Fernando del Paso, Premio Cervantes, entre el Boom Latinoamericano y el ninguneo de Internet
En una entrevista realizada por el programa radial "Tormenta de Ideas" en noviembre de 2015, el gran escritor Fernando del Paso rompió su costumbre de no hablar con la prensa.
El escritor mexicano Fernando del Paso, 80 cuando concedió la entrevista aquí citada, es autor de obras como Palinuro de México y Noticias del Imperio, poeta, escritor, dibujante, pintor, locutor y diplomático, y fue galardonado en 2015 con el Premio Cervantes. En el año en que se cumplió el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote, "el jurado ha querido valorar especialmente (...) a un escritor que es innovador, asume riesgos, es valiente en su creación novelística como lo fue Cervantes", explicó la presidenta del tribunal, Inés Fernández Ordóñez, representante de la Real Academia Española.
El jurado reconoció a Del Paso "por su aporte al desarrollo de la novela, aunando tradición y modernidad como hizo Cervantes en su momento", afirmó el ministro al anunciar en rueda de prensa en Madrid el considerado "Nobel de las letras hispanas". "Sus novelas, llenas de riesgos, recrean episodios fundamentales de la historia de México haciéndolos universales", agregó sobre Del Paso, autor de obras como José Trigo (1966), Palinuro de México (ganador del premio Rómulo Gallegos, 1982) o Noticias del imperio (1988), editadas en la Argentina por Fondo de Cultura Económica. En esta última obra, Del Paso narra la historia del emperador Maximiliano de Habsburgo, emperador mexicano entre 1864 y 1867, y de su esposa, Carlota.
Del Paso murió en 2018 a los 83.
En aquel 2015, rompió su habitual silencio con la prensa y habló con el programa radial "Tormenta de Ideas" en Mendoza, convaleciente de unos ataques que lo afectaron hace dos años, bajo cuidados permanente y con la condecoración de que sería la única entrevista para la Argentina, "tengo que cuidarme mucho y no puedo andar hablando tanto", dijo.
- Felicitaciones por este reconocimiento que, en su persona, le hacen no solo a las letras de México sino a las de toda Hispanoamérica, según lo que ha señalado el jurado del Premio Cervantes. ¿Qué siente al ser su destinatario?
- Pues, tuve una gran sorpresa, aunque yo calculaba que ya era tiempo porque yo supe que he figurado en varias ternas finalistas. Y pensé: bueno, quizás un día me lo den a mí. Pero es un gran orgullo porque amo a España y amo, con gran pasión, al idioma castellano que es con el que hablo y con el que escribo.
- Había otras personas entre los favoritos, además de usted. Estaba el argentino Ricardo Piglia y el nicaragüense Sergio Ramírez. ¿Qué piensa de ellos?
- Son excelentes escritores que también merecen un premio de esta magnitud. Pero claro, el jurado se decidió por un servidor, y eso me halaga muchísimo.
- Además de ser usted uno de los grandes escritores de nuestra lengua, ha atravesado por los más diversos aspectos de la vida, como dibujante, pintor, también por la radio y por el servicio exterior de México. ¿Quién es Fernando del Paso en definitiva? ¿El reconocido como escritor? ¿O usted puede usted detenerse en cualquiera de estas actividades que ha realizado a lo largo de su vida y considerarla como su identidad?
- Bueno, yo me considero principalmente un escritor y muchos de los oficios que he desempeñado, pues los he tenido que hacer para ganarme el pan porque de la literatura es muy difícil vivir con decoro.
- De alguna manera, también dedicarse de lleno a la literatura es muy difícil. Probablemente por ello esta época no pueda ser comparado con los años 60 o 70 en donde hubo un boom de la literatura. ¿Usted tiene algo que decir con respecto a esto?
- Yo me considero como uno que estuvo en la cola del "Boom". No fue un invento, fue una realidad maravillosa y todos los escritores que se dieron en el "Boom" fueron excelentes y un gran ejemplo para los que entonces teníamos menos años y menos experiencia. Le ruego me disculpe que no me expreso claramente, pero es que tuve una serie de ataques de carácter isquémico hace dos años y se me fue la voz y el habla.
- De todos modos, se lo escucha muy bien señor Del Paso.
- Bueno, muchas gracias.
- ¿Usted se siente parte del "Boom Latinoamericano"? Ha sido amigo de Juan Rulfo, de García Márquez y de tantos otros.
- Sí, de Rulfo, de García Márquez. Conocí a Alejo Carpentier y a Cortázar. Fui un gran admirador de Borges y claro, me considero parte de esa "mafia", pues, de ese conjunto de artistas.
- Sin embargo, usted siguió por su propio camino, su propio pensamiento, su propia estética y discurso, según dicen los que más han indagado sobre su obra. Algo que dijo el jurado del Premio Cervantes me pareció muy interesante. Es que usted ha tomado capítulos de la historia mexicana novelada y la ha vuelto universal. Realmente se pone la piel de gallina pensar que un escritor puede lograr eso. ¿Usted siente que lo ha conseguido?
- No sé hasta qué punto. Es muy posible que mi Carlota, la de "Noticias del imperio", sea muy distinta a la Carlota que de verdad existió y que fue emperatriz de México. Sin embargo, mi interpretación, mis síntomas me indican, que no estaría muy lejos de serlo. Pude ser capaz de recrear uno de los capítulos más atípicos y surrealistas de la historia.
- Realmente ha impactado mucho. Hablamos hace un tiempo atrás con una compatriota suya como es Elena Poniatowska, y hablamos también de aquella etapa de México que como usted dice fue surrealista, pero que sucedió. Una Carlota que se vuelve loca y un emperador como Maximiliano que termina fusilado en Querétaro.
- Efectivamente, sí.
- Con Poniatowska también hablamos del México actual. Usted, como hombre de las letras y, por lo tanto, un hombre sensible, no puede estar ajeno a la realidad política y social que vive México. En un mundo con tanta información circulando, las que no llegan son las negativas. Son las del narcotráfico y la muerte.
- Yo estoy muy triste porque no es el México que yo conocí hace 20 o 30 años. Es un México muy revuelto, lleno de crimen, de miseria, de pobres que son víctimas de los sobornos, que son víctimas y cómplices. En fin, es un México que parece desmoronarse y no se tiene esperanza de que las cosas no mejoren, sino al menos "desempeoren".
- ¿Tiene alguna recomendación que hacerle a la sociedad o a la política mexicana?
- Sería demasiado vanidoso de hacerlo. Es evidente que la desigualdad económica es el principal de esos males, con más de 50 millones de pobres o empobrecidos, yo no sabría exactamente qué recomendar.
- Volviendo a la literatura, que es su cauce natural, ¿le parece que en este tiempo de hipercomunicación, redes sociales e internet siguen vigentes las principales bases de la literatura? ¿La gente sigue volcada a la literatura como cuando no existían las pantallas que nos entretienen con otra cosa?
- No, yo creo que no. Yo creo que ahora la lucha es más severa y tenemos que mejorar esas armas para de alguna manera atraer a los lectores. Estamos un poco en desventaja ahora.
- ¿Pero cree que la literatura tiene futuro o que es algo que está muriendo?
- No todavía. Yo creo, y no sé si confundo lo que creo con lo que quiero, que tiene futuro.
- ¿Ya tiene pensado alrededor de qué girará su discurso del 23 de abril, cuando le entreguen el Premio Cervantes?
- Tengo una vaga idea, pero tendré que concretarla un poco más. Apenas acabo de recibir la noticia y esto todavía confundido.