Cómo vive la guerra una familia ucraniana que eligió la tranquilidad de Mendoza
Tras vivir 17 años en Buenos Aires, optaron por afincarse en un paraje rural de nuestra provincia. "Comparado con otros lados, acá se vive muy tranquilo", señalaron.
A medida que van pasando las horas, la información que surge en Ucrania con respecto al conflicto ante Rusia no es la mejor. La guerra ha generado conmoción a nivel mundial.
Muchos son los ucranianos que, por diferentes circunstancias, eligieron a Mendoza como destino final de su vida. Iván Gabur es uno de ellos. Este camionero de 47 años eligió la tranquilidad del paraje La Escandinava, ubicado en el distrito de Bowen, General Alvear.
"Vinimos en el 96' cuando gobernaba (Carlos) Menem", recordó al comienzo de la charla con Memo.
Explicó que en aquel entonces, "cuando gobernaba Menem, entre los dos países se hizo un convenio y se podía ir de un lugar al otro de forma legal. Los argentinos podían ir a Ucrania, nosotros también. Vinimos en regla".
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Por aquellos tiempo tenían un impedimento y era que "no teníamos derecho a votar presidente, si gobernador e intendente". Sin embargo, con el correr del tiempo todo fue normalizándose para Gabur y su familia. "Pasaron un par de semanas y nos dieron un documento de extranjeros. Después de dos años nos pudimos hacer la ciudadanía", explicó.
Ante la consulta del por qué eligió Argentina, y específicamente el pequeño poblado de La Escandinava, sostuvo: "Acá está lindo, no nos quejamos de nada". "Nosotros cuando llegamos, paramos primero en Buenos aires, 17 años vivimos en Buenos Aires", pero luego de un tiempo, la vorágine y el ritmo de la ciudad los atormentó.
"Empezamos a hablar entre la familia, a ver si buscábamos algo más tranquilo y vinimos para acá", señaló y, en ese sentido, recalcó que está muy a gusto en su vivienda de calles 25 y G, en plena zona rural. "Comparado con Buenos Aires, acá se vive muy tranquilo", dijo.
Obviamente al margen de la charla no quedó la actual situación que tiene en vilo al mundo, respecto de la guerra entre su Ucrania natal y Rusia.
Comentó que tiene "hermanos, tíos y primos cerca de la frontera con Polonia". Si bien, el no ha tenido la posibilidad de comunicarse personalmente con sus familiares, si lo hizo su suegra.
"Yo no he hablado con ellos, hace rato que no hablo, pero sé que están bien. Hace dos días, mi suegra habló con su hermana en Ucrania y dijo que está bastante complicado. No está para nada fácil la cosa", dijo con tristeza en su voz. Agregó que "están bien", pero "viven con miedo y temor, no saben si a la otra mañana se levantan".
Gabur también dio a conocer otro dato desesperante y es la falta de provisiones básicas en medio de la invasión rusa. "Están hablando de que falta la comida, no hay productos, está casi todo vacío", indicó.
Hoy en día, con cierta tranquilidad en La Escandinava, no se arrepiente de la decisión de vida que tomó junto a su familia. "Parece mentira, pero fue un propósito de Dios. Creo que Dios sabe el futuro de las personas", finalizó.
Preocupación en Mendoza
Para los familiares de ucranianos que actualmente se encuentran en la zona de combate, tampoco son horas fáciles. El panorama no es nada sencillo.
Graciela Mosiuk es mendocina, pero es descendiente de ucranianos, y actualmente tiene a una gran cantidad de parientes en la tierra de Volodímir Zelenski. Pese a que en la zona invadida por los rusos la situación es por demás compleja, "por ahora tenemos contacto, a Dios gracia", dijo a este diario.
Mosiuk, que actualmente vive en San Rafael, dijo que "tenemos un grupo actualmente de parientes acá en Argentina, en diferentes provincias, y también en ese grupo tenemos los parientes que están en Ucrania".
"Lo último que te puedo decir, y que hace un ratito me avisaron, es que los parientes que tenemos en Rivne y en Kiev están emigrando a Polonia. Hay un movimiento de gente que se está yendo de esos lugares por la situación y por cómo está todo", continuó.
Cuenta que sus familiares, le han comentado que "demoran hasta 10 horas en poder cruzar la frontera para llegar a Polonia".
Si bien los contactos que mantuvo con sus familiares han sido breves, estos le comentaron que "les parecía mucho la cantidad de horas, pero es por una cuestión de la cantidad de gente que se está yendo. Se ve que la demora es por la cantidad, no por la distancia".
Además, reveló que tiene parientes por parte de su padre, que "siguen firmes en refugios en Lviv". Finalmente, indicó que "hoy bombardearon Lviv, sobre todo los aeropuertos. Lo que queda es rezar por ellos".
