Por qué el 25 de agosto es el Día Mundial de los Peluqueros

La historiadora Luciana Sabina recuerda a San Luis, que fue rey de Francia y protector de numerosas actividades, entre ellas, la de los peluqueros.

Luciana Sabina

La elección del 25 de agosto para celebrar el Día Mundial del Peluquero se remonta a la conmemoración de la muerte de Luis IX de Francia, más conocido como San Luis, en 1270.

La asociación de este rey santo con los peluqueros se origina en su papel como protector de varios gremios y profesiones durante la Edad Media. Dado que San Luis era visto como un rey justo y protector de sus súbditos, muchos gremios, incluido el de los peluqueros y barberos, lo adoptaron como su santo patrono, viendo en él un modelo de servicio y dedicación.

Cabe destacar que, en tiempos medievales, los barberos y peluqueros no solo se encargaban del cuidado del cabello, sino que también realizaban funciones médicas como extracciones dentales, cirugías menores y sangrías. Era común ver el famoso "poste de barbero" en las puertas de los establecimientos, un símbolo que representaba tanto la barbería como la cirugía.

Luis IX, el santo.

Luis IX, el santo.

Con el tiempo, los roles de barbero y peluquero se fueron separando, dando lugar a la figura del peluquero tal como la conocemos hoy en día. Sin embargo, la influencia de estos primeros profesionales perdura, y San Luis sigue siendo un símbolo de protección y guía para todos aquellos que dedican su vida al cuidado del cabello y la estética.

Sobre Luis IX podemos decir que era hijo del rey Luis VIII de Francia y Blanca de Castilla. Desde muy joven, fue educado en la fe cristiana y en los principios de la justicia y la moral, influenciado en gran medida por su madre, quien fue regente de Francia durante su minoría de edad. A la muerte de su padre en 1226, Luis ascendió al trono con tan solo 12 años, bajo la tutela de Blanca, quien gobernó con mano firme hasta que Luis alcanzó la mayoría de edad.

El reinado de Luis IX, que se prolongó desde 1226 hasta su muerte en 1270, fue un período de consolidación del poder real y de profundos cambios sociales y jurídicos en Francia. Luis se destacó por su sentido de la justicia, estableciendo el Parlamento de París como una corte suprema para resolver disputas, un precursor del sistema judicial moderno.

Barbería- peluquería en el siglo XVIII.

Barbería- peluquería en el siglo XVIII.

Luis también promovió reformas legales y se preocupó por el bienestar de sus súbditos, mostrando una especial atención a los pobres y a los enfermos. Es conocido por haber fundado hospitales, leproserías y otras instituciones de caridad, y por su trato compasivo hacia los más necesitados. Su corte se caracterizaba por su rigor moral y su devoción religiosa, y Luis exigía lo mismo de sus cortesanos.

San Luis es también recordado por su fervor religioso, que lo llevó a liderar dos cruzadas en un intento por recuperar los territorios cristianos en Tierra Santa. La primera de estas, la Séptima Cruzada (1248-1254), fue un esfuerzo por liberar Jerusalén del control musulmán. Sin embargo, la expedición fue un fracaso militar, y Luis fue capturado en Egipto, siendo liberado sólo tras el pago de un cuantioso rescate.

A pesar de este revés, Luis no perdió su determinación y, en 1270, emprendió una segunda cruzada, la Octava, dirigida contra Túnez. Sin embargo, durante esta campaña, Luis enfermó de disentería y murió el 25 de agosto de 1270, cerca de Cartago. Su muerte marcó el final de las cruzadas francesas y tuvo un profundo impacto en Europa.

En la actualidad, San Luis es recordado como el santo patrono de numerosas ciudades y profesiones, incluyendo a los peluqueros, en reconocimiento a su dedicación al cuidado y al bienestar de los demás.