Asia lista para impulsar el crecimiento económico mundial, con la reapertura de China
Se pronostica que China e India juntas generarán alrededor de la mitad del crecimiento mundial este año.
Asia y el Pacífico es un punto relativamente brillante en medio del contexto más sombrío de la difícil recuperación de la economía mundial .
Como muestra el Gráfico de la semana , la región contribuirá con alrededor del 70 % del crecimiento mundial este año, una proporción mucho mayor que en los últimos años.
Nuestro último Perspectiva Económica Regional describe la resiliencia de la región más dinámica del mundo y los importantes desafíos que enfrentan sus formuladores de políticas. Se prevé que el crecimiento en Asia y el Pacífico se acelere al 4,6 por ciento este año desde el 3,8 por ciento del año pasado.
El principal acontecimiento ha sido la reapertura de China, donde el aumento del consumo está impulsando el crecimiento en toda la región a pesar de la menor demanda del resto del mundo. Los riesgos para las perspectivas incluyen los efectos secundarios de un endurecimiento de la política monetaria de EE. UU. mayor de lo esperado y las interrupciones de la cadena de suministro asociadas con la fragmentación geoeconómica .
Pero la región también enfrenta importantes desafíos. A corto plazo, las políticas monetarias y fiscales deberán seguir siendo estrictas para llevar la inflación de manera duradera a los objetivos del banco central y estabilizar la deuda pública. Se necesitará una respuesta de política integrada que utilice todas las herramientas disponibles para gestionar los impactos globales. Si bien los sistemas financieros de Asia no han visto grandes impactos luego de la reciente turbulencia bancaria en los Estados Unidos y Europa, deben ser monitoreados cuidadosamente dado el alto apalancamiento entre los hogares y las empresas.
A más largo plazo, se espera que la economía china, que ha sido el principal motor del crecimiento regional y mundial durante décadas, se desacelere considerablemente ante una demografía desfavorable y una desaceleración de la productividad. La región debe priorizar las reformas estructurales para impulsar el crecimiento a largo plazo, incluso a través de la innovación y la digitalización, mientras acelera la transición hacia la energía verde.
