La poesía, un equilibrio entre el amor y el dolor

"En el solsticio de invierno se cumplen 10 años desde cuando dejé de encontrar físicamente a mi mamá. Y, parte de mis poesías fueron siempre inspiradas entre el amor y el dolor", cuenta José Jorge Chade como motor de la poesía que lo ha movido a escribir, siempre, y a publicar sus libros.

José Jorge Chade
Presidente de la Fundación Bologna Mendoza

"La palabra poesía deriva del griego , cuyo significado literal es 'hacer'. Muchas veces no le damos el peso que merece a la felicidad, no la vemos, o no la dejamos pasar, e ignoramos la belleza de lo que nos rodea. La poesía nos invita a darnos cuenta, a decidir ahora hacer de la vida un poema espléndido".

 Este es el atractivo de la poesía, ser extraordinariamente simple en estilo, con un lenguaje de una belleza desarmante y por lo tanto nada obvio. A veces es conmovedor, otras sorprendente, pero más que nada sus palabras tienen que tener el poder de inspirar. Escribir prosa y poesía alternándose de forma totalmente complementaria, deben dar lugar a una dialéctica que debe conquistar al lector.

Mi certeza es que la poesía forma parte de cada uno de nosotros, a pesar de que cada uno la relega a su propia intimidad, como si sintiera pudor al hablar del importante papel que desempeña en su vida.

Me di cuenta después de un tiempo que el "amor" y también el "dolor" han sido mis inspiradores. Personalmente en mayor grado "el dolor"

La experiencia nos lleva a comprender lo que significa aprender a ser un escritor. Significa tener que lidiar constantemente con emociones. El propósito, en mi caso pasa entonces por escribir poemas capaces de enseñar cómo vaciar el corazón del dolor y llenarlo de amor. Transformar la oscuridad en luz.

Por lo tanto, el motor de mi escritura es el amor. Lejos de ser un amor puramente abstracto como podría imaginarse, se transforma en concreto en las relaciones con mis seres queridos, mis amigos, mi familia, mis padres. Por eso es necesario transmitir de una forma completamente personal y apasionante el vértigo, la ligereza y los dramas que acompañan a las emociones y a los sentimientos.

El amor y el dolor se esconden a veces, en los lugares más insospechados, pero, al final, los dos "chocan" en la pista de atletismo.

Y estas dos cosas "e dolor" y el "amor "hacen convivir en el escritor, en el poeta su visión encantada del mundo con el continuo cuestionamiento de sus sueños. La fuerza del escritor reside en la creencia de que "quien es luz, también trae luz a los demás".

A veces y a través de una prosa casi lírica, un buen escritor, un buen poeta puede invitarnos esencialmente a volver a enamorarnos de la vida, de lo cotidiano con sus dificultades y sus alegrías. Esa vida que puede ser ordinaria y extraordinaria al mismo tiempo. Una vida que vale la pena vivir.

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