Las raíces de la Vendimia para Todos, en la icónica publicación "Todo es historia"
Los vínculos de la antiguamente denominada "Vendimia Gay" con los pueblos originarios y su vinculación con el ideario del "Nuevo Cancionero" nacido en Mendoza en 1963, son rescatados en la revista fundada por Félix Luna por dos autores mendocinos.
El número 649 de la revista icónica argentina Todo es historia, fundada por Félix Luna, ofrece 14 páginas con la historia de la "Vendimia Gay", la Vendimia para todos, con una trayectoria de 30 años en Mendoza.
Los autores, Alejandro Aruj y Pablo Lacoste, reúnen en su nota dos corrientes que influyeron en los creadores del espectáculo: las costumbres ancestrales de los pueblos originarios que no consideraban a la homosexualidad como un "problema", consideración que fue introducida por los conquistadores europeos, y más recientemente en el tiempo a los principios fundadores del Nuevo Cancionero, que -recuerdan los autores- "promovió la visibilización y valoración del patrimonio ancestral latinoamericano, en un ambiente de creatividad y reconocimiento de la diversidad sexual de la década de 1960 a nivel nacional e internacional".
En un interesante desarrollo, advierten, sin embargo, que "la investigación de este tema presenta serios problemas de fuentes" ya que "buena parte de esta historia se realizó en la clandestinidad, liderada por actores estigmatizados por la ley y el Estado".
Clic en la imagen para acceder a la publicación.
De tal modo que Aruj y Lacoste lograron plasmar una historia de este capítulo de reivindicación y desestigmatización "a través de fuentes orales, a partir del relato mismo de los protagonistas".
¿Cómo lo hicieron? La aproximación aellos se realizó en forma directa: uno delos coautores del artículo publicado por Todo es historia, Alejandro Aruj, ha participado durante 40 años en la realizaciónde la Fiesta Nacional de la Vendimia.
Vale la pena la apuesta historiográfica con un tema que posee escasa documentación escrita. Hay una inédita puesta en contexto histórico e ideológico del surgimiento y desarrollo de la festividad que se ha instalado en la agenda mendocina y que no se queda en su tiempo, sino que indaga en las raíces, desde antes de la llegada de los conquistadores, el injerto o imposición de sus ideas y principios, y cómo fue evolucionando Mendoza a nivel cultural y social hasta plasmarse esta fiesta que ahora representa un hito.
Otro elemento interesante del artículo de Aruj y Lacoste es que menciona -probablemente por primera vez- a la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Cuyo como fuente impulsora de lo que fue la "Vendimia Gay", otorgándole una plataforma académica y fundamentando por qué.
La portada de la revista.
Sobre la génesis del espectáculo, sostienen: "Los artistas y bailarines de la Vendimia se propusieron hacer posible lo imposible. Se trataba, simplemente, de correr una nueva frontera. Naturalmente, la elección de Miss Chuchi, realizada en la oscuridad de la noche, junto a un viejo pimiento, no alcanzaba el brillo de la reina oficial, pero era un primer paso". De allí surgió lo que se llamó "Fiesta del Patio" en ceremonias clandestinas.
Desfilan nombres conocidos, datos poco recordados y hasta el rol nefasto de un comando parapolicial que persiguió, torturó y mató a personas que se desmarcaban en su vida cotidiana de los mandatos de género imperantes.
Con una crónica de las fiestas y su progresivo ascenso desde la tentación de lo "prohibido" hasta su aceptación total en la agenda cultural, imágenes de momentos especiales, sobre todo de sus momentos más exitosos (ya que se carece de registros de las primeras épocas) el artículo de Aruj y Lacoste se transforma en una referencia obligada para comprender un poco más a Mendoza y los mendocinos, a la vez que reconocer a quienes dieron una lucha -sabiendo que lo hacían o en forma tácita- para exorcizar los fantasmas de la homofobia y la estigmatización que caracterizó a la sociedad durante siglos de imperio del miedo que la religión impuso como cultura.
