EEUU: 9 millones de personas dejan de recibir asistencia financiera
La Casa Blanca apoya la finalización de los pagos de bonificación semanales de 300 dólares, según lo programado y señalan un promedio de 832.000 nuevos empleos agregados por mes durante los últimos tres meses.
Casi 9 millones de estadounidenses perderán desde mañana de manera total los beneficios de la ayuda estatal dispuesta para afrontar el desempleo registrado en lo más duro de la pandemia, y otros 3 millones verán reducida la asistencia de 300 dólares semanales, según varios centros de estudios privados.
En marzo de 2020, el Congreso autorizó una expansión histórica de la red de seguridad social del país para las personas desempleadas, como consecuencia de la recesión económica provocada por la pandemia de la covid-19 que paralizó virtualmente a la principal economía del planeta.
El Capitolio tuvo que extender los plazos en dos oportunidades, lo que aumentó la cantidad de personas elegibles para los beneficios de desempleo e incrementó el monto de la ayuda semanal para los beneficiarios.
Ahora, parece poco probable que los legisladores amplíen las políticas por tercera vez dadas las mejoras en la economía y el mercado laboral en los últimos meses, pese al pedido realizado por la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien insistió ante la Casa Blanca para prorrogar las asistencias.
Si eso sucede, alrededor de 8,8 millones de estadounidenses perderán sus beneficios por completo, según una estimación de The Century Foundation (CF), un grupo de expertos independientes.
Otros 3 millones de personas verán reducido su ingreso de 300 dólares semanales, proyecta CF. La persona promedio recibiría alrededor de 321 dólares semanales sin el suplemento, o alrededor del 38% de su salario previo al despido, según datos del Departamento de Trabajo .
"Estamos cortando los beneficios cuando muchos todavía dependen de ellos", según informó Till von Wachter, profesor de economía en la Universidad de California en Los Ángeles.
"Este es un problema recurrente en las recesiones estadounidenses. Les pedimos a los políticos que propongan programas de beneficios, y ellos establecen fechas de inicio y finalización. Se establecen de antemano y no tienen nada que ver con cómo está la economía", añadió el experto.
La Casa Blanca apoya la finalización de los pagos de bonificación semanales de 300 dólares, según lo programado y señalan un promedio de 832.000 nuevos empleos agregados por mes durante los últimos tres meses, y una tasa de desempleo en Estados Unidos que cayó al 5,4% como evidencia de una economía en recuperación.
Sin embargo, la administración Biden instó a los estados con altas tasas de desempleo a continuar pagando beneficios a ciertos grupos después del límite de este fin de semana, utilizando fondos federales asignados a los estados por el Plan de Rescate Estadounidense.
Esos grupos incluyen a los desempleados de larga duración y a los trabajadores como contratistas independientes que no califican para la ayuda estatal tradicional.
Sin embargo, 26 estados tomaron medidas para poner fin a la mayoría o a todos los beneficios federales en junio o julio, antes de la fecha límite oficial del Día del Trabajo.
Sus gobernadores, de mayoría republicana, dijeron que los mayores beneficios impedían que la gente buscara trabajo y frenaban la recuperación económica al exacerbar la escasez de mano de obra.
"Entre el fraude masivo y la escasez de trabajadores, la ampliación de los beneficios del seguro de desempleo ha sido posiblemente la política económica más defectuosa y dañina del gobierno federal promulgada en respuesta a la Covid-19", dijo Rachel Greszler, investigadora de la Heritage Foundation.
En los estados que recortaron los beneficios federales en junio, aproximadamente 7 de cada 8 trabajadores desempleados que reciben beneficios no habían encontrado trabajo a principios de agosto, según otro estudio.
Los economistas sugieren que hay otros factores más allá de las prestaciones por desempleo que probablemente juegan un papel más importante en la dificultad para encontrar trabajadores, como por ejemplo, los riesgos para la salud que trae la cepa Delta de la Covid-19, altamente contagiosa.