Balanz Weekly: renta variable global y local
El informe de Balanz sobre la agenda económica argentina, latinoamericana y del mundo. Qué es lo que hay que saber.
Renta Variable Global: En desacople a la renta fija
Los sucesos recientes en el sistema bancario internacional impactaron sólo marginalmente sobre la renta variable de los países desarrollados, en contraposición al claro cambio de rumbo de la renta fija. Desde conocida las noticias de quiebra del banco SVB el último 8 de marzo, la curva de rendimientos de EE.UU. experimentó una compresión de 80pbs en promedio, con caídas marcadas en el tramo más corto, el más sensible a la política monetaria. Esto parece incorporar un escenario de fuerte desaceleración de la economía que lograría reducir la inflación, impulsando a la Fed a recortar tasas tan pronto como en el segundo semestre de este año. Este panorama, optimista desde nuestro punto de vista con respecto a la dinámica inflacionaria, no parece reflejarse en la renta variable que avanzó 2.5% desde la quiebra del SVB, lo que parece ajeno a cualquier escenario recesivo. Esto encontró sustento en la reciente estabilización en las acciones del sector financiero. Las solicitudes de liquidez por parte de los bancos a la Reserva Federal de la última semana de marzo refuerzan la percepción de calma en el sistema bancario. La temporada de balances del 1T de 2023, la cual comienza la semana que viene con nombres relevantes como JP Morgan, Citigroup y First Republic Bank, este último en el ojo de la tormenta recientemente, darán una pista más clara sobre el sector.
Las acciones de mercados emergentes encontraron impulso a través de las de EMEA (+1.6% en el último mes) frente a la estabilidad de Asia. La reapertura de China viene mostrando un fuerte dinamismo a través del sector de servicios, mientras que el sector de manufacturas moderó el repunte en marzo. Así lo mostró el índice PMI Caixin de manufacturas de marzo, el cual retrocedió hacia 50 puntos desde los 51.6 previos, y los volúmenes de ventas industriales de febrero, los cuales fueron un 23% menores a los de 2022. Esto moderó el optimismo de inicios de año para una economía China que enfrenta los retos de una economía global en desaceleración. Dentro de Asia, se destacó Corea del Sur (1.3% en el último mes), luego de algunos meses con rendimientos por debajo del índice, presionando por una dinámica exportadora más tenue de lo esperado.
Las acciones de América Latina fueron las que mostraron los peores rendimientos al retroceder 1.4% en el último mes. Argentina (-5.2%) y Chile (-5%) presentaron las caídas más marcadas, recortando las ganancias acumuladas en lo que va del año, las cuales se ubican actualmente en 3.1% y 3.5% respectivamente. Esto las mantiene en el podio de los mejores rendimientos de la región en este período. México siguió en la lista con un descenso de 2.5%, moderando el fuerte repunte de inicios de año que impulsaron al índice en un 17.5%, en un escenario menos propicio para emergentes tras los sucesos bancarios, tal como mostraron el aumento de los spreads de crédito a nivel global (EMBI; +8.6% en el último mes). Brasil acompañó la dinámica regional retrocediendo un 0.7%, en medio de conocido el plan fiscal del gobierno, relativamente conservador en términos de gasto, lo que fue bienvenido por los inversores e impulsó al real un 2.7%.
Hacia delante, creemos que los sucesos recientes en el sistema bancario pasarán a un segundo plano y el foco girará hacia una economía que empezará a recibir los rezagos de una política monetaria ajustada. Tal como como comentamos en nuestro Balanz Thoughts de 22 de febrero, antes de los sucesos en el sistema bancario, la economía en Estados Unidos todavía no mostraba signos claros de contracción a través de sus indicadores coincidentes. Los indicadores precedentes, sin embargo, siguen apuntando a una desaceleración hacia adelante dados los rezagos con los que opera la política monetaria, que es al menos de 12 meses. Los riesgos de nuevos sucesos de crédito dentro del sistema bancario los vemos principalmente contenidos, aunque es esperable un endurecimiento en las condiciones de crédito, tal como adelantaron algunos miembros de la Reserva Federal que sucederá, pesando aún más sobre la actividad. El desacople de la renta variable vs el de la renta fija que comentamos al principio nos parece extremo en ambos mercados, pero lo vemos más riesgoso para las acciones. La suba reciente de precios le agrega recorrido a la baja ante una corrección en las ganancias esperadas. La temporada de balances que comienza será clave al respecto.
