Murió Wayne Shorter, el gran innovador en la era de cambios en el jazz
Wayne shorter tenía 89 años. Su carrera como saxofonista tenor y compositor influyente abarcó más de medio siglo, rastreando la compleja evolución del jazz durante ese lapso.
Wayne Shorter, el enigmático e intrépido saxofonista que dio forma al color y contorno del jazz moderno como uno de sus compositores más intensamente admirados, murió este jueves en Los Ángeles, California, a los 89 años. Su publicista, Alisse Kingsley, confirmó su muerte, en un hospital. No hubo información sobre la causa del deceso.
Wayne Shorter, el obituario en The New York Times
Según cuenta Nate Chinen en The New York Times, "Shorter tenía un estilo astuto y confiado en el saxofón tenor, identificable al instante por su tono de bajo brillo y sentido elíptico de la frase. Su sonido fue más brillante en la soprano, instrumento en el que dejó una influencia incalculable; podía ser inquisitivo, bromista o esquivo, pero siempre con una entonación precisa y claridad de ataque".
Su carrera abarcó más de medio siglo, en gran medida inextricable de la compleja evolución del jazz durante ese lapso. Emergió en la década de 1960 como saxofonista tenor y compositor interno para ediciones pioneras de Jazz Messengers de Art Blakey y Miles Davis Quintet, dos de los grupos pequeños más célebres en la historia del jazz.
La periodista Chinen contó después de aquello, "ayudó a ser pionero en la fusión, con Davis y como líder de Weather Report, que acumuló una legión de fanáticos. También forjó un vínculo con la música popular en colaboraciones destacadas con el cantautor Joni Mitchell, el guitarrista Carlos Santana y la banda Steely Dan, cuya canción de 1977 Aja alcanza un clímax dinámico con su solo de tenor de escondidas.
Leé aquí el obituario de Wayne Shorter que publicó Los Angeles Times
Shorter escribió su parte de composiciones que se convirtieron en estándares de jazz, como "Footprints", un vals etéreo y sereno, y "Black Nile", un himno de conducción. Más allá de su libro de melodías, fue venerado por desarrollar y refinar sin cesar un lenguaje armónico moderno. Sus composiciones, elegantes e insinuantes, pueden transmitir elegantes ambigüedades de humor. Se adhieren a una lógica interna incluso cuando rompen las reglas.
Su producción registrada como líder, especialmente durante un tramo febrilmente productivo en Blue Note Records a mediados de la década de 1960, cuando hizo "Night Dreamer", "JuJu", "Speak No Evil" y varios otros, todos clásicos del post-bop. se compara favorablemente con las mejores rachas ganadoras del jazz.