Argentina y Chile ayudan a hundir a Renault: en rojo, por primera vez en 10 años
En Argentina y Chile el grupo francés decidió proceder a una depreciación de activos por 300 millones de euros.
La compañía Renault entró en números rojos en 2019 por primera vez desde 2009, y Argentina, junto a su vecino Chile -además de otros países en crisis- tienen mucho que ver. La noticia internacional indica que registra una pérdida de 141 millones de euros, frente a los 3.302 millones de beneficios que obtuvo en 2018, según informó la propia empresa. Apenas se conocieron los resultados sus acciones se han hundido en la Bolsa de París alrededor de un 4%, mínimos que no se veían desde junio de 2012.
Pero no solo Argentina tiene parte de culpa. El descalabro de la contribución de sus socios chinos, de Daimler, pero sobre todo de Nissan, así como el empeoramiento de su propia actividad automovilística, hicieron su aporte. Nissan únicamente contribuyó con 242 millones de euros a sus resultados el pasado año, tras los 1.509 que le había supuesto en 2018, explicó el grupo francés en un comunicado.
En cuanto a los chinos y Daimler, en conjunto le acarrearon incluso un agujero de 432 millones de euros en comparación con los 31 millones positivos de un año antes.
Pero más allá de lo que hicieron los demás, el resultado de explotación del propio Renault se redujo a 2.105 millones de euros, frente a los 2.987 de 2018, mientras la facturación descendió un 3,3%, hasta 55.537 millones.En consecuencia, el margen operativo se quedó en el 4,8% del volumen de negocios, 1,5 puntos porcentuales menos. Un informe distribuido por la agencia EFE y del que dio cuenta El Economista en Madrid, indicó que si se excluye la actividad financiera (los préstamos a la compra de vehículos), en la que mejoró ligeramente la rentabilidad, el margen operativo del puro negocio automovilístico (y dejando aparte la filial rusa Avtovaz) se redujo a un exiguo 2,6%, tras un 4,3% en 2018.
Argentina, Chile, Turquía y Argelia
Las ventas de Renault se han hundido en mercados importantes como Argentina, Turquía y Argelia. Las matriculaciones cayeron globalmente un 3,4%, hasta 3.753.723 vehículos.
Por otra parte, el fabricante tuvo que encajar un efecto negativo por la disminución del peso de las matriculaciones de vehículos diésel. En Argentina y Chile, ante el descalabro comercial sufrido, unido a la depreciación de sus divisas, el grupo francés decidió proceder a una depreciación de activos por 300 millones de euros.
El flujo de caja operativo del negocio automovilístico quedó reducido a 153 millones de euros, frente a los 607 millones del ejercicio precedente.
El consejo de Renault propondrá a la junta el reparto de un dividendo de 1,10 euros por acción, lo que significa menos de la tercera parte de los 3,55 que se distribuyeron a cuenta de 2018.
Y por lo que respecta a las perspectivas, son todavía menos favorables a la vista de las previsiones del mercado automovilístico para el que augura una caída a escala global, con un descenso de al menos el 3% en Europa y también del 3% en Rusia, que no podrá ser compensado con la subida del 5% en Brasil, país clave para la compañía.
Antes incluso de integrar un posible impacto por la epidemia del coronavirus en China, Renault calcula que su facturación en 2020 será del mismo orden que en 2019 y su margen operativo se quedará en una horquilla del 3-4%, con un flujo de caja positivo antes de integrar costes de reestructuración.