Los orígenes del Casino de Mendoza

Cuando se inauguró el Casino de Mendoza ya había otras dos salas de juego, pero en zonas muy lejanas. Alejandra Cicchitti entrevista aquí al arquitecto e investigador Pablo Bianchi.

Alejandra Cicchitti

El Casino de Mendoza, inaugurado el 15 de marzo de 1924, cumplió 100 años. Formó parte de un conjunto monumental constituido además por un hotel (hoy el Hyatt) y un teatro a la italiana (el Independencia). La imponente construcción ocupó la manzana comprendida entre las calles Chile, Espejo, 25 de mayo y Sarmiento de nuestra ciudad.

Pablo Bianchi es arquitecto y becario posdoctoral del Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (INCIHUSA), Centro Científico Tecnológico Mendoza (CCT), CONICET. Además, es miembro activo del Grupo de Historia y Conservación Patrimonial y docente en la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO.

- ¿Ya existían otros lugares de juego en Mendoza?

- Sí, las salas de juego de los balnearios de Puente del Inca (1904) y Cacheuta (1913), que eran gestionadas por particulares. Hacia el cambio de siglo, el municipio capitalino concedió autorizaciones para la instalación y funcionamiento de este tipo de salas en las sedes de algunos clubes de elite, como el Jockey Club, el Club Gimnasia y Esgrima o el Club Español. Aun así, los establecimientos clandestinos se multiplicaban en la ciudad y en los departamentos aledaños. Se legisló entonces la ley N°144/1899, que estableció la vigilancia de los lugares de diversión, para evitar "la ebriedad, riñas y en general toda causa de escándalo". La ciudad capital contaba además con el Club Social, el Orfeón Español, el Hipódromo Andino (que pertenecía al Jockey Club) y el Tiro Nacional, como sitios de ocio de la elite, que podían albergar instalaciones dedicadas al juego.

- ¿Había juego clandestino?

- Dentro de los establecimientos de corte "popular", había no menos de treinta casas de comercio con billares, mientras que algunos cafés, almacenes y locales de despacho de bebidas, abrigaban instancias de juego clandestino. Hacia 1916, la cuestión del juego comenzó a tomar relevancia en la opinión pública, dado que no existía regulación ni control y tampoco se sancionaba a los establecimientos que operaban fuera de la ley. Desde la prensa se criticó a la clase dirigente y a la policía, por no implementar medidas más estrictas.

A cien años de la apertura del Casino como lugar de encuentro "familiar"

- ¿Cómo fue gestándose la idea de un casino estatal?

- El camino para llegar al primer establecimiento de gestión estatal no estuvo exento de problemas: entre otros, un llamado a licitación para instalar "un establecimiento modelo de Confitería, Bar y Casino", bajo las tribunas del edificio del Club de Regatas, en el Parque General San Martín, que incrementó los recelos entre representantes del oficialismo y de la oposición. La situación tomó mayor visibilidad cuando el diputado radical Manuel Molina interpeló al ministro de gobierno, para que diese explicaciones respecto de la inacción policial a que hacían referencia las crónicas periodísticas, y del discutido llamado a licitación que preveía la apertura de un casino bajo las tribunas del club. Superada la instancia, se elevó un proyecto de ley, emanado del bloque radical, para la reglamentación del juego.

- ¿Qué rol jugó la prensa mendocina?

- Los diarios de la época se hicieron eco de los debates en relación con el tema: Los Andes hizo propio el reclamo, posicionándose como vocero de la comunidad (o al menos de su sector más desprotegido), condenando el juego y el escaso control y al mismo tiempo celebrando la pronta legislación en torno del problema.

La Tarde criticó la intimación del diputado Molina al Jefe de Policía y solicitó se aplicara con el mismo rigor el control de todas las prácticas que involucraban el juego. Cabe aclarar que, en este momento histórico, eran comunes en Mendoza las corridas de toros y las carreras de caballos, ambiente propicio para la práctica de apuestas. Este matutino expresaba: "¿No son las carreras un juego de azar? ¿Podría saberse por qué causa el diputado aludido no hizo mención a estas?" En otros casos, el mismo diario exhibía una postura igualmente crítica, cuestionando a los centros sociales de inmigrantes y clubs, denunciando que, bajo la figura de la personería jurídica, ocultaban "el garito, en donde el fraude y el engaño son un sacerdocio".

A pesar del estado público que alcanzó el tema y la adhesión de los diarios de la época para condenar, desde una u otra vereda política, el proyecto no tuvo posterior tratamiento legislativo. Es posible que cuestiones más urgentes, como la crisis económica imperante, derivada de la Primera Guerra Mundial y la intervención nacional al Gobierno de la Provincia en noviembre de 1917, postergaran su discusión parlamentaria. Como normativa vigente en la ciudad, quedó un decreto municipal, que autorizaba "los juegos de azar y envite mediante el pago de patentes por diversas cantidades, destinadas a beneficencia pública".

- ¿Qué sucedió finalmente?

- Hacia 1922 y con la propuesta, ya durante el gobierno de Lencinas, para el conjunto hotel-teatro y casino, se consideró que regular la actividad reportaría una importante fuente de ingresos para el Estado, al aplicarlos "a servicios hospitalarios y de asistencia pública". El 4 de octubre de 1923 fue sancionada la ley N°832, que autorizaba al Poder Ejecutivo a licitar la construcción y explotación de los edificios mencionados, que se fueron inaugurando entre 1924 y 1925.

Plano de las tres construcciones.

Plano de las tres construcciones.


- ¿Cómo lucía el Casino en sus inicios?

-Estaba dividido en cuatro áreas: un gran salón de ruletas, un salón pequeño para ruletas "populares", salón para juegos de naipes y un área social, compuesta por vestíbulo y confitería. El acceso a la sala se hacía por calle 25 de Mayo, al sector de hall y boletería. El salón de ruletas albergaba las mesas de juego, que estaba conectado al Plaza Hotel por medio de una galería que cruzaba, en sentido oeste-este, los jardines que rodeaban los edificios.

Vista del gran salón de ruletas.

Vista del gran salón de ruletas.


La ambientación de los espacios aseguraba la sociabilidad y confort del público exclusivamente masculino, que en sus inicios se reunía en las salas de juego: todo el mobiliario se apoyaba en gruesas alfombras con motivos florales. El piso era de madera de pinotea y el tercio inferior de los muros estaba cubierto de boiseries, mientras el resto del paramento ostentaba papeles decorativos. Los cielorrasos estaban terminados en yeso aplicado y la iluminación estaba pensada de forma diferenciada, para los espacios de juego y los de socialización. El interiorismo lograba un ambiente que aludía a la sofisticación y la elegancia. Además de los espacios de juego, había un sector diferenciado para personal del casino, con cambiadores, sanitarios y cocina y en el subsuelo, se ubicó un depósito para la confitería y la sala de máquinas que albergaba las calderas y bombas del sistema de calefacción.

Vista de la confitería del Casino.

Vista de la confitería del Casino.


Para más información sobre la historia del casino, se puede consultar el libro "¿Media pensión o pensión completa?", publicado en 2023 y disponible para su descarga gratuita desde la biblioteca digital de la Universidad Nacional de Cuyo: https://revistas.uncu.edu.ar/ojs/index.php/revihistoriargenyame/article/view/7332/5956

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