Un sábado patrio con lluvia y chocolatito caliente
Marcela Muñoz Pan nos trae otra nota de la serie patria de sus notas bajo la consigna "Requete lindo".
En la ciudad mágica del Este mendocino, mi amado departamento de Gral. San Martín, se festejó el día de la patria con un desfile cívico, militar, escolar, agrupaciones gauchas, estudiantes, clubes, más que impecable a pesar de la lluviecita finita y el frío. El intendente del departamento Dr. Raúl Rufeil y todas las dependencias que organizaron esta celebración bien patria, con la cultura de nuestras tradiciones, que no se quieren ni perder ni olvidar, quedaron empapados como yo, pero también empapados en el sentir de toda una comunidad que salió a festejar, aplaudir a sus familiares, hijos, docentes, profesoras, abuelos, tíos y tías que desfilaban con el corazón hinchado celeste y blanco, sin extravagancias, sin empoderamientos, sin egos, éramos uno al sentir las marchas patrias, éramos uno al sentir nuestro himno, como dice Borges en el poema que les envié en el último Requete lindo.
De a poco tanto en la tierra de la Avenida Alem como en el cielo, se sentía la banda militar "Talcahuano" del Regimiento de Infantería de Montaña XI Gral. Las Heras, policía de Mendoza y de la IV Brigada Aérea y los aviones del aeroclub San Martín nos brindaban sus espectáculos aéreos y las miradas hacia el infinito se convertían en lágrimas de verdadera emoción.
Los niños, los jardines maternales, los estudiantes de secundaria, los deportistas, los coleccionistas de Fiat 600, bailarines, los perros policías, veteranos de Malvinas, bomberos voluntarios, cadetes del liceo, una convocatoria con sabor a victoria con cafecito caliente, algunos matecitos por ahí y el final en el Museo Las Bóvedas, ese chocolatito calentito preparado por el Ejército Argentino, estrechando una vez más los gestos heroicos como buenos sanmartinianos, si hasta parecía que Don José desde el patio de la Municipalidad nos miraba con hidalguía como escudando el Este de las bondades como dice el poema:
Bienaventurados
Frente a los impulsos la razón se inclina.
Bienaventurados,
los que se dejan llevar por los impulsos.
Bienaventurados,
los que rinden las banderas de su egolatría,
a la descontrolada fuerza de los impulsos.
Pero mi impulso tomó la forma de un gesto:
¡la ilusión de mi Tebaida!
en estas chacras de Los Barriales
en las que mi espíritu eligió
para sembrar las utopías del desierto casero.
La lluvia podía adueñarse de la noche,
no puedo evitar decirlo,
su olor y sonido son ecos de otras lluvias,
las lluvias batalladas de la templanza.
Bienaventurados,
los que se dejan llevar por los designios,
pero mi designio escondió un secreto:
¡el secreto de la libertad!
Busqué aquí,
en el Este de las bondades
el lugar alevosamente blanco
para descalzar mis pies,
recordando el mandamiento
de las voces que susurran y matan
los pechos oprimidos.
Bienaventurados,
los que se dejen llevar por la libertad,
y las cordilleras del encuentro
porque de ellos será el reino de los cielos.
(Del libro Vino la Cordillera. MMP)
Fue un sábado Requete lindo