La semana que viene: Inflación en Estados Unidos; actividad en América Latina
Dentro del ámbito internacional, el foco estará en los datos de inflación de marzo en Estados Unidos, a conocerse el miércoles, en donde se espera una desaceleración de la inflación hacia 5.2% desde el 6% de febrero. El lunes se conocerá la inflación de marzo en China, la cual se proyecta de 1%, menor al 1.2% previo. El martes se conocerán las ventas minoristas de febrero en Europa, que vienen de caer 2.3% a/a en enero. El miércoles tendremos las minutas de la reunión de marzo de la Fed. El jueves se conocerá la producción industrial de febrero en la Eurozona, la cual subió 0.7% en enero. El viernes se publicarán la capacidad utilizada de marzo en Estados Unidos, en donde se espera un repunte hacia 78.7% desde el 78% previo. La Universidad de Michigan publicará las expectativas de inflación a 1 año, las cuales se ubicaron en 3.6% en la última encuesta, junto con la confianza del consumidor de marzo en Estados Unidos.
En la región, el foco estará en los datos de inflación de marzo en Brasil, el balance comercial de este mismo mes en Chile y en la producción industrial de febrero en México y Colombia. El lunes tendremos la producción de vehículos de marzo en México. Este mismo día se conocerá el balance comercial de Chile, el cual viene de un superávit en febrero, ayudado por menores importaciones. El martes tendremos el IPC de Brasil, el cual viene de crecer 5.6% a/a. Ese mismo día se publicará la producción industrial de febrero en México, la cual se expandió un 2.8% a/a en enero. El jueves el Banco Central de Perú decidirá sobre su tasa de política monetaria, la cual se ubica actualmente en 7.75%, luego de un dato de inflación que mostró niveles de inflación elevados. El viernes se conocerá la encuesta del Banco Central de Colombia (marzo) y la producción industrial de Uruguay (febrero), que viene de crecer 0.6% en enero.
En el ámbito local, el foco estará en la inflación de marzo que de 102.5% a/a en febrero, a conocerse el viernes. La inflación de marzo en la Ciudad de Buenos Aires fue de 7.1% en marzo (y de 105.5% a/a). El lunes, el Banco Central publicará la encuesta de expectativas.
Los sucesos recientes en el sistema bancario internacional impactaron sólo marginalmente sobre la renta variable de los países desarrollados, en contraposición al claro cambio de rumbo de la renta fija. Desde conocida las noticias de quiebra del banco SVB el último 8 de marzo, la curva de rendimientos de EE.UU. experimentó una compresión de 80pbs en promedio, con caídas marcadas en el tramo más corto, el más sensible a la política monetaria. Esto parece incorporar un escenario de fuerte desaceleración de la economía que lograría reducir la inflación, impulsando a la Fed a recortar tasas tan pronto como en el segundo semestre de este año. Este panorama, optimista desde nuestro punto de vista con respecto a la dinámica inflacionaria, no parece reflejarse en la renta variable que avanzó 2.5% desde la quiebra del SVB, lo que parece ajeno a cualquier escenario recesivo. Esto encontró sustento en la reciente estabilización en las acciones del sector financiero. Las solicitudes de liquidez por parte de los bancos a la Reserva Federal de la última semana de marzo refuerzan la percepción de calma en el sistema bancario. La temporada de balances del 1T de 2023, la cual comienza la semana que viene con nombres relevantes como JP Morgan, Citigroup y First Republic Bank, este último en el ojo de la tormenta recientemente, darán una pista más clara sobre el sector.
Las acciones de mercados emergentes encontraron impulso a través de las de EMEA (+1.6% en el último mes) frente a
la estabilidad de Asia. La reapertura de China viene mostrando un fuerte dinamismo a través del sector de servicios,
mientras que el sector de manufacturas moderó el repunte en marzo. Así lo mostró el índice PMI Caixin de manufacturas
de marzo, el cual retrocedió hacia 50 puntos desde los 51.6 previos, y los volúmenes de ventas industriales de febrero,
los cuales fueron un 23% menores a los de 2022. Esto moderó el optimismo de inicios de año para una economía China
que enfrenta los retos de una economía global en desaceleración. Dentro de Asia, se destacó Corea del Sur (1.3% en el
último mes), luego de algunos meses con rendimientos por debajo del índice, presionando por una dinámica
exportadora más tenue de lo esperado.
Las acciones de América Latina fueron las que mostraron los peores rendimientos al retroceder 1.4% en el último mes.
Argentina (-5.2%) y Chile (-5%) presentaron las caídas más marcadas, recortando las ganancias acumuladas en lo que va
del año, las cuales se ubican actualmente en 3.1% y 3.5% respectivamente. Esto las mantiene en el podio de los mejores
rendimientos de la región en este período. México siguió en la lista con un descenso de 2.5%, moderando el fuerte
repunte de inicios de año que impulsaron al índice en un 17.5%, en un escenario menos propicio para emergentes tras
los sucesos bancarios, tal como mostraron el aumento de los spreads de crédito a nivel global (EMBI; +8.6% en el último
mes). Brasil acompañó la dinámica regional retrocediendo un 0.7%, en medio de conocido el plan fiscal del gobierno,
relativamente conservador en términos de gasto, lo que fue bienvenido por los inversores e impulsó al real un 2.7%.
