El Vaticano autoriza el culto a Medjugorje, pero no admite que se trate de algo sobrenatural
Qué dice la nota sobre la experiencia espiritual vinculada a Medjugorje, firmada por el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, y monseñor Armando Matteo, respectivamente prefecto y secretario de la sección doctrinal del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
"Ha llegado el momento de concluir una larga y compleja historia en torno a los fenómenos espirituales de Medjugorje. Se trata de una historia en la cual se sucedieron opiniones divergentes de Obispos, teólogos, comisiones y analistas".
Con estas palabras comienza "La Reina de la Paz", una nota sobre la experiencia espiritual vinculada a Medjugorje, firmada por el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, y monseñor Armando Matteo, respectivamente prefecto y secretario de la sección doctrinal del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Un texto aprobado por el papa Francisco el 28 de agosto, que reconoce la bondad de los frutos espirituales ligados a la experiencia de Medjugorje, autorizando a los fieles a adherirse a ella -de acuerdo con las nuevas Normas para el discernimiento de estos fenómenos-, ya que "se han producido muchos frutos positivos y no se han difundido efectos negativos o de riesgo entre el Pueblo de Dios". En general, el juicio sobre los mensajes es también positivo, aunque con algunas precisiones sobre algunas expresiones. También se subraya que "las conclusiones de esta Nota no implican un juicio sobre la vida moral de los presuntos videntes" y que, en cualquier caso, los dones espirituales "no exigen necesariamente la perfección moral de las personas implicadas para poder actuar".
Los lugares relacionados con el fenómeno de Medjugorje son visitados por peregrinos de todo el mundo. "Los frutos positivos se revelan sobre todo como la promoción de una sana práctica de la vida de fe" según la tradición de la Iglesia. Hay "abundantes conversiones" de personas que han descubierto o redescubierto la fe; el retorno a la confesión y a la comunión sacramental, numerosas vocaciones, "muchas reconciliaciones entre esposos y la renovación de la vida matrimonial y familiar". "Cabe mencionar -afirma la nota que estas experiencias se producen principalmente en el contexto de peregrinaciones a los lugares de los hechos originales, más que durante encuentros con ‘videntes' para asistir a las supuestas apariciones". También informan de "numerosas curaciones".
La parroquia del pequeño pueblo de Herzegovina es un lugar de adoración, oración, seminarios, retiros espirituales, encuentros de jóvenes y "parece que la gente va a Medjugorje sobre todo para renovar su fe más que por peticiones concretas precisas". También han surgido obras de caridad para atender a huérfanos, drogadictos y discapacitados, y también hay grupos de cristianos ortodoxos y musulmanes.
La nota del Dicasterio examina a continuación los aspectos centrales de los mensajes, empezando por el de la paz entendida no sólo como ausencia de guerra, sino también en sentido espiritual, familiar y social: el título más original que la Virgen se atribuye es, en efecto, el de "Reina de la Paz". "Me he presentado aquí como Reina de la Paz para decir a todos que la paz es necesaria para la salvación del mundo. Sólo en Dios se encuentra la verdadera alegría, de la que procede la verdadera paz. Por eso pido la conversión" (16.06.1983). Una paz que es fruto de la caridad vivida, que "implica también el amor a los que no son católicos". Un aspecto que se comprende mejor "en el contexto ecuménico e interreligioso de Bosnia y Herzogovina, marcado por una terrible guerra con fuertes componentes religiosos".
La invitación al abandono confiado en Dios que es amor surge con frecuencia: "Podemos reconocer un núcleo de mensajes en los que la Virgen no se sitúa en el centro, sino que se muestra plenamente orientada a nuestra unión con Dios". Además, "la intercesión y la obra de María aparecen claramente supeditadas a Jesucristo como autor de la gracia y de la salvación en cada persona. María intercede, pero es Cristo quien "nos da la fuerza, por tanto, toda su obra materna consiste en motivarnos a ir hacia Cristo": "Él os dará fuerza y alegría en este tiempo. Yo estoy cerca de vosotros con mi intercesión" (25.11.1993). De nuevo, muchos mensajes invitan a reconocer la importancia de pedir la ayuda del Espíritu Santo: "La gente se equivoca cuando sólo se dirige a los santos para pedir algo. Lo importante es pedir al Espíritu Santo que descienda sobre vosotros. Teniéndolo lo tenéis todo" (21.10.1983).
En los mensajes se encuentra "una invitación constante a abandonar el estilo de vida mundano y el apego excesivo a los bienes terrenales, con frecuentes llamadas a la conversión, que hace posible la verdadera paz en el mundo". La conversión parece estar en el centro del mensaje de Medjugorje. Hay también una "exhortación insistente a no subestimar la gravedad del mal y del pecado y a tomar muy en serio la llamada de Dios a luchar contra el mal y contra la influencia de Satanás", señalado como origen del odio, la violencia y la división. También es fundamental el papel de la oración y el ayuno, así como la centralidad de la Misa, la importancia de la comunión fraterna y la búsqueda del sentido último de la existencia en la vida eterna.
