La NASA lanzó un concurso global por USD 3 millones para reciclar basura espacial

LunaRecycle Challenge, es el concurso internacional que ofrece 3 millones de dólares en premios; la NASA no solo pretende mejorar la sostenibilidad en el espacio, sino también fomentar innovaciones aplicables al reciclaje en la Tierra.

El éxito de las futuras misiones espaciales de larga duración depende en gran medida de la gestión eficiente de los recursos y la eliminación de desechos. En línea con esto, la NASA ha iniciado el LunaRecycle Challenge, un concurso internacional que ofrece 3 millones de dólares en premios para promover soluciones innovadoras en el manejo de residuos espaciales. El objetivo principal es descubrir tecnologías capaces de reciclar y reutilizar los desechos producidos en las estaciones lunares, minimizando así la necesidad de transportar estos residuos de regreso a la Tierra.

Este desafío forma parte de los esfuerzos de la NASA para incrementar la sostenibilidad de las misiones espaciales prolongadas, en especial con miras a las futuras estaciones lunares del Programa Artemis. Mediante el fomento de soluciones tecnológicas avanzadas, la NASA no solo pretende mejorar la sostenibilidad en el espacio, sino también fomentar innovaciones aplicables al reciclaje en la Tierra.

El LunaRecycle Challenge busca un objetivo ambicioso: crear tecnologías de reciclaje que posibiliten la reutilización de residuos generados en misiones espaciales de larga duración, como las proyectadas para las bases lunares futuras. En vez de devolver los desechos a la Tierra, se busca transformarlos en recursos valiosos reutilizables en el espacio, lo que no solo disminuiría la acumulación de basura, sino que también reduciría la carga logística y los costos de trasladar residuos entre la Tierra y la Luna.

La idea es que, en estas futuras bases lunares, los astronautas puedan reciclar todo tipo de residuos sólidos inorgánicos como ropa usada, envases de alimentos y restos de experimentos científicos, y transformarlos en materiales reutilizables. Estas innovaciones podrían ser la clave para el éxito de las misiones a largo plazo, ya que permitirían a los astronautas vivir y trabajar en la Luna durante períodos más prolongados sin depender constantemente de suministros desde la Tierra. Además, estas soluciones podrían inspirar nuevas formas de abordar el reciclaje en nuestro planeta, aplicando los conocimientos adquiridos en la sostenibilidad espacial a la gestión de residuos en la Tierra.

El Desafío LunaRecycle se organiza en dos etapas, diseñadas para captar el interés de una amplia variedad de innovadores, desde los que pueden construir hardware avanzado hasta los especializados en sistemas computacionales. Esta estructura bifurcada busca maximizar la creatividad y la participación global en la búsqueda de soluciones de reciclaje espacial.

La primera etapa se enfoca en la construcción de prototipos físicos. Durante esta fase, los equipos tienen que diseñar y crear dispositivos o máquinas que reciclen residuos sólidos en la superficie lunar. Estas tecnologías deben ser compactas, eficientes en el uso de energía y capaces de procesar desechos inorgánicos, como empaques o indumentaria, convirtiéndolos en materiales útiles para apoyar las operaciones lunares.

La segunda etapa se centra en el desarrollo de gemelos digitales, o modelos computacionales detallados de sistemas de reciclaje. Esta fase es especialmente accesible, ya que permite la participación de equipos de todo el mundo sin necesidad de construir prototipos físicos. Mediante simulaciones virtuales, los participantes pueden probar cómo funcionarían sus sistemas en condiciones reales, como en futuras estaciones lunares.

Ambas etapas no solo impulsan la innovación tecnológica, sino que también promueven la exploración de soluciones viables tanto para el espacio como para la Tierra. Al abordar el reciclaje desde ángulos físicos y digitales, la NASA aspira a asegurar que las soluciones sean eficaces, sostenibles y viables para misiones prolongadas.

Uno de los aspectos más críticos del LunaRecycle Challenge es el enfoque en la gestión de residuos sólidos inorgánicos, un problema recurrente en las misiones espaciales prolongadas. Durante estas misiones, los astronautas generan diversos tipos de residuos, como envases de alimentos, ropa usada y restos de experimentos científicos. Estos desechos, si no se gestionan adecuadamente, pueden ocupar un valioso espacio y convertirse en un problema logístico, sobre todo en entornos tan limitados como las bases lunares.

El reto consiste en convertir estos desechos en recursos valiosos para la exploración lunar. Por ejemplo, los residuos de envases podrían transformarse en materiales para la fabricación de nuevas herramientas o estructuras, y los desechos textiles podrían reciclarse para confeccionar nuevas prendas o equipamiento. Esto no solo disminuye la cantidad de basura acumulada, sino que también reduce la dependencia de suministros terrestres, lo cual abarata costos y optimiza la logística de las misiones.

La NASA ha enfatizado que las soluciones deben ser compactas, eficientes en energía y de mínimo impacto ambiental. Esto es crucial, ya que cualquier tecnología destinada al espacio debe ser altamente eficiente para no exceder los límites de recursos en misiones espaciales. El desafío de desarrollar estas tecnologías es una oportunidad para innovaciones que podrían no solo incrementar la sostenibilidad en el espacio, sino también generar nuevas maneras de gestionar el reciclaje y los residuos en la Tierra.

La competición es dirigida principalmente por el Centro Espacial Kennedy, uno de los centros más destacados de la NASA, famoso por ser el sitio de lanzamiento de misiones espaciales tripuladas. Asimismo, el Centro Marshall de Vuelos Espaciales, reconocido por su extensa trayectoria en investigación y desarrollo de tecnologías espaciales, brinda apoyo en este desafío. La colaboración de estas entidades académicas, tecnológicas y científicas asegura que el LunaRecycle Challenge disponga de los medios y la experticia necesarios para promover soluciones innovadoras y viables.

El propósito de estas colaboraciones no es solo avanzar en la sostenibilidad espacial, sino también generar un impacto positivo en los métodos de reciclaje en la Tierra, creando un efecto que trasciende la exploración lunar. 

El avance en sistemas de reciclaje avanzados, ya sean físicos o digitales, podría marcar el comienzo de nuevas estrategias para el manejo de residuos, no solo espaciales sino también terrestres. Estas innovaciones tienen el potencial de ser adoptadas en sectores como la manufactura y la gestión de residuos urbanos.

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