Caso único: el Estado sin territorio
Con embajadas en más de 100 países y pasaportes para sus ciudadanos, pero sin soberanía sobre ningún territorio del planeta, la Orden de Malta es un caso único de Estado soberano, pero sin población ni espacio físico.
Es normal discutir acerca de algunos Estados que disputan sobre su territorio o de países que no son reconocidos como Estados por otros. Lo atípico es el caso único y desconocido de una nación antigua, con una historia emblemática pero que actualmente, no tiene territorio.
La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta fue fundada en el siglo XI, en plenas Cruzadas, para proporcionar atención médica a los creyentes que peregrinaban a Tierra Santa . Con el paso del tiempo, extendió su actividad a la protección de los cristianos frente a los musulmanes y tras la conquista de Jerusalén construyó allí su primera sede, el Krak de los Caballeros, luego trasladada a San Juan de Acre.
En 1291, el sultán Saladino expulsó a los cristianos de la región, por lo que la orden se instaló en Chipre y empezó a crecer con propiedades que se encontraban por toda Europa. Un nuevo traslado la llevó a Rodas en 1310, donde experimentó un nuevo crecimiento al recibir parte del patrimonio expropiado a los templarios. Su riqueza y poder llegó a tal nivel que incluso acuñaba su propia moneda.
Sin embargo, la reforma protestante le fue arrebatando prioratos e incluso sucumbieron ante las tropas napoleónicas, que tomaron el archipiélago en 1798 y los expulsaron de allí. Al poco tiempo, los ingleses arrebataron Malta a los franceses y no permitió el regreso de la Orden, que rebotó por algunos lugares hasta instalarse en Roma en 1834, donde retomó sus trabajos.
Desde entonces, la Orden de Malta constituye un estado sin territorio ni ciudadanos propiamente dichos, aunque cuenta con unos 13.000 miembros y 80.000 voluntarios, aunque estos tienen otras nacionalidades y utilizan estas cuando deben presentar documentación. Esto hace que muchos estados no estén dispuestos a darle consideración de país, aunque la Orden cuenta con órganos de gobierno, entre los que están el Consejo Pleno de Estado, el Capítulo General, el Soberano Consejo, con representantes como el Gran Comendador, el Gran Hospitalario o el Gran Maestre (algo así como el "jefe de Estado").
A pesar de no tener territorio propio, la Orden de Malta mantiene relaciones diplomáticas con 104 países y posee diversas embajadas a lo largo del mundo. Felipe VI, rey de España, es uno de los miembros más conocidos de la orden. En septiembre de 2022, el Papa Francisco tomó control de la Orden, tras negar la posibilidad de investigar el polémico cese de su último Gran Canciller.
El Papa aprobó una nueva Constitución de la Orden que, por primera vez, tiene como gran maestre, como su jefe de estado, a un hombre que no proviene de la nobleza: John Dunlap, un abogado canadiense.