El músico que se expresó en una orquesta de libros: un "hasta siempre" a Skármeta

Murió uno de los grandes escritores de América. La despedida, con el recuerdo de una entrevista realizada en Mendoza.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Ha muerto Antonio Skármeta. Puede ser una noticia más del montón para mucha gente, importante, aunque no única, pero no lo es para un admirador profundo como quien escribe estas líneas. Su costado más popular pudo ser la presentación de un show televisivo en Chile sobre literatura y libros, entretenido y, sobre todo, útil. O la película "Il postino", "El Cartero de Neruda" en español basado en su libro "Ardiente paciencia".


No hay, sin embargo, un perfil elitista posible en un Skármeta que se esforzó por acercar todas las orillas de la cultura. Una persona enorme, que se mostró por completo en su obra. "Uno no describe cosas o situaciones cuando escribe, vuelca emociones", me dijo en la entrevista que le hice junto a Santiago Montiveros y Mariano Bustos el 19 de noviembre de 2016, gracias a la producción de Franco Pereira (que lo buscó, encontró, convenció y puso al aire" en aquel programa radial "Tormenta de ideas" de los sábados mendocinos.

Uno podría imaginarse que aquel tesoro, nada menos que un diálogo con Skármeta, es guardado con orgullo por el medio en donde se realizó la entrevista, MDZ Radio. Pero no: todo el material de aquellos años, que incluye la voz de 25 expresidentes, premios Nobel, escritores y músicos de alto nivel internacional, no existe más, fue eliminado.

El escritor chileno Antonio Skármeta muere a los 84 años

Hay repositorios por todas partes de lo que se dijo, aquellos otros medios que tomaron en cuenta la relevancia y, además, la comprendieron.

Es así que puede rescatarse de aquella nota un factor que sorprendió a los desprevenidos, pero no a sus seguidores: "Podría decirte que hubiera preferido ser músico a escritor", nos dijo, predispuesto a hablar más de música que de su inmensa obra. De hecho, protagonizó shows musicales cargados de poesía junto al músico brasileño Killy Freitas, del que hay testimonios de allá por 2015.

El de Skármeta no es el único caso. En otros, sucedió a raíz de un detonador particular. Sin ir muy lejos, la gran artista visual mendocina Sara Rosales era bailarina. Su verdadera pasión inicial fue la danza. La volvía loca en su adolescencia. Pero un accidente la dejó imposibilitada de seguir y toda esa energía la volcó a la pintura. Y el resultado es impresionante: resultó ser, también, una gran pintora; la gran artista que hoy es en Mendoza y Argentina.

La entrevista que mantuvimos con Antonio Skármeta en 2016 transcurrió en el meridiano de la experiencia de Michel Bachelet como presidenta de su país. Se mostró afín, aunque sorprendió a los oídos argentinos, arruinados por el griterío de contrapunto. Nos dijo: "Piñera tuvo una experiencia de gobierno de derecha que no fue para nada traumática". Y abundó sobre Ricardo Lagos: "Lagos es un gran estadista que le dio gran vigor a la democracia", definió.

Simpatizante de esos espacios, sin embargo, ya en 2016 se declaró incapaz de encontrar "un hilo común en América Latina" a nivel político, cosa que otros forzaron demasiado. Hasta que se rompió todo.

Por entonces, más allá de Facebook y tal vez alguna que otra experiencia en redes, no había todavía un efecto algorítmico hipnotizante sobre la población. Se mostró optimista con los jóvenes, demasiado. Pero se le perdona porque nadie le puede exigir que haya sido profeta o pronosticador de actitudes: "Los jóvenes vuelven a la lectura después de pasar por la pasión del espectáculo", opinó en "Tormenta de Ideas".

Podríamos citar cada uno de sus libros y los premios. Pero de eso ya se está encargando la prensa en todo el mundo.

Aquí se despide a Skármeta con su pasión legítima, más allá de su "éxito" literario: la música:

Esta nota habla de: