Las acciones se acoplan a un mercado laboral más débil en EEUU

El informe de renta variable de Balanz.

Balanz

Las acciones en EE.UU. mostraron una retracción desde sus máximos históricos, en medio de una seguidilla de datos que siguen señalando un enfriamiento en el mercado laboral de EE.UU. 

Los datos de actividad en EE.UU. siguen enviando señales distintas, en donde los indicadores ISM de agosto conocidos esta semana mostraron una moderada contracción en manufacturas, aunque con una expansión modesta en servicios. Sin embargo, lo que es más claro es que el mercado laboral de EE.UU. ha sentido el impacto del ajuste monetario en los últimos meses, sumando un factor de incertidumbre sobre un mercado que estaba posicionado de forma optimista acerca del ajuste de la Fed. 

En esta línea, los datos oficiales de empleo de agosto, conocidos hoy, aunque mostraron una retracción de la tasa de desempleo a 4.2%, también sorprendieron a la baja en la creación de puestos de trabajo. Esto llevó a los mercados accionarios a mostrar cierta retracción desde sus picos en el año (S&P 500 se ubica 4.5% por debajo de su pico de 5667 alcanzado a mediados de julio), aunque todavía en valores elevados. Los índices de desarrollados por fuera de EE.UU., los cuales venían rezagados, lideraron los retornos del mes con una ganancia de 7.1% en el Euro Stoxx 50, mientras que el Nikkei avanzó 8.5%, lo que se dio en un contexto de depreciación del dólar frente a los desarrollados (DXY, +1.6% m/m).


La reacción de los mercados accionarios emergentes ha sido más moderada a la de los desarrollados, en medio de preocupaciones acerca del crecimiento de China. Los datos de ganancias industriales, lo cual vino acompañado luego por los indicadores PMI oficiales, mostraron un sector industrial poco dinámico en China, poniendo algo de dudas acerca del objetivo de crecimiento de 5% del PBI para este año. A pesar de que el gobierno envía señales de intervención, con foco en el mercado inmobiliario, las acciones en la principal economía emergente retrocedieron 2.6% en el mes. 

Creemos que esto podría haber afectado en el resto de los mercados desarrollados, los cuales mostraron una dinámica más moderada a los desarrollados. 

En América Latina se destacó la recuperación del Bovespa (+8.2% m/m; -13.8% YTD) en Brasil, en un contexto de sólido crecimiento y moderada inflación, mientras que Argentina lideró los retornos de la región. En México (-3.9% m/m; -22.8% YTD), los avances en la reforma judicial siguen acentuando los temores del mercado acerca de un gobierno con demasiado poder para impulsar cambios profundos. Perú (-3.8% m/m; +9.0% YTD), uno índice de la región más dinámico en 2024, desaceleró las subas el último mes.

Hacia adelante, dado lo elevado de los índices accionarios y con muchos frentes de incertidumbre abiertos, seguimos prefiriendo mantener un enfoque diversificado. Al respecto podemos destacar las elevadas valuaciones que siguen mostrando los índices de EE.UU. y el deterioro en los datos de actividad y empleo en EE.UU., los cuales posiblemente continúen, dada la etapa del ajuste monetario en la que nos encontramos. 

Las elecciones en EE.UU. empiezan a tomar impulso en EE.UU., con el primer debate entre Trump y Harris la próxima semana, lo que podría aportar algo de volatilidad. Por último, aunque los temores acerca del desarme de las posiciones de carry trade a nivel global (ver nuestro reporte) se han disipado en el margen, las estimaciones del tamaño de dichas posiciones son muy variables, lo que nos hace pensar que las mismas podrían volver, especialmente si la Reserva Federal confirma un ritmo de recorte de tasas acelerado. 

El balance nos hace reforzar nuestro enfoque más diversificado en las acciones de los países desarrollados. Esto se inclina por reducir la exposición a los sectores tecnológicos en EE.UU., lo que podría hacerse mediante el índice S&P 500 con pesos iguales, y sumar exposición a otros mercados desarrollados por fuera de este país (ver nuestro Balanz Thoughts sobre el tema). En términos de factores, una alternativa para un sesgo más defensivo es invertir mediante los factores de mínima volatilidad y calidad, aunque siempre cuidando las valuaciones.

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