Las aclaraciones del Vaticano
La segunda parte del documento subraya cómo "algunos" mensajes se desvían de los contenidos enumerados hasta ahora. Y por ello, "para evitar que este tesoro de Medjugorje se vea comprometido, es necesario aclarar algunas posibles confusiones que pueden llevar a grupos minoritarios a distorsionar la preciosa propuesta de esta experiencia espiritual". Si se leen parcialmente algunos de los mensajes, pueden parecer "ligados a experiencias humanas confusas, a expresiones imprecisas desde el punto de vista teológico o a intereses no del todo legítimos" aunque algunos errores pueden no ser "debidos a una mala intención, sino a la percepción subjetiva del fenómeno". En algunos casos, "la Virgen parece mostrar cierta irritación porque no se han seguido algunas de sus indicaciones; así, advierte de signos amenazadores y de la posibilidad de que dejen de aparecer". Pero en realidad otros mensajes ofrecen una interpretación correcta: «Los que hacen predicciones catastróficas son falsos profetas. Dicen: "En tal año, en tal día, habrá una catástrofe". "Siempre he dicho que el castigo llegará si el mundo no se convierte. Por eso os invito a todos a la conversión. Todo depende de vuestra conversión" (15.12.1983).
La nulla osta para Medjugorje fue posible gracias al reconocimiento de los frutos positivos de la experiencia espiritual vivida allí y al enfoque pastoral del Papa.
Luego están los mensajes para la parroquia, en los que la Virgen parece querer controlar los detalles del camino espiritual y pastoral, "dando así la impresión de querer sustituir con Ella los organismos ordinarios de participación". Otras veces insiste en escuchar y aceptar los mensajes, insistencia probablemente provocada "por el amor y el fervor generoso de los supuestos videntes que con buena voluntad temían que las llamadas de la Madre a la conversión y a la paz fueran ignoradas". La insistencia se hace más problemática cuando los mensajes "se refieren a peticiones de improbable origen sobrenatural, como cuando la Virgen da órdenes sobre fechas, lugares, cuestiones prácticas y toma decisiones sobre asuntos ordinarios". En realidad, es la misma Virgen quien relativiza sus mensajes sometiéndolos al valor de la Palabra revelada en la Escritura: «No vayáis en busca de cosas extraordinarias, sino tomad el Evangelio, leedlo y todo os será claro» (12.11.1982); "¿Por qué hacéis tantas preguntas? Todas las respuestas están en el Evangelio" (19.09.1981). "No creáis a las voces mentirosas que os hablan de cosas falsas, de una luz falsa. Vosotros, hijos míos, volved a la Escritura" (02.02.2018).
La nota señala como problemáticos aquellos mensajes que atribuyen a la Virgen las expresiones "mi plan", "mi proyecto", expresiones que "podrían confundir. En realidad, todo lo que María hace está siempre al servicio del plan del Señor y de su divino plan de salvación". Así como no se debe erróneamente "atribuir a María un lugar único y exclusivo del Hijo de Dios hecho hombre». Por otra parte, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe subraya un mensaje que puede considerarse una síntesis de la propuesta evangélica a través de Medjugorje: "Deseo acercaros cada vez más a Jesús y a su corazón herido" (25.11.1991).
La autorización condicionada del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (antiguamente, "Santa Inquisición")
"Aunque esto no implica una declaración del carácter sobrenatural" y recordando que nadie está obligado a creer en ellos, la nulla osta -emitida por el Obispo de Mostar-Duvno de acuerdo con la Santa Sede- indica que los fieles "pueden recibir un estímulo positivo para su vida cristiana a través de esta propuesta espiritual y autoriza el culto público".
La nota precisa también que "la valoración positiva de la mayor parte de los mensajes de Medjugorje como textos edificantes no implica declarar que tengan un origen sobrenatural directo". Y aunque existen -como es sabido- opiniones diversas "sobre la autenticidad de algunos hechos o sobre algunos aspectos de esta experiencia espiritual, se invita a las autoridades eclesiásticas de los lugares donde está presente a apreciar el valor pastoral y también a promover la difusión de esta propuesta espiritual". Todo ello sin perjuicio de la potestad de cada obispo diocesano de tomar decisiones prudenciales en el caso de que haya personas o grupos que "hagan un uso inadecuado de este fenómeno espiritual y actúen de forma equivocada". Por último, el Dicasterio invita a quienes van a Medjugorje "a aceptar que las peregrinaciones no se hacen para encontrarse con supuestos videntes, sino para tener un encuentro con María, Reina de la Paz".