Hacia delante, creemos que los sucesos recientes en el sistema bancario pasarán a un segundo plano y el foco girará
hacia una economía que empezará a recibir los rezagos de una política monetaria ajustada. Tal como como comentamos
en nuestro Balanz Thoughts de 22 de febrero, antes de los sucesos en el sistema bancario, la economía en Estados
Unidos todavía no mostraba signos claros de contracción a través de sus indicadores coincidentes. Los indicadores
precedentes, sin embargo, siguen apuntando a una desaceleración hacia adelante dados los rezagos con los que opera
la política monetaria, que es al menos de 12 meses. Los riesgos de nuevos sucesos de crédito dentro del sistema
bancario los vemos principalmente contenidos, aunque es esperable un endurecimiento en las condiciones de crédito,
tal como adelantaron algunos miembros de la Reserva Federal que sucederá, pesando aún más sobre la actividad. El
desacople de la renta variable vs el de la renta fija que comentamos al principio nos parece extremo en ambos mercados,
pero lo vemos más riesgoso para las acciones. La suba reciente de precios le agrega recorrido a la baja ante una
corrección en las ganancias esperadas. La temporada de balances que comienza será clave al respecto.
La renta variable local presentó las mayores pérdidas dentro de la región. En un contexto frágil para los mercados de
alto rendimiento tras la crisis del sistema bancario en Estados Unidos, evento que impulsó el precio del oro en un 9.4%
en el último mes, la renta variable local lideró las pérdidas de la región y el S&P Merval retrocedió un 5.4% en dólares. A
pesar de esto, como comentamos antes, los retornos de las acciones locales siguen liderando dentro de la región (en el
acumulado de 2023). Esto se da en un contexto desafiante para el gobierno que solicitó una flexibilización de las metas
de reservas dentro del programa del FMI, lo que aportó cierto alivio en medio de la sequía histórica y de cara a la
temporada alta de liquidación de reservas. Sin embargo, el nuevo target, el cual redujo la meta del 1T hacia USD 1.900
millones, sigue siendo un desafío para el gobierno. El anuncio de conversión de bonos en dólares a títulos en pesos que
deben llevar a cabo las instituciones públicas aportó cierto pesimismo. El FMI, por otra parte, reforzó su mensaje de
avanzar con la consolidación fiscal, lo que pone presión en un año electoral desafiante. En cualquier caso, la renta
variable se mueve en una plataforma difícil para la renta emergente, cuyo factor local presenta principalmente
interrogantes y puso en pausa el buen comienzo de año.
El mal desempeño del índice se vio reflejado en sus distintos sectores, en donde el sector de materiales (+2.5%) aportó
la excepción en el último mes de la mano de Loma Negra (2.7%) y Aluar (+13.9%). Los sectores de energía y utilities
soportaron mejor el impacto y retrocedieron 3% y 3.2% en el último mes, respaldados en los últimos días por la mejora
en los sectores de energía en los mercados internacionales. Sin embargo, dentro de utilities se destacó la caída de 22.4%
en la acción de Transener. El sector financiero presentó las principales pérdidas, en donde se destacó Supervielle (-
16.7%) y BBVA (-15.9%). Esto estuvo seguido por consumo discrecional (-8.8%) ante el retroceso de Mirgor (-10.5%).
Los ADRs estuvieron presionados por la dinámica del contado con liquidación. El mismo se depreció 9.7%, comparado
contra el 6.5% del tipo de cambio oficial, ampliando las pérdidas del S&P Merval hacia 7.1% si se mide con este tipo de
cambio alternativo. Esto le dio más peso a las pérdidas de BBVA (-19.8%) y Supervielle (-18.1%) y recortó las ganancias
de Pampa hacia 4%. El riesgo país, por su parte, mostró una suba de 20% en el último mes y se ubica actualmente en
2357 puntos retrotrayendo por completo las ganancias de comienzos de año.
Hacia adelante, la dinámica fiscal y de acumulación de reservas estarán entre los principales drivers de los retornos
locales en el año electoral. Los objetivos de cumplir con el programa del FMI se chocan contra las necesidades de hacer
frente a un año electoral en donde el gobierno pelea con dificultades la carrera electoral. El reciente alivio de USD 1.800
millones en la meta de acumulación de reservas totales para 2023 dentro del programa del FMI, con especial énfasis en
el primer trimestre, es un alivio temporal que todavía luce difícil de cumplir. La necesidad de avanzar con la mejora en
las cuentas fiscales pesa aún más sobre los objetivos electorales.