La fascinante y sombría historia de la fotografía post mortem

Un artículo de la historiadora Luciana Sabina sobre una costumbre real y extendida en su tiempo por todo el mundo: fotografiar a los muertos.

Luciana Sabina

La fotografía post mortem, aunque macabra para los estándares modernos, fue un fenómeno común y significativo durante el siglo XIX y principios del siglo XX. Surgió en una época en la que la fotografía aún era un lujo y la mortalidad infantil era alta, marcando una forma de honrar y preservar la memoria de los seres queridos que habían fallecido.

La fascinante y sombría historia de la fotografía post mortem

La práctica comenzó con la invención del daguerrotipo en 1839 por Louis Daguerre. Esta tecnología permitió por primera vez capturar imágenes detalladas y duraderas de personas y escenas. En una época donde los retratos pintados eran caros y reservados para la élite, el daguerrotipo ofreció una alternativa más accesible.

Las fotografías post mortem variaban en estilo, pero solían intentar capturar la imagen del fallecido de manera que pareciera que estaba vivo o en un sueño eterno. En algunos casos, los fotógrafos colocaban a los difuntos en posiciones naturales, rodeados de objetos significativos o junto a sus seres queridos. Los niños a menudo eran fotografiados con sus juguetes, mientras que los adultos podían ser retratados en actitudes meditativas o solemnes.

La fascinante y sombría historia de la fotografía post mortem

Los ojos eran un detalle clave en estas imágenes. Si el fallecido tenía los ojos cerrados, el fotógrafo a veces pintaba iris en los negativos para dar la ilusión de que estaban abiertos. En otras ocasiones, se utilizaban dispositivos para sostener los cuerpos en posiciones más erguidas, haciéndolos parecer despiertos y conscientes.

El velorio del angelito

En algunos países, la fotografía post mortem también se utilizaba para documentar grandes tragedias colectivas, como desastres naturales o guerras. Estas imágenes a menudo cumplían un propósito documental más allá del recuerdo personal.

La fascinante y sombría historia de la fotografía post mortem

Con el avance de la fotografía y la disminución de las tasas de mortalidad en el siglo XX, la práctica de la fotografía postmortem perdió popularidad. Además, el cambio en las actitudes hacia la muerte, que se volvió más privada y menos ritualizada, hizo que estas imágenes se consideraran morbosas o inapropiadas.

Hoy en día, las fotografías post mortem son piezas de colección, estudiadas por historiadores, antropólogos y entusiastas del arte como una ventana a las costumbres y mentalidades de una época pasada. Aunque el concepto puede parecer extraño para los estándares modernos, estas imágenes representan un profundo deseo humano: mantener viva la memoria de aquellos a quienes amamos, incluso en la muerte.

La fascinante y sombría historia de la fotografía post mortem

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