El problema del ser humano para poder visitar alguna vez el planeta Venus

El planeta más cercano al sol tiene una temperatura de 475 °C.

El planeta Venus se formó más cerca del Sol y desde entonces ha evolucionado de manera bastante diferente a nuestro propio planeta. Tiene (lo que significa que el calor está completamente atrapado), una atmósfera espesa rica en dióxido de carbono, sin campo magnético y una superficie lo suficientemente caliente como para derretir el plomo.

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Varias misiones científicas sin tripulación estudiarán cómo y por qué sucedió eso en la próxima década. Pero ahora algunos científicos también están allí para un sobrevuelo. ¿Es eso una buena idea?

Con un diámetro ligeramente más pequeño que la Tierra, Venus orbita más cerca del Sol. Esto significa que cualquier agua en la superficie se habría evaporado poco después de su formación, comenzando su efecto invernadero. Las erupciones volcánicas tempranas y sostenidas crearon llanuras de lava y aumentaron el dióxido de carbono en la atmósfera, iniciando el efecto invernadero descontrolado, que aumentó la temperatura desde un poco más alta que la de la Tierra hasta su valor actual alto de 475 °C.

Si bien el año de Venus es más corto que el nuestro (225 días), su rotación es muy lenta (243 días) y "retrógrada", al revés que la Tierra. La rotación lenta está relacionada con la falta de campo magnético, lo que resulta en una pérdida continua de atmósfera. Las imágenes de muchas misiones muestran patrones de nubes en forma de V, compuestas de gotas de ácido sulfúrico.

A pesar de las duras condiciones, algunos científicos han especulado que las nubes de Venus podrían albergar condiciones habitables en algunas altitudes. Aparentemente, las mediciones recientes en las nubes de Venus, un signo potencial de vida, ya que es producida continuamente por microbios en la Tierra, han sido fuertemente debatidas. Claramente, necesitamos más mediciones y exploración para averiguar de dónde viene.

Misiones futuras

Lo que sabemos sobre Venus hasta ahora se ha obtenido de varias sondas anteriores. En 1970-82, por ejemplo, los soviéticos pudieron aterrizar en la dura superficie de Venus, sobrevivir hasta dos horas y enviar imágenes y datos. Pero quedan preguntas sobre cómo Venus evolucionó de manera tan diferente a la Tierra, que también son relevantes para comprender qué planetas que orbitan alrededor de otras estrellas pueden albergar vida.

La próxima década promete ser una bonanza para los científicos de Venus. La Nasa tiene previsto su lanzamiento para 2028-30. La Estación Espacial Europea para su lanzamiento a principios de la década de 2030. Estas son misiones complementarias sin tripulación que nos darán una comprensión más profunda del entorno y la evolución de Venus.

Veritas mapeará la superficie de Venus para determinar la historia geológica, la composición de las rocas y la importancia del agua primitiva. DaVinci+ incluye un orbitador y una pequeña sonda que descenderá a través de la atmósfera y medirá su composición, estudiará la formación y evolución del planeta y determinará si alguna vez tuvo un océano. EnVision estudiará la superficie del planeta, el subsuelo y los gases traza atmosféricos. Utilizará un radar para mapear la superficie con mejor resolución que nunca.

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