,53%. Por otro lado, la preferencia por el paquete de un kilo disminuyó, pasando del 38,89% al 37,38%.

Se vio lo contrario a nivel del mercado externo ya que registraron un aumento de 2.678.159 kilos en comparación con el año pasado y alcanzaría los 42.000.000 kilos exportados para fin de año.

Las ventas internas de yerba mate han experimentado una caída acumulada durante el año en curso, con una reducción del 9,5% en comparación con el mismo período de 2023. De acuerdo con el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), se comercializaron 193.430.327 kilos de yerba entre enero y septiembre, en contraste con los 211.913.639 kilos del año anterior, lo que representa una disminución del consumo promedio per cápita de aproximadamente 404 gramos.

En estos primeros nueve meses, los consumidores argentinos prefirieron en mayor medida los paquetes de medio kilo, cuya cuota de mercado aumentó del 55,53% al 56,53%. Por otro lado, la preferencia por el paquete de un kilo disminuyó, pasando del 38,89% al 37,38%.

En cuanto a la producción, los secaderos de yerba mate procesaron 968.057.487 kilos de hoja verde, marcando un récord histórico. Este incremento se debe a la normalización de las lluvias, que mejoró el rendimiento de los yerbales y resultó en una producción de aproximadamente 118.000.000 kilos más que el año previo. Con este aumento de la oferta, los precios de la yerba han caído, situándose incluso por debajo de los niveles de 2023.

En el ámbito de las exportaciones, la yerba mate tuvo un comportamiento distinto, con un incremento de 2.678.159 kilos respecto al año pasado. Si se mantiene esta tendencia, se proyecta alcanzar una exportación de 42.000.000 kilos para finales de año.

Dado el excedente productivo, el sector yerbatero anticipa que en las próximas cosechas los productores ajustarán su volumen de producción para evitar una caída adicional en el precio de la materia prima, buscando así preservar su valor en el mercado.

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