Los zorros grises del Dalvian, cual carpinchos en Nordelta

Una verdadera perlita representa la convivencia de los zorros grises con los vecinos del Dalvian, en una relación de respeto mutuo. Hasta han hecho alguna madriguera en jardines. Recomiendan no intentar alimentarlos ni domesticarlos.

Los zorros grises son la fauna autóctona del piedemonte. A medida que el hombre avanza, en lugar de alejarse, parecen integrarse, sin perder su condición salvaje, aunque adaptándose a una convivencia urbana o semi urbana.

Puede verse hoy en muchos barrios del oeste de la Ciudad de Mendoza e, inclusive, no tan al extremo: en las inmediaciones del aeropuerto El Plumerillo y hasta en barriadas de zonas más del llano, como el cinturón verde de Guaymallén y Maipú.

La imagen que compartimos fue tomada este lunes en uno de los jardines del barrio Dalvian, en donde suele vérseles en pareja merodeando en la búsqueda de comida.


Cual los carpinchos en Nordelta, los zorritos del Dalvian "aguantan" la presencia humana y hasta la aprovechan. Pero no tienen la docilidad de aquellos: no se dejan ni están para ser acariciados ni alimentados.

Esa situación de respeto mutuo para haberse impuesto en este barrio, en donde se los "cuida desde lejos".

El caso del video, es una pareja que parece proteger a una cría que tienen debajo de un frondoso jardín en una esquina del medio del barrio. Van y vienen, y se ponen en guardia cuando pasa alguna persona cerca, pero nada pasa a mayores.

Las únicas situaciones complicadas están cuando las mascotas, mayoritariamente perros y gatos, les reclaman el territorio o alertan sobre su presencia, como si la fauna autóctona fuera forastera.

Sin embargo, como las ardillas en otros países o el citado caso de los carpinchos del Delta, su presencia puede desencadenar sentimientos de ternura o miedo, pero no ocasiona mayores problemas. Y por ahora, cada quien respeta la vida de otro. ¿Quiénes invadieron el territorio de cuáles